Chiachio & Giannone, dentro y fuera del bastidor

Fuente: Clarín – Irrumpieron en la escena del arte en los albores de los 2000 con una técnica poco frecuente: el bordado. Más aun siendo hombres, de casi cuarenta años, quienes se presentaban como una familia disidente; conformada por dos papás y un hijo perro, el ya célebre Piolín. Después llegó la primera muestra en Sonoridad Amarilla, luego Belleza y Felicidad y más tarde hicieron lo propio en Ruth Benzacar, la galería de la que forman parte hasta el día de hoy. Esa manera de hacer arte, pero sobre todo de exhibirse ante el mundo, está presente visceralmente en sus creaciones. Es que, si hay algo que define a los artistas Leo Chiachio y Daniel Giannone –más conocidos como Chiachio & Giannone– es que en sus obras se bordan a sí mismos en distintos roles.

Retratos que ponen en valor las artes decorativas, antiguamente denostadas, donde el humor se vuelve amoroso al mostrar la fauna perruna ampliada de su casa–taller en el barrio de Congreso y la diversidad de la genealogía queer que construyeron durante estas dos décadas. En esa familia extendida es donde le rinden tributo a los artistas que los precedieron y, al mismo tiempo, anticipan a los que vendrán, asociados todos a la incansable trama del textil cotidiano.

“Crecimos en hogares donde el trabajo era un valor”, manifiestan y reflexionan a propósito de, entre otras cosas, el berretín de utilizar prendas de vestir en desuso para, por ejemplo, confeccionar la bandera que desfiló en una Marcha del Orgullo, lo mismo las cortinas de baño y manteles de voile que transformaron en obras plásticas.

Chiachio, oriundo del conurbano bonaerense, y Giannone de la provincia de Córdoba, no tuvieron pruritos en volver a mirar hacia acá, ya sea la Argentina o Latinoamérica. No se obnubilaron con lo foráneo, por el contrario, se apropiaron subvirtiendo el sentido. A su vez, sus piezas fueron exhibidas en Chile, Francia y Estados Unidos, entre otros países, y este año la firma de relojes Swatch los llevó a exponer en la Bienal de Venecia.Chiachio & Giannone, durante el montaje de su muestra Vivir sus vidas, en Colección Amalita. Fotos: Ariel Grinberg.Chiachio & Giannone, durante el montaje de su muestra Vivir sus vidas, en Colección Amalita. Fotos: Ariel Grinberg.

Vivir sus vidas es la primera muestra antológica que hasta febrero del 2025 se podrá ver en la Colección Amalita. Curada por Leandro Martínez Depietri, emula un museo enciclopédico, donde cada galería es una invitación a viajar por distintas latitudes. Y por supuesto está el recorrido oriental, lo mismo el americano y el del viejo continente, con obras inéditas y otras realizadas para la ocasión. Por caso el tapiz monumental, de cinco metros por cinco, que corresponde a la serie Comechiffones. Así, se agregan otras expresiones de su singular universo lúdico conocido por la puntada al unísono, la explosión de color y texturas, la diversidad en las formas de bordar, coser y aplicar; con recursos como el patchwork o el quilting, tanto sobre telas ancestrales como retazos domésticos.

–¿Se puede decir que el título es un parafraseo de la película Vivir su vida de Jean–Luc Godard?

–Leo Chiachio: Tiene que ver con eso, pero no hay una relación directa. En el film la protagonista (Anna Karina) se va a París a vivir su vida. Queremos que vengan a hacer eso y también a vivir nuestras vidas.

–Daniel Giannone: Nosotros nos metemos en las pieles de otros. De repente nos transformamos en asiáticos, en criollos o en egipcios. Hacemos ese juego.Chiachio & Giannone, durante el montaje de su muestra Vivir sus vidas, en Colección Amalita. Fotos: Ariel Grinberg.Chiachio & Giannone, durante el montaje de su muestra Vivir sus vidas, en Colección Amalita. Fotos: Ariel Grinberg.

–¿Como si fueran actores?

–Leo Chiachio: Les proponemos que vengan a jugar, a vivir sus vidas y también las nuestras que son todas estas.

–¿Eso los saca del bronce y los pone en un lugar de artistas de a pie?

–Daniel Giannone: Es como una gran telenovela.

–Leo Chiachio: También hay algo del estereotipo del artista que nosotros lo rompemos. No nos importa.

–Daniel Giannone: Le sacamos toda esa solemnidad para que nadie quede afuera en esta fiesta.

