Fuente: Clarín ~ En su segunda edición, regresa el programa porteño que multiplica performances en parques, veredas y andenes de subte.
“Quiero que mi performance genere una interferencia, una interrupción en el cotidiano de quien está circulando, en los que van de un lugar al otro por trabajo. La idea es que esas personas puedan detenerse a ver un gesto. De eso trata un poco el arte”, expresó Antonio Villa, uno de los artistas seleccionados en la Semana del Arte, antes de la presentación de su obra Sacrificio en la estación Central Obelisco. Durante la SDA, que comenzó el 31 de octubre y se extiende hasta el 7 de noviembre, los parques, veredas, estaciones de subte, jardines, edificios e instituciones culturales porteñas, se convierten en escenario de performances en vivo y todo tipo de intervenciones artísticas.
Sacrificio de Villa, el artista y gestor oriundo de Chubut, devuelve la práctica del estatuismo callejero a su contexto original, y pone a prueba allí tres piezas de vestuario que despliegan colores despampanantes y texturas que remiten a lo doméstico. En la obra, los cuerpos desnudos de los tres performers visten trajes artesanales de lana que fueron tejidos al crochet en colaboración con Susi Villa, la madre del artista. “La pieza siempre estuvo en espacios pensados para exhibición, con personas que iban a ver una muestra, por ejemplo. Entonces esta re-contextualización de la obra resulta interesante, me genera adrenalina ”, contó el artista en relación a sus expectativas, antes de la performance. Se presentó en la vía pública, el día inaugural en el Teatro de la Ribera, luego en la estación Central Obelisco el miércoles 2 de noviembre, y cerrará el evento el domingo, en el Museo de Arte Moderno, a las 16.
“El arte está donde no está el arte”, expresó el joven artista ayer, cuando realizó la intervención fuera de las instituciones, en la estación donde se cruzan todas las líneas de subte. Allí, hubo quienes se detuvieron a mirar, quienes tomaron fotos con sus teléfonos y otros que continuaron, sin más, su camino.
Estatua = inmóvil. Performers irrumpen en el hall de la estación de subte con más combinaciones.
En esta edición del evento, que pone al arte contemporáneo local en el centro de la agenda, son diez obras las atracciones principales, entre ellas instalaciones sonoras y textiles, performances, pintura y escultura. Fueron elegidas, a partir de una convocatoria abierta bajo la consigna “Arte y ciudad”, por el artista y docente Carlos Huffmann (quien participó de la edición 2019 del evento), la reconocida curadora Sonia Becce y el arquitecto Juan Pablo Vacas, por el GCBA.
A la hora de elegir, se puso especial atención en las obras capaces de producir un impacto en el espacio público, para así explorar las diferentes dinámicas y diálogos entre los transeúntes y cada pieza. El resultado: una serie de obras de artistas jóvenes, que fueron ideadas con total frescura y singularidad desde los rasgos conceptuales hasta los estéticos.
«La Semana del Arte busca generar nuevas audiencias a través de experiencias diferentes y formatos innovadores, al mismo tiempo que auspicia de vidriera, impulsando el protagonismo del arte argentino en todo el mundo», explicó el ministro de cultura de la ciudad Enrique Avogadro, acerca de la iniciativa.
Los trajes fueron tejidos al crochet por el artista y su madre.
Entre las actividades y obras relevantes, se pueden cruzar con Un tiempo de duda de Martín Touzón, ubicada en la Plaza Recoleta, que consta de una serie de esculturas que cambian de forma y tamaño, e indagan sobre los vínculos entre las personas y el trabajo. La instalación Vestido público de Nina Kunan, por otro lado, viste de seda a la pérgola del Parque Lezama, y juega así con el erotismo, el humor y los desplazamientos de sentido. “En la pérgola del Parque Lezama suceden un montón de cosas. Hay desde cumpleaños y shows hasta clases de tango, es un lugar que congrega toda la diversidad que hay y, para mí, un espacio muy especial”, destacó la artista.