Fuente: Perfil ~ La Inspección General de Justicia (IGJ) solicitó al Ministerio de Justicia, mediante la Resolución Particular 700/2022, que intervenga la organización situada en Moreno. La postura de los familiares del artista.
A 131 años del nacimiento de Florencio Molina Campos, se dio a conocer una solicitud elevada por la Inspección General de Justicia (IGJ) al Ministerio de Justicia de la Nación, pidiendo que se intervenga la Fundación Florencio Molina Campos, ubicada en Moreno, por considerar que están riesgo 130 obras que se atesoran del pintor. Según se denunció, la designación del interventor sería inminente.
Las obras en cuestión, según la denuncia, se encontraban en un depósito sin las condiciones adecuadas para su cuidado.
Así luego de una denuncia que presentó la Municipalidad de Moreno a la IGJ solicitando la intervención, y de una exhaustiva investigación que se prolongó más de un año, se terminó solicitando la intervención al considerar que la Fundación que lleva el nombre del destacado pintor gauchesco ha tenido «un comportamiento errático en cuanto al cumplimiento de sus obligaciones legales y contables, así como también se ha mostrado vacilante en cuanto al cumplimiento del objeto que le dio vida a la entidad”.
La resolución de intervención establece que “se han verificado actos graves, violatorios del orden jurídico y existe un evidente interés público en el dictado de la medida que aquí se propicia, máxime si se tiene en cuenta que se trata de la preservación del patrimonio social que se encuentra integrado a las obras de arte del prestigioso artista nacional”.
También se menciona que “habría un faltante de 37 obras” y explican que desde la Fundación no brindaron «respuesta alguna sobre la información y documentación …en cuanto al acervo del artista, a la cantidad de cuadros que posee, la valuación económica de la obra …desconociendo esta autoridad pública el paradero de las obras del artista”.
Por otra parte, hizo referencia la IGJ a “…las singulares circunstancias en que se produjeron los extravíos de libros… en el año 2021, un día antes de presentarse ante la IGJ. Los sucesivos extravíos solo podrían interpretarse como un artilugio para ocultar información”, además de subrayar que “la actitud desplegada por las autoridades de la fundación obstaculizan seriamente la tarea de este Organismo de fiscalizar el control del cumplimiento de obligaciones”.
La respuesta de un familiar del pintor
“Como familia del pintor, esperamos que esta medida permita identificar a los responsables de los incumplimientos que llevaron a la toma de tan drástica decisión en la entidad que dio origen al museo, museo que la familia y amigos de mi abuelo augurábamos como un merecido homenaje a disposición de las futuras generaciones. Nuestro único objetivo es que las obras de mi abuelo que fueron donadas “con cargo” a la Fundación permanezcan exhibidas”, expresó Gonzalo Giménez Molina, único nieto de Florencio Molina Campos.
“Nos ponemos a disposición de la intervención para acompañar en la tarea que entendemos PRIORITARIA Y FUNDAMENTAL que será -más allá de las cuestiones administrativas- establecer el paradero de las más de 130 obras que antes se exhibían en el museo de Moreno y que integran el acervo cultural de todos los argentinos, reunirlas y ponerlas todas juntas prontamente en exhibición para que el público que durante los últimos 20 años encontraba un museo con sus puertas cerradas, pueda en adelante acceder libremente a disfrutar de la producción del artista en un lugar neurálgico de la Ciudad de Buenos Aires”, sostuvo Giménez Molina.
A su vez, manifestó lo siguiente: “No acuerdo con la idea de que la colección de obras de la Fundación vaya a competir con otra tan importante como la de del Museo Las Lilas en San Antonio de Areco (lugar ajeno a la vida de Molina Campos), ciudad que ya tiene sobradas y muy lucidas propuestas culturales gauchescas. En cambio, queremos destacar que gracias a la amplia repercusión que tuvo la cobertura que dieron los medios a estos temas el año pasado, el Municipio de Moreno logró recuperar hace pocos días el Rancho Los Estribos, sitio que había construido mi abuelo en Cascallares, a orillas del río, en el lugar que eligió para distenderse los fines de semana, predio que ahora será puesto en valor. Alentamos, también, las ideas que sobrevuelan en torno al viejo edificio donde funcionaba el museo en Moreno (ya no es apto para conservar y exhibir obra original), que buscan reconvertirlo en un centro cultural como modo de mantener viva la idiosincrasia de Moreno en torno a la figura del artista”.
Molina Campos fue un artista popular por excelencia, se atrevió a sacar su pintura del lienzo y ponerla a disposición del público en soportes masivos y no tradicionales, como sus legendarios almanaques que fueron un clásico durante décadas y aparecían en cada lugar de la vida argentina. Con esas obras Mlina Campos difundía su arte y visibilizaba al gaucho y los trabajadores rurales, que hasta entonces carecían de representación y protagonismo protagonismo en la escena cultural. Por amor a su Patria y por el enorme respeto que sentía por los paisanos, Molina Campos le dijo “no” a Walt Disney, porque en sus proyectos de películas no se contemplaban o respetaban las costumbres y tradiciones autóctonas.