–En esa metáfora de “la novela”, ustedes son los protagónicos, pero a su vez integran a otros artistas…

–Leo Chiachio: Sí y en la muestra hay mucho de lo que hicimos en común, como las banderas con Cecilia Koppmann, los tapices con la gente de San Jacinto en Colombia y los bordados de Guatemala. Es parte de ese universo que es Chiachio & Giannone.

–Daniel Giannone: A mí me pareció fascinante algo que nos pasó por primera vez: abrir los archivos.Chiachio & Giannone, durante el montaje de su muestra Vivir sus vidas, en Colección Amalita. Fotos: Ariel Grinberg.Chiachio & Giannone, durante el montaje de su muestra Vivir sus vidas, en Colección Amalita. Fotos: Ariel Grinberg.

–¿Los movilizó?

–Daniel Giannone: Si, tomamos noción de lo que hicimos. Tenemos todo guardado, desde el primer dibujo que hicimos juntos.

–¿Lo hicieron a conciencia porque sabían que iban a trascender?

–Leo Chiachio: Nunca tiraría un dibujo, de nadie y tampoco nuestro.

–Daniel Giannone: Otra cosa es que en esa época nos sacábamos fotos para retratarnos y las mandábamos a revelar. No las habíamos vuelto a ver hasta ahora.

–¿Están vestidos en las fotos?

–Leo Chiachio: No, en algunas no…

–Daniel Giannone: Por ejemplo, en la fotografía de la obra «Sebastianos» nos atamos. La hicimos en un caño, en el patio de una casa y uno le sacaba la foto al otro.Chiachio & Giannone, durante el montaje de su muestra Vivir sus vidas, en Colección Amalita. Fotos: Ariel Grinberg.Chiachio & Giannone, durante el montaje de su muestra Vivir sus vidas, en Colección Amalita. Fotos: Ariel Grinberg.

–Son dos pero a su vez se vuelven uno…

–Daniel Giannone: El otro día cuando llegaron obras de coleccionistas para la muestra me pasó algo raro, me había olvidado que en el primer momento firmábamos como Leo Chiachio y Daniel Giannone, con nombre y apellido.

–¿Valen más las obras que tienen esa firma o las de ahora?

–Leo Chiachio: Depende del tamaño. Porque acá, el tamaño importa.

–¿Dónde les gustaría que esté la última obra que hicieron de la serie Comechiffones?

–Leo Chiachio: En el MoMA de Nueva York o en el nuevo Pompidou que va a estar en la Triple Frontera.

–Daniel Giannone: Nos pasa que la gente no sabe qué obra es importante para nosotros.Chiachio & Giannone, durante el montaje de su muestra Vivir sus vidas, en Colección Amalita. Fotos: Ariel Grinberg.Chiachio & Giannone, durante el montaje de su muestra Vivir sus vidas, en Colección Amalita. Fotos: Ariel Grinberg.

–¿Y cuáles son importantes?

–Daniel Giannone: Una es «Sebastianos», de la que decimos que siempre va a ser nuestra. Otra es «Próceres» que la van a poder ver en la muestra y también «Nacimiento» que está en Nueva York.

–¿Cómo se les ocurrió meterse con el discurso patrio?

–Leo Chiachio: «Próceres» está en el límite, podría ser irreverente como no. Eso nos encanta

–Daniel Giannone: Hay una tensión. La historia empezó mientras esperábamos el subte en la línea B. Estaba ambientado con las fotos de la película El Santo de la espada, con Alfredo Alcón y Héctor Alterio. Entonces hicimos de ellos. Siempre somos nosotros y vamos siendo otros.

–Leo Chiachio: En la muestra volvemos a vernos, a pensarnos de otra manera. Tiene mucha ida y vuelta. Es muy entretenida para el visitante que necesita ejercitar su mirada.

–Daniel Giannone: Es como un deja vú.Chiachio & Giannone, durante el montaje de su muestra Vivir sus vidas, en Colección Amalita. Fotos: Ariel Grinberg.Chiachio & Giannone, durante el montaje de su muestra Vivir sus vidas, en Colección Amalita. Fotos: Ariel Grinberg.

–¿Como cuando se vuelve hacia atrás al leer un libro o ver una película?

–Leo Chiachio: Sí, es interesante eso, porque tiene muchos guiños al cine que nos gusta. El afiche tiene referencias a (Pedro) Almodóvar. Lo hicimos a propósito. Godard nos encanta.

–Daniel Giannone: Todo lo que hacemos es actuando, poniéndonos en protagonistas. Es como bordar una película.

–¿Tienen algún manual de estilo?

–Leo Chiachio: Técnicamente aprendemos todo el tiempo. Somos de probar. Nos equivocamos, volvemos.

