Fuente: Ámbito – Leo Chiachio y Daniel Giannone inauguraron en la Colección Amalita la muestra «Vivir sus vidas», un recorrido fascinante por creaciones con agujas en lugar de pinceles y con hilos en lugar del óleo.
«Leo Chiachio (Buenos Aires, 1969) y Daniel Giannone (Córdoba,1964) es una pareja de artistas unidos por su creatividad y también amorosa en 2003, volcándose al textil para volverse otros y dejar atrás los gestos individuales que caracterizaban su pintura y dibujo.»
Así comienza el texto curatorial de Leandro Martínez Depietri que nos lleva de la mano por un recorrido de sus vidas, experiencias, viajes, compromisos de carácter social, histórico, político en la extraordinaria muestra “Vivir sus vidas” que se exhibe en la Colección Amalita.
No es solamente la maestría del bordado con cualquier material posible, mostacilla, perlitas, brillos de todo tipo sobre lanas, telas, pañuelos, repasadores, fundas de almohadones en «petit point», tapices antiguos encontrados, una gran acumulación de materiales que “ponen en pie de igualdad”, a mosaicos pompeyanos, máscaras kabuki, textiles guaraníes, tapices rococó.
La muestra se inicia con una suerte de recorrido museístico que incluye el famoso cuadro de Fernando Fader “Los mantones de Manila”, prestada por el Museo Nacional de Bellas Artes, que fuera Premio del Salón Nacional de 1914; una obra de José Malanca, homenajes que se extienden a una artista pionera cordobesa, Olimpia Payer (1893-1989). En este espacio aparecerá también el homenaje al gran pintor inglés David Hockney (1937) y su famoso “A bigger splash”, pintado en 1967, de su serie “Piscinas”, lugar de intimidad y de reivindicación en las que se ejercía una sexualidad más liberada.
Otra fuente de inspiración fue el Barrio Chino, la cultura japonesa e india, la decoración de porcelanas japonesas al estilo Imari y sus exóticas flores y satsuma de diseños muy intrincados. En 2018 residieron en China y el resultado fue “Comrades in Shanghai” con la que se designaba a la comunidad homosexual en China.
La muestra está plena de citas como por ejemplo cuando vieron el mural de Raúl Domínguez (1918-1999) en la Estación Fluvial de Rosario. Domínguez, “el pintor de las islas”, figurativo, retratista de la región litoraleña, autor de una docena de murales dedicados al Paraná de gran valor etnográfico y artístico. La flora autóctona del litoral está en “La familia en el alegre verdor”, obra ganadora en 2013 en la Cité Internationale de la Tapisserie d’Aubusson.
Exploran la figura del ekeko, símbolo andino de la abundancia, la fecundidad y la alegría. A medida que se recorre la muestra crece la admiración por la obra de Chiachio & Giannone porque no es solamente su destreza manual, humor e ironía, sino la investigación que hay detrás de las obras.
También citan a Ricardo Rojas, “El país de la selva”, y a Horacio Quiroga en “Cuentos de amor, locura y muerte”. Al gran artista salteño Carlos “Pajita” García Bes, conocedor de sabidurías ancestrales que participó de ritos y ceremoniales. Se asumió tapicista y descubrió en el textil la fibra que tramaba la historia americana
«Bomberos» (2011). Bordado a mano con hilos de algodón y efecto joya sobre tela Alexander Henry, de Chiachio & Giannone.
Martínez Depietri señala el interés que se despertó en los 60 y 70 acerca de lo latinoamericano frente al neocolonialismo y el imperialismo norteamericano durante la Guerra Fría.
En el núcleo “Rincón Caribe” se exhiben obras expuestas en Guatemala y Colombia cuyo presupuesto fue destinado a producciones de comunidades locales. Llegaron al pueblo de San Jacinto donde se produce la artesanía de hamacas con flores y hojas nativas.
En 2016 visitaron Pompeya y llevaron a la tela la técnica del mosaico textil mezclado con el diseño de la Bauhaus o el ícono gay de San Sebastián en el paisaje del norte argentino.
En el núcleo “El viejo mundo”, Depietri señala que Chiachio & Giannone amalgaman 2000 años de historia. De allí la cita al historiador austríaco Alois Riegl (1858-1905), considerado uno de los fundadores de la crítica de arte como disciplina autónoma, que analizó la vitalidad sostenida de la ornamentación como necesidad y búsqueda espiritual de la humanidad.
Cierra este recorrido con “La invención de los comechiffones”, alusión a los comechingones, origen de Leo Chiachio. Los «chiffoniers» recolectaban retazos de tela descartados por la industria textil parisina en los siglos XVIII y XIX. También toman prestadas de Anni Albers, una de las más importantes artistas textiles del siglo XX, profesora de la Bauhaus, esposa de Joseph Albers, de Gunta Stölzl, también profesora y directora del taller textil de la Bauhaus, así como del argentino César Paternosto que trató el tema amerindio en sus abstracciones.
Una muestra imperdible de dos artistas que “pintan” con agujas en lugar de pinceles y con hilos en lugar del óleo, un paseo por la historia del arte, una fantasía exuberante, una toma de posición y compromiso con la vida sin eufemismo alguno
(Olga Cosettini 141. Puerto Madero. De jueves a domingo de 12 a 20. Clausura en febrero.)