Fuente: Clarín ~ Después de dos años casi planchado, el sector se reactiva lentamente. Al menos así se vislumbra en arteBA 2021.
Después de un año y medio de mucha tranquilidad en las ventas, ahora el mercado de arte argentino se reactiva: al menos, eso es lo que está ocurriendo en este momento en la feria arteBA.
El evento –que este año se desarrolla en Arenas Studios en La Boca–, festeja su 30° aniversario en un contexto especial: sin cuarentena pero todavía con pandemia. Vale entonces la pena preguntarse qué pasó con el mercado de arte durante este último año y medio en que el virus Covid tocó a la humanidad, y también preguntarse si se vende, se vendió o se venderá durante la feria.
Si bien todos los galeristas coinciden en que durante 2020 las ventas bajaron mucho, también sostienen que ahora, durante arteBA, están vendiendo. Con ese fin (y acorde al estado general del mundo) la mayoría de las galerías bajó levemente los precios de las obras: tanto galeristas como artistas quieren y necesitan vender.
Quizás las piezas que mantienen los precios más altos sean aquellas emblemáticas o raras, inusuales, o aquellas de artistas históricos ya instalados en el mercado.
Galería PM, sección Factor Studio, en arteBA. Foto Juano Tesone
El arte como inversión
Quienes observan el mundo del arte lo saben: las obras de arte, como inversión, son más estables que otros activos financieros, especialmente si se trata de trabajos y de artistas blue-chip, es decir, de artistas (y de marcas de artistas) que constituyen empresas establecidas, que mantienen sus valores sin fluctuaciones grandes y que tienen un alto nivel de liquidez (la capacidad de un activo de convertirse en dinero).
Por eso cuando las obras de arte son de artistas establecidos en el mercado (especialmente en el campo internacional) se trata de inversiones estéticas pero también financieras, que no tienen riesgo de sufrir tantos vaivenes económicos como podría ocurrir con otros activos financieros.
A nivel internacional, las compras y ventas en el mercado de arte (primario y secundario) demostraron que 2020 tuvo un parate durante el primer cuatrimestre, el cual se revirtió durante el segundo cuatrimestre del año pasado.
Las monas de Edgardo Giménez, infaltables. Foto Rafael Mario Quinteros
¿Qué pasó con el arte durante la etapa más dura de la epidemia de Covid, cuando todos los negocios y la vida en general se encontraba cerrada?
Según diversos estudios, hubo una menor cantidad de exposiciones presenciales y por lo tanto, un menor número de obras a la venta; un menor número de ventas efectivas; pero un mayor número de compradores (en el mercado secundario, durante el primer cuatrimestre de 2020 los postores se incrementaron un 2,3%). Y los valores de las obras de arte subieron (durante 2019-2020) un 1,6 % respecto a 2018.
También las grandes exposiciones debieron ser suspendidas durante los primeros meses de 2020 y reprogramadas para la segunda parte del año pasado. Eso disminuyó el número de piezas a la venta y vendidas, y también el valor general de las obras ofrecidas.
Algunos estudios sostienen que hubo un cambio en la oferta, no tanto en la demanda, es decir, que hubo cambios en las obras que se ofrecían en venta pero no cambiaron tanto los compradores de arte.
Cerámicas de Catalina Oz. Foto Juano Tesone
Lo que sí explotó durante 2020 fueron las ventas online: a nivel internacional, el año pasado se realizaron ventas online de obras de arte (solamente en subastas) por un total de 444 millones de dólares, lo que significó un aumento de las ventas de obras a través de las webs del 388% respecto al 2019.
En nuestro país también se vio reflejada esta tendencia: las galerías (y la misma feria arteBA) organizaron ventas online y dieron sus frutos, aunque la mayoría de los galeristas sostiene que no vendieron lo mismo que hubieran vendido mediante ventas con exposiciones en formato presencial.
Contra viento, marea y Covid, el mercado del arte (especialmente el internacional) funcionó el año pasado, no al cien por cien pero sí con índices que iban en contra de lo esperado.
Como ocurrió con el resto de las esferas y mercados, la reconversión de lo presencial a lo digital requirió de un tiempo, una expertise y un acomodamiento del público y de los compradores de arte.
Marta Minujín, en arteBA 2021. Foto Maxi Failla
También se reconvirtió el trabajo de los galeristas y de las casas de subastas: la constitución y creación de los diversos mercados de arte, de sus convenciones, necesitó de otras estrategias, quizás no tan efectivas como las estrategias desplegadas de forma presencial.
A nivel local, ahora con arteBA los galeristas opinan: “Las ventas vienen bien”, detalla Orly Benzacar, de la galería Ruth Benzacar. “Hasta ahora vendimos bastante bien de casi todos los artistas que tenemos, con un rango de precios que va desde los 2.500 hasta los 93.000 dólares”.
Orly comenta que la cuarentena le pegó muy mal a todo el sector, y que durante 2021 las galerías lograron reabrir, aunque eso no significó que el sector se haya reactivado realmente. Pero ahora, con esta edición de la feria, sostiene hay mucha expectativa: “Todos trajimos lo mejor que tenemos, para vender”, explica.
Más de 300 artistas representados por 59 galeristas participan en la feria que se lleva a cabo hasta el domingo. Foto Xinhua/Martín Zabala
Por su parte Eleonora Molina, de Miranda-Bosch, detalla: “Es impresionante cómo se está vendiendo en esta edición de la feria. Nosotros vendimos, de todos los artistas, entre una y dos obras de cada uno”. ¿El rango de precios? Van desde los 1000 a los 500 dólares. “Siempre pasó que en las peores crisis no se pierde la fe en el arte, pero no sólo como una inversión de valor. Esto significa: ¡se puede seguir adelante!”.
“Las ventas vienen bien”, dice por su lado Gachi Prieto, de la galería que lleva el mismo nombre. “Vendimos más de diez obras con precios que van desde los 500 a los 6.000 dólares”.
Prieto sostiene que es una muy buena edición de la feria, ya que todas las galerías realizaron un esfuerzo por llevar buenos trabajos. ¿Quiénes compraron? Coleccionistas antiguos y otros nuevos. “Estamos contentos”, comenta la galerista.
Visitantes observan las obras exhibidas durante la 30″ edición de la feria de arte contemporáneo arteBA, en el espacio Arenas Studio, en La Boca. Foto Xinhua/Martín Zabala
A esta reactivación se deba, quizás, el ambiente de alegría, movimiento y fluidez que se respira ahora en la feria: hay dinamismo, los coleccionistas están concurriendo, los artistas y galeristas están vendiendo.
Y quienes no coleccionan y quieran invertir en un activo más seguro que otros, quizás sea el momento de hacerlo: hay obras excelentes con buenos precios. Y ya es hora de volver a hacer marchar la rueda, de vivir, disfrutar, invertir y desplegar.