Fuente: Copyright Clarín by Mariana Rolandi Perandones ~ Ya hace más de dos años que vivimos con una nueva forma de arte o expresión, que ganó adeptos con la viralización propia de la era de internet. Los artistas esperan tiempos más justos con ellos. Tanto aquellos que conocen las directrices de la web3 como quienes las ignoran por completo comparten una necesidad: que la recompensa y la valoración de su trabajo reporte más beneficios a sus creadores y menos a los intermediarios.
“La Web3 es un catalizador tecnológico a un movimiento social y cultural que ya venía desarrollándose desde hace tiempo. Beeple creaba imágenes digitales desde hacía años y las ponía gratuitamente en internet. Luego vino la subasta del NFT The first 5000 days en casi 70 millones de dólares”, explica Adrián Garelik, Ceo de Flixxo, la plataforma de crowdfunding basada en NFTs.
Y entonces, surgen dos preguntas. Qué es la Web 3 y qué son los NFTs. La Web 3 representa la evolución de Internet, una nueva red donde los usuarios en un futuro que ya nos pisa los talones tendrán mayor poder y podrán controlar sus propios datos. Ornella Ruiz Díaz es artista plástica y sube sus trabajos a Enigma.
Para sus impulsores, la Web3 representa la siguiente fase de Internet y de la organización de la sociedad. Es el conjunto de aplicaciones y servicios construidos en una plataforma digital que no está basada en un tercero de confianza –una empresa, por ejemplo– y donde los usuarios son los verdaderos propietarios de los contenidos.
Por su parte, un token no fungible (NFT) es un tipo de token criptográfico que representa un activo único. Son emergentes de programas informáticos y por ende tienen funcionalidades similares a las criptomonedas, aunque hay una diferencia entre ambos: los NFT necesitan sí o sí integrarse a una blockchain, la cadena de bloques de código abierto y acceso público que se presentan como una de las formas seguras para invertir y hacer intercambios comerciales digitales.
Teniendo esto en claro, Garelik lo vuelve a enlazar con el arte y continúa explicando: “El espíritu creativo de la Web3 habla de colaboración, de integración, de la unión de diversos puntos de vista. Pero también habla de sustentabilidad, procesos responsables y transparencia”.
Agustina Gatto, autora y directora de cine, series y teatro, tiene una producción llamada “Victoria” en la plataforma Flixxo: “Las series web, como la mayoría de las posibilidades creativas que ofrece internet, vinieron a democratizar la creación de contenidos de ficción. Hoy podés filmar tu serie con un muy bajo presupuesto. Además, son muy convenientes para esta época que vivimos porque al ser breves, están alineadas con el deseo de velocidad de los espectadores de hoy”. Agustina Gatto, autora y directora de cine, series y teatro, tiene una producción llamada “Victoria” en la plataforma Flixxo.
Los artistas que se involucran en la nueva Web 3 no son distintos a los artistas de otras épocas. Su creatividad es la misma, su talento es el mismo, lo que cambia en sí es la forma de distribución de este arte, que se vuelve más democrático, más inclusivo, más aliado del under.
Quien hizo sin dudas ruido con esta nueva forma de arte fue la reconocida artista Marta Minujín, quien ingresó al mundo digital de los NFT con su primera subasta online de su icónica obra El pago de la deuda Argentina con maíz, el oro Latinoamericano, realizada en 1985 junto al artista plástico estadounidense Andy Warhol. Lo hizo en la plataforma Enigma.
“Esta obra se convirtió en un mito y lo bueno de tenerla en NFT es que la gente puede revivir el mito”, aseguró Minujín. A su vez, la artista anticipó su siguiente trabajo junto a la plataforma Enigma: “¡Pronto van a ver otra ́Pandemia!”.
“Esto es novedoso porque las piezas tienen un componente muy fuerte de comunidad, no hay un cuadro único como en la época del Renacimiento, sino que ahora los objetos de arte son una colección de enlaces digitales que dan un sentido de pertenencia a una comunidad, no importa de qué tipo sea”, cuenta Santiago Echazú, cofundador de Paisanos, una empresa de diseño y desarrollo de productos digitales.
Ornella Ruiz Díaz es artista plástica y sube sus trabajos a Enigma. “En medio de la pandemia escuche sobre los NFTs y de una supuesta subasta de arte digital en Sotheby´s. Lo primero que se comentaba en el ambiente artístico es que eso no era arte, lo que me hizo inmediatamente comenzar a investigarlo para ver qué estaba pasando”, cuenta.
Lo que más le llamó la atención a ella y al resto de los artistas fue la posesión real sobre los derechos de la obra y los «royalties», la comisión que se cobra automáticamente cada vez que hay una reventa de la pieza. Lo que más le llamó la atención a Ornella Ruiz Díaz fue la posesión real sobre los derechos de la obra y los «royalties», la comisión que se cobra automáticamente cada vez que hay una reventa de la pieza.
