Fuente: Telam – Un óleo, una pieza de barro y dos acrílicos dieron el inicio formal a la Colección de Arte de la Fundación Azcuy, que busca consolidar el respaldo al desarrollo del arte contemporáneo argentino.
En el marco de la feria de arte contemporáneo ArteBa, que se celebra hasta el domingo en el porteño Centro Costa Salguero, la Fundación Azcuy participó por primera vez con la adquisición de cuatro obras de tres artistas -Juan Tessi, Manuel Brandazza y Carolina Raquel Antich- con lo que inauguró formalmente su propia colección de arte.
Un óleo sobre tela de Juan Tessi «Sin título» en galería Nora Fisch, «Aura y canoa» de Manuel Brandazza, pieza hecha con barro del Río Paraná esgrafiado sobre madera, sellado con barniz marino, en galería Pasto, y los acrílicos sobre lino «Aprendices» y «Compagnie della calza» de la artista Carolina Raquel Antich (comprados en la galería María Casado) dieron el inicio formal a la Colección de Arte de la Fundación Azcuy, que busca consolidar el respaldo al desarrollo del arte contemporáneo argentino, informaron en un comunicado.
Es la primera experiencia de adquisición en ArteBa de la compañía que lleva adelante el reconocido Premio Azcuy desde hace cinco años en colaboración con el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, por el cual artistas de todo el país presentan a concurso una obra inédita de gran escala para ser instalada de manera permanente en una torre del barrio porteño de Caballito.
Por este concurso, ya se ha inaugurado «Mutanti», del artista argentino Diego Bianchi -ganador en 2019- una pieza escultórica que se despliega como una lombriz de metal y funciona como receptor de desechos orgánicos para los habitantes del edificio bautizado Donna Terra.
Asimismo, el artista Fabián Bercic -ganador de la segunda edición- construyó en el hueco central de otro edificio «La montaña concreta», un mural de 43 metros de altura que permite ser escalado, en el que sobresalen formas poliédricas que dialogan con las obras de los movimientos utópicos del arte rioplatense del siglo XX, inspirado en la vanguardia constructivista de la década del 40.
Inaugurada días atrás, la más reciente obra ganadora del concurso, «Mundo imaginal», de la artista Adriana Bustos, interviene la totalidad del cielorraso del lobby de Donna Acqua: un mural con dos planisferios celestes y un mapa fluvial, rodeados por una constelación de imágenes sobre la historia de los barrios porteños de Caballito y Flores.
La obra -en palabras de la propia artista- propone a lo largo de 30 metros recuperar la huella mnémica del lugar de anclaje del edificio, ubicado en el límite de Caballito y Flores, cuyos orígenes se remontan al siglo XVII y se vinculan con el antiguo Camino Real del Oeste hacia el Alto Perú.
La edición del Premio Azcuy, en la que Bustos resultó ganadora, convocó a más de 1.100 artistas de todo el país y el jurado estuvo integrado por Victoria Noorthoorn, Fernanda Brenner, Javier Villa, Mónica Girón, Carlos Hauffmann, Alejandra Aguado, Gerardo Azcuy y Sol Juárez.