Fuente: Cronista ~ Las principales casas de subastas vendieron buena cantidad de obra en altos precios que superaron en un 33% lo que tenían estimado. Hubo récords para trabajos de algunos de los más importantes artistas.
En tan sólo dos semanas se vendió en Manhattan u$s 3000 millones, superando en un 33% lo estimado por las grandes casas de subasta. Christie’s vendió 1444 millones, Sotheby’s 1100, Phillips 226 y Doyle y Bonhams hicieron el resto.
Sotheby’s, luego del éxito de 30 obras que ofreció de la colección Macklowe, tuvo una noche espectacular al vender 51 obras en 408,5 millones. De ellas 33 tenían garantía de venta, es decir que con oferta o no, la casa compraría la obra en suma preacordada, sólo el 12% no encontró comprador esa noche y con seguridad alguna se vendió en la semana siguiente en forma privada.
Récord para la obra de Leonora Carrington (3,5) y para Milton Avery que triplicó su estimación (6 millones). Gran precio para un gigantesco Picasso de 130×160 cm donde debemos «adivinar» que la modelo es Maya, la joven que el malagueño conoció a la salida de Galerías Lafayette. La obra es de 1932 que es el mejor período del artista para la mayoría de los críticos de arte. El dueño de la obra es un fanático del pintor y compra y vende sus obras en sumas millonarias, y esta se vendió en 67,5 millones. No creemos que le cambie la rutina de inversiones a Steve Cohen.
Algunos museos aprovechan esta suba de precios y venden parte de sus colecciones para comprar nuevas obras o realizar mejoras edilicias. El Metropolitan logró 38 millones por uno de los 25 bronces de una cabeza cubista de Picasso de la cual tenía dos. Un museo de Ohio se desprendió de un paisaje de 100×80 cm de Paul Cézanne, que logró casi 42 millones.
Sin duda Alberto Giacometti es el escultor más deseado, una de sus «mujeres de Venecia» duplicó su estimación y se vendió en 17,5 millones y la misma suma logró un lánguido retrato de Modigliani.
La pintura del siglo XIX, que era la favorita de nuestros padres y abuelos, cada vez interesa menos y bajan los precios de las mismas. Con buen criterio buscan darle valor agregado e hicieron una venta llamada «Belle Epoque» donde un estupendo Giovanni Boldini logró 1,3 millones. Todavía se puede ver su fabulosa exposición en el Petit Palais en París.
Otro segmento que no remonta en el mercado son los Antiguos Maestros, aquellos que trabajaban antes de 1820. Bases bajas y mucha obra sin vender. Este mes aparecerá a la venta un Beato Angélico que superará los 5 millones, pero es la excepción que confirmara la regla…
Se esperaba un buen precio por una vista de la Iglesia de la Salute en Venecia, realizada 6 veces por Claude Monet con ligeros cambios desde el Palacio Barbaro. El artista fue durante dos meses en 1908, para descansar y no para pintar. Ante la majestuosidad de la «Piú Bella del Mondo», realizó 37 obras y su inteligente marchand se las compró en su totalidad. Se esperaban 30 millones por ella pero la puja la llevó a 56,7 millones. Cuando la pintó Monet tenía 68 años y su arte, sumado a la belleza de la Serenísima, son una combinación fatal.
Grandes precios para las obra realizadas por artistas mujeres, como Anna Weyant (27), recién conquistada por Larry Gagosian para su staff de artistas. Vio multiplicar por 5 y por 10 sus estimaciones. Hoy sus obras realistas con una pátina flamenca, se cotizan entre 500 y 1,6 millones. Lo mismo ocurre con los artistas de raza negra que son las estrellas de los remates. Otro tanto ocurre con la categoría de diseño que logra que se venda la totalidad y en increíbles precios.