“Los NFTs para mí son una extensión de lo que yo ya trabajaba como artista visual desde siempre, el boceto o idea en pintura, llevarlo a cabo en forma física y luego digitalizarlo dándole allí una entidad de arte con movimientos y formas que en el arte tradicional no serían posibles”, explica Ruiz Díaz.
Y agrega que los NFTs “son geniales para darnos visibilidad a nivel global a los artistas, sobre todo quienes venimos hace rato del underground buscando siempre generar nuevos espacios más allá de los ya legitimados”.
“Es importante marcar que los NFTs sirven para poder generar ingresos económicos más estables sin tener intermediarios y se puede ver cómo las comunidades que apoyan a los artistas tienen una cercanía, como la que tenían los antiguos mecenas, no solo coleccionando obras digitales sino también acompañando procesos creativos. La gracia de los NFTs es valorar al artista en su complejidad, no sólo en el resultado artístico final”, finaliza Ornella.
Así, Ornella vuelve a aclarar esto mismo: no estamos hablando de un arte distinto, de una nueva forma de hacer arte, sino de una nueva forma de llevarlo a sus usuarios, algo que puede ser realmente revolucionario a la hora de pensar en los artistas de épocas en las que morían completamente en la miseria para que años después sus cuadros cotizaran 20 millones de dólares.
“Esta es una nueva forma que tienen los artistas de distribuir y monetizar sus piezas. Le da más herramientas o distintas herramientas a quien le gusta hacer arte y le proporciona un canal distinto de venta al tradicional. Aunque quizás esto no sea lo más importante, sino la revolución que está trayendo”, explica Echazú de Paisanos.
Y aclara dónde radica la novedad: “Lo que tiene de innovador es que es mucho más trazable la historia de vida de una pieza, lo que implica un certificado de autenticidad de la obra, que queda guardado en una tecnología muy difícil de corromper”. Jonatan Pereira es ilustrador, actor y animador. Está en Flixxo, junto a Lucas De Costa, con el proyecto de Tito Bilbao, que se ha vuelto muy famoso en los últimos tiempos.
Un arte colaborativo
¿Cuál es el perfil de los artistas que trabajan en esta nueva Web3?
“El Creador 3.0 es colaborativo, necesita del otro para encender la mecha de la creatividad. Crea creando sinergias, vincula, integra, conecta con conciencia de red. Brilla en constelación, brilla porque el conjunto brilla. Su equipo es interdisciplinario, diverso, pero vibra en la misma frecuencia”, explica Adrián Garelik de Flixxo.
Estos artistas quieren contar sus historias, quieren expresarse sin enroscarse en el proceso eterno de producción que tenían antes los creadores, “pueden parecer excesivamente libres, vanguardistas e impredecibles. Pueden, desde nuestro punto de vista, ser demasiado ansiosos, querer que todo suceda demasiado rápido. Pero, en realidad, estos artistas ya vieron el futuro y quieren que se transforme en presente en un segundo”, continúa.
Y aclara más el panorama: “Son artistas independientes, con presupuestos acotados, con historias contadas con infinita libertad. El creador de microseries se las ingenia para contar su historia a como dé lugar. Con 100 dólares y un litro de sangre falsa, en un fin de semana produce una serie”.
“No entiendo bien todo lo que significa Web3, pero pienso algo y estoy seguro de eso: cualquier desarrollo tecnológico bien aplicado siempre enriquecerá las formas de difundir y hacer cultura”, dice el ilustrador Jonatan Pereira, que está en Flixxo, con el proyecto de «Tito Bilbao».
“Hay también una forma de inclusión que implica ideologías políticas, religiosas, y otras. El objetivo siempre es tener más miradas que ayuden a tener perspectivas más completas de cada tema, que reduzcan nuestros sesgos y amplíen el panorama de nuestra propia visión”, agrega Echazú de Paisanos.
La plataforma Enigma tiene un perfil de artistas muy variado. Trabaja con artistas plásticos, músicos e ilustradores, entre otros. “Son artistas interesados en generar nuevos vínculos con sus audiencias y salir de los paradigmas tradicionales, les interesa experimentar, generar nuevos relatos y obviamente nuevos modelos de monetización en el paradigma digital. En general ya tienen cierta experiencia y están buscando otras posibilidades”, explica Matías Lóizaga, cofundador y CEO de la empresa.
Jonatan Pereira es ilustrador, actor y animador. Está en Flixxo, junto a Lucas De Costa, con el proyecto de «Tito Bilbao», que se ha vuelto muy famoso en los últimos tiempos. “No entiendo bien todo lo que significa Web3, pero pienso algo y estoy seguro de eso: cualquier desarrollo tecnológico bien aplicado siempre enriquecerá las formas de difundir y hacer cultura”.