Cristina Rochaix: un canto al color, con geometría sensible

Fuente: Ámbito – En su nueva muestra, «Acústica», en el Paseo de las Artes Duhau, la artista se afirma en la abstracción geométrica y formula una correspondencia entre el cromatismo y el sonido.

Cristina Rossi, doctora en Historia y Teoría del Arte, especializada en la Abstracción Geométrica, se ocupa en su libro “Derivas” de la trayectoria artística de Cristina Rochaix; se refiere a sus comienzos, en los que transitó por la figuración, puertos, grúas, puentes y barcos, paisajes rurales, y su obra fue exhibida por primera vez en 1990 en el Palais de Glace.

Rochaix abandonó la pintura representativa hacia 1993, inspirada en la artista rusa Varvara Stepanova (1894-1958) para rediseñar y recortar trajes geometrizados. También tuvo como modelos otras artistas rusas, Goncharova (1881-1962) y Lyubov Popova (1889-1924) además de Oskar Schlemmer (1888-1943) y su Ballet Triádico estrenado en 1926, y que representaba la vanguardia y el espíritu de la Bauhaus para realizar siluetas de cuerpos incompletos quasi mecánicos.

Más adelante adhirió a la Abstracción Geométrica a través de Raúl Lozza (1911-2008) creador del Perceptismo, con una serie de fondo blanco, y bandas geométricas que lo atravesaban, dinamizando el espacio. Ya de pleno en este movimiento, de fuerte tradición en Argentina, muchas series se sucedieron.

La distingue el equilibrio, las combinaciones cromáticas que la separan de otras manifestaciones rígidas, más severas, de acuerdo a la gran proliferación de artistas en su madurez creativa y otros que se incorporan, en número nada desdeñable, verdaderos tributarios de la tradición geométrica.

Cristina Rochaix (San Isidro, 1962) tuvo maestros como Luisa Reisner, Miguel Angel Vidal, Carlos Fels. Integró muestras colectivas, asistió a los talleres de Juan Pablo Rensi y Alejandro Puente, realizó estudios de Historia del Arte con Jorge López Anaya y Hugo Petruchansky. En su obra vemos una geometría sensible, un canto al color, quizás la razón de ser del título de esta exposición “Acústica”.

Kandinsky hablaba de los sonidos abstractos “un color puede traer la resonancia del colorido musical de un instrumento porque la excitación óptica provoca vibraciones en otras esferas sensoriales”.

Según Rochaix “esta exposición de pinturas actuales y pasadas que dialogan entre está dispuesta en cuatro partes: Conversaciones sobre el timbre del color, Arquitecturas y espacialidad, Secuencias circulares y Pinturas orgánicas.” Remarca el cambio progresivo del círculo cromático tradicional de la pintura a colores que emulan los derivados del color digital . La relectura de un libro del historiador de arte británico John Gage (1938-2012) “Color y Cultura” en el que los relatos de poetas, físicos , pintores, músicos que pensaron e investigaron este fenómeno sonoro se tradujeron en un léxico que incluye palabras como tono, semitono, armonía, timbre, vibración, ”palabras que alimentan mi práctica cotidiana de la pintura”.

Algo notable en esta artista son los títulos autorreferenciales en lugar de los “Sin Título”, o numerados, muy usual entre los artistas de esta tendencia para despojarlos aún más de toda anécdota. “Escuchábamos a Judith hablar del rupturismo y de cómo era vivir cien años”(2024), “Conversación con las pintoras sobre el sonido del color en una demarcación del percepto” (2023) o “Araceli me hablaba del cuadro de su maestro Ozenfant” (2022). Lo que se traduce en matemática y emoción.

Hasta el 28 de julio en Paseo de las Artes Duhau. (Av. Alvear 1661).

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