Fuente: TN – Texto y video de Ollia Horton | El Museo Carnavalet de Historia de París, le dio carta blanca al francés para proponer una nueva mirada sobre la Ciudad Luz. El resultado es una exposición atrevida y estrambótica titulada “París es patafísica”.
Starck nació y creció en París. Cuenta la leyenda que una vez hizo la rabona para no ir al colegio y se escondió en el museo Carnavalet, donde empezó a dibujar. París fue y sigue siendo su patio de recreo. Un lugar de realidad concreta que ofrece una evasión asombrosa y una inspiración inagotable.
Como una especie de sombrerero loco de la era moderna, Starck guía al visitante a través de una versión al revés de París dentro del Museo Carnavalet. Es real y surrealista a la vez, ya que da protagonismo a sus propios diseños, pero también a las traviesas y excéntricas invenciones de sus colegas científicos patafísicos.
No es difícil entender por qué Starck se siente atraído por la “patafísica” descrita como la “ciencia de las soluciones imaginarias”, una “filosofía” inventada por el escritor francés Alfred Jarry (1873-1907) que celebra este año su 150 aniversario.
La patafísica ha sido tomada muy en serio por sus adeptos a lo largo de los años. Entre ellos figuran Pablo Picasso, Raymond Quéneau, Boris Vian, Max Ernst y Eugène Ionesco. El propio Starck ostenta el prestigioso título de “Regente” del Colegio de Patafísica desde 2021.
“La patafísica tiene un gusto por la belleza y por lo imposible hecho posible”, dijo Starck en una entrevista en marzo, antes de la inauguración de esta exposición. “Es una ciencia a imagen y semejanza de la vida, que permite que las cosas serias se tomen a la ligera y las ligeras en serio”.
De lo real a lo surrealista, pasando por todo lo demás, Starck invita al visitante a adentrarse en la parte de su cerebro que nunca duerme y hacer un viaje por el carril de los recuerdos.
¿Las sillas giratorias plateadas del Parque de la Villette, en el noreste de París? ¿Los fotomatones (cabinas fotográficas) de casi todas las estaciones y centros comerciales franceses? ¿El reloj con sólo ocho números? Todo lleva el sello de Starck. Pero hay mucho más.
A Philippe Starck no sólo le gusta trabajar de cara al público, sino que también ha diseñado espacios que la gente nunca ve, como el dormitorio de la primera dama Danielle Mitterrand en el Palacio del Elíseo en 1983.
“Subversivo, ético, ecológico, político, humorístico… así es como veo mi deber como diseñador”, ha dicho Starck sobre su trabajo, que ha abarcado desde la decoración del club nocturno Bains-Douches, la terminal de Eurostar en la Gare du Nord, el pase Navigo para el transporte público parisino y, más recientemente, el TOO Hôtel y su restaurante en el distrito 13 de París.
La coordinadora de producción científica del museo Carnavalet, Hélène Ducaté, declaró a RFI que trabajar con Starck, como director artístico de la exposición, fue muy intenso. “Starck tiene buen ojo para todos los detalles y una energía alocada, pero siempre trabaja con sentido del humor”.
Uno de los aspectos clave de la exposición es una audioguía, que es la forma que encontró Starck de personalizar la visita, con descaradas anécdotas para cada sala temática.
“Es un excelente narrador, sabe hablar muy bien de sus creaciones y lo que cuenta enriquece mucho la visita, explica Ducaté. Es un contenido interesante y lleno de humor que hace que la visita sea divertida. Espero que haga reír a la gente”, concluye.
Al fin y al cabo, como resume Starck, “París no es más que un inmenso decorado para una ópera. Y todo, obviamente, no es más que una fantasía”.
La expo “Philippe Starck: París es Patafísica” se extiende hasta el 27 de agosto 2023 en el Museo Carnavalet de París.
UN ENSUEÑO!!!!!!!!!!!!!!!