–Daniel Giannone: Es ensayo, prueba y error todo el tiempo. Hay algo que pasa y es que en nuestras muestras nadie queda afuera. Se van a vincular desde el punto o porque tienen un perro. Además, van a poder creer que eso que hacía su abuela puede ser arte. Algo que no es extraño, es lo cotidiano cargado de contenido.

–Leo Chiachio: Es parte de nuestra seducción. Van a venir y van a ver, estará quien pueda llegar a la primera capa o a la segunda, luego quien vaya a la tercera, o a la cuarta y la quinta.

–Esos son los que llegan al nirvana…

–Daniel Giannone: Claro, todos van a poder ver eso. Nunca nos interesa ser herméticos.Obra de Chiachio & Giannone.Obra de Chiachio & Giannone.

–Arrancaron después de la crisis del 2001 con el bordado porque era barato y porque además era una herramienta política…

–Daniel Giannone: Que dos hombres en esa época agarraran un hilo, una tijera o se pusieran atrás de una máquina de coser fue un gesto político muy fuerte del que nosotros no éramos conscientes al principio.

–Leo Chiachio: Jodíamos con Jorge Gumier Maier que era “la señora” que nos daba clase y nosotras “las dos locas” que íbamos a bordar. Siempre jugamos a eso, no tememos problema, nos divierte.

–Esa idea del sentido común que no se vuelve del ridículo no va con ustedes.

–Leo Chiachio: No, nosotros vamos y volvemos.Chiachio & Giannone. Selva Blanca.Chiachio & Giannone. Selva Blanca.

–¿Cómo sostienen la coherencia?

–Leo Chiachio: Por nuestra formación académica y por las maneras de producir. Siempre nos interesó la historia, para saber qué pasó y dónde estamos parados. Para mí hay que hacer un ejercicio constante de la memoria. No podemos hablar de los 90 y no nombrar a Marcelo Pombo o a Omar Schiliro, entre otros. Cuando hablamos de la familia también tiene que ver con eso. Somos en consecuencia.

–Esa es la parte más atractiva de los 90, pero en el reverso estaba la cultura del hiperconsumo, los nuevos ricos, la espectacularización de la política, etc. ¿Lo pueden relacionar con el aquí y ahora?

–Leo Chiachio: Vengo de una familia obrera pobre, entonces lo padecí, cuando ellos viajaban, nosotros no comíamos. Eso está sucediendo. Hay mucha conciencia de nuestro lado de lo que estamos viviendo. También lo simbólico con el cierre de las instituciones y el poco presupuesto. Para nosotros es un lujo estar en la Colección Amalita. Siempre decimos que si nos hubiese tocado en un museo público hoy, no lo podríamos hacer.

–Daniel Giannone: Estaríamos padeciendo.

–Leo Chiachio: Primero porque estamos hablando de una familia homoparental con perros que por lo que hemos escuchado en los discursos del Estado en lugares públicos parece que no está permitido. En cierta manera, nos armamos esta burbuja para decir “vivan nuestras vidas”. Y hacemos un paréntesis en el bodrio de alrededor, no solo en lo local sino también en lo internacional.

–Ahí, a su vez, ¿se dio el lugar de resistencia que puede tener el arte?

–Leo Chiachio: Eso va a suceder siempre porque en Argentina, y en particular Buenos Aires, es muy interesante la producción que hay, a pesar de que haya más o menos presupuesto. Y sobre la coyuntura, yo creó en la democracia y si es lo que se eligió hay que bancársela, pero ojalá que se vayan en cuatro años, que no destruyan tanto una sociedad, que podamos retomar los valores de las instituciones, la educación y la universidad pública. Mi deseo es ese.

–Daniel Giannone: A mí me impacta cómo a pesar de todo hay una pulsión por hacer.

–¿Qué pueden decir ahora que se volvieron a discutir algunos consensos sobre derechos humanos o diversidad?

–Leo Chiachio: Jamás hay que asumirlo como cien por cien seguro, continuamente hay que decirlo porque siempre habrá un hijo de puta que va a querer tirar todo por la borda. ¿Qué tenemos que hacer? Seguimos diciendo que somos una pareja gay, una familia, con nuestros perros. La comunidad LGTB nos dice que somos sus portavoces. Hay que seguir, cada uno desde su lugar. Nosotros desde el arte.

Vivir sus vidas, primera exhibición antológica del dúo Chiachio & Giannone. En Colección Amalita, Olga Cossettini 141, Puerto Madero. Jueves a domingos de 12 a 20.

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