Fuente: La Nación ~ Lucrecia Cornejo y Angie Braun se conocen desde primer grado. Siempre les apasionó el arte, pero no encontraban en las galerías tradicionales la posibilidad de comprar lo que les gustaba. Por eso en 2017 crearon Diderot.Art, el primer e-commerce de arte contemporáneo argentino. “No solo los artistas están exhibidos los 365 días del año, sino que para la gente es una nueva forma de a conocer arte contemporáneo. El arte siempre fue visto como algo de nicho, para expertos. Nosotras queremos borrar esa barrera y los prejuicios. Si quieren una obra para decorar con el sillón, está perfecto”, señalan.
Durante la pandemia creció la cantidad de clientes interesados en el sitio (más de 300.000 usuarios únicos) y aumentaron la facturación un 140%. Además, se expandieron en la región y abrieron Diderot Art México, con artistas y obras mexicanas. “Con la cuarentena hubo una explosión extraordinaria en todo el mundo digital. Al estar encerrados en casa, se volcó un presupuesto importante a la decoración y el arte no fue la excepción”, explica Lucrecia.
¿Cómo lo hicieron?
Primero, establecieron su diferencial en la curaduría y sumaron al equipo a la asesora de arte Stefy Jaugust. “Para llegar a un público no especializado era muy importante que hubiera una guía, que el cliente sepa que hay un trabajo profesional detrás”, afirman. Luego, fue el turno de convencer a los artistas. “Cuando lanzamos fue sumamente disruptivo. Poner los precios a la vista era algo a lo que no estaban acostumbrados”.
Para probar la idea, contactaron a periodistas especializados y coleccionistas, que encontraron muy oportuna la propuesta. Así empezaron con 38 artistas y 400 obras. “La tecnología nos ayudó a cumplir el objetivo principal que era democratizar el arte. Siempre fue un proyecto federal”, asegura Angie.
Crecer en tiempos de pandemia
Hasta la pandemia siempre se habían apoyado en experiencias por fuera de la plataforma para conectar con sus clientes: eventos, visitas a talleres de artistas, charlas. Pero con el aislamiento tuvieron que pensar nuevas ideas. Armaron una exhibición digital interactiva, pero el fuerte fue el crecimiento exponencial del negocio. “Teníamos previsto que el 2020 fuera un año de expansión, por lo que estábamos preparadas para atender la demanda. Íbamos a invertir para crecer y ganar visibilidad, pero esa expansión la terminó dando la pandemia. El arte fue un bálsamo ante tanta incertidumbre”, señala Lucrecia.
Además, expandieron el negocio a México. “Siempre pensamos Diderot Art como un proyecto regional, pero queríamos consolidarnos en Argentina primero. A diferencia de otras experiencias que existen en el mundo, armamos plataformas separadas para cada país. Buscamos no solo darle visibilidad a los artistas, sino desarrollar nuevos compradores y coleccionistas”, concluyen.
Los consejos de Lucre y Angie
- “Elegí bien tus socios. Al final del día son como un matrimonio. Es súper importante la confianza y buscar a alguien que te complemente. No emprender sola te ayuda a tomar decisiones.”
- “Identificá tus mentores. Aquellas personas que admirás profesional y personalmente, que tienen una trayectoria emprendedora. Es armar tu propia red de contención de gente con experiencia que te pueda apuntalar en el camino.”
- “Profesionalizate. Es clave seguir educándose y aprendiendo. Si querés emprender en el mundo digital, tenés que entender ese ecosistema y capacitarte.”
- “Desarrollá tu producto mínimo viable. Es importante hacer esa inversión y desarrollo mínimos para testear tu idea antes de lanzarte con todo. Vas a validar si le das una solución al mercado realmente, si tenés demanda.”
En números
- Inversión inicial: U$S 180.000
- +140% facturación anual en 2020
- Desde $10.000 hasta más de $1.600.000 es el precio de las obras de arte
- + 800 obras en venta
- $2.000 cuestan los prints de artistas de edición limitada
- + 80 artistas en la plataforma
- 300.000 usuarios únicos al año
- 45.000 followers en Instagram