Fuente: La Nación ~ Marta Minujín y Mónica Heller, los responsables de Barro y Benzacar y la directora del Museo Sívori salen de compras con LA NACION y eligen, en su mayoría, pinturas; este domingo es el último día para visitar la feria.
En la segunda jornada de arteba con público, se mantuvo el clima sostenido de entusiasmo y buena afluencia. El optimismo es general. “Hubo fila de gente esperando para entrar. Volvimos a la vida, se nota una energía prepandémica, una vitalidad y un entusiasmo. Creo que es de las mejores ediciones de los últimos años”, analizaba Gachi Prieto.
“Hoy la feria estuvo bárbara, contra toda predicción, por el fin de semana tan largo y la situación del país. No esperábamos que fuera tan bien. Muchísima gente, como siempre los fines de semana. Se gesta un nuevo coleccionismo”, señala Marina Pellegrini, de la galería Vasari. “Los coleccionistas siguieron viniendo después de la apertura, hubo ventas; es un buen día”, coincide Nora Fisch.
Con ojo de artista y arquitecto, Juan José Cambre pondera el diseño de la feria: “Haber eliminado los pasillos es óptimo. Se ve todo de todos lados”. Eso mismo observa Pablo de Sousa: “La nueva disposición ayuda a que podamos mostrar mejor las obras”. Este domingo es el último día para visitar la feria en el Centro Costa Salguero.
Un juego para especialistas
LA NACION propuso su tradicional juego del “cheque en blanco” para recorrer los espacios de las galerías desde otra óptica: personalidades del mundo del arte eligen una o más obras a la venta para llevar a su casa si pudieran. Dos artistas, dos galeristas y una directora de museo hacen sus elecciones y una disciplina resulta favorita: la pintura.
Regreso a la pintura
La artista Mónica Heller, actual representante de la Argentina en la Bienal de Venecia, eligió tres obras de Martín Legón, La Danza, 2019-2020, en la galería Barro. “Martín es un gran artista que me gusta mucho, que conozco hace tiempo. Ver de vuelta pintura, que hacía rato que no hacía, me pareció una linda sorpresa, me daban ganas de verla… vine especialmente a ver esta obra. Cuando un artista se mueve o cambia de obra, me intriga, está bueno. Sigue habiendo movimiento creativo”, dice Heller. La artista también hizo un retorno a la pintura, como se puede ver en el stand de Piedras, donde también están sus videos bienalistas. “Yo siempre alterno”, aclara.
Lápices de colores
Marta Minujín disfruta del juego, ya con experiencia en esta nota. Sola, buscó, eligió y se hizo sacar una foto para cumplir con la misión periodística. “Elegí esta obra de Eduardo Santiere, de mi misma galería, Herlitzka Faría. Es una cosa muy expresiva que hace con lápiz, con un relieve brutal y de colores. Trabaja meses y meses con lápices de colores en cada obra”, explica. El artista tiene ahora una muestra individual en la galería.
El texto curatorial explica su técnica: “Con gubias de las que se usaban en los orígenes del grabado y elementos cortantes que parecen escalpelos, Santiere hace texturas híper delicadas y micro incisiones controladas. A veces, al extraer con infinita paciencia una capa del papel, convierte la superficie en una especie de seda traslúcida. En otros casos, separa la hoja hasta darle volumen. En sus trabajos el soporte deviene piel, superficie de placer”. Hay que verlo en vivo, sin pantallas de por medio.
Retrato al temple
Nahuel Ortiz Vidal, galerista de Barro, va directo a su stand vecino, Sendrós, y se para delante de un retablo de Andrés Piña, titulada Qué tiene que ver la noche con dormir, de 2022. “Está pintado al temple, una técnica que se usaba en la antigüedad. Cuenta la historia de su vida, cómo va pasando de una cuna a una cama de una plaza, a otra de dos. Me hizo acordar al Remedios Varo que está en el Malba. Tiene una cuota surrealista, y aunque es muy contemporáneo, parece un pintor de antaño. Vi en los contemporáneos mucho colorido, todo muy fauvista, muy exorbitante. Esta es una pequeña joya, de gran refinamiento, con misterio”, dice Ortiz Vidal. Quiso comprarla, pero ya tenía dueño.
Tela, sogas y poleas
Puesta a elegir, la galerista Orly Benzacar no duda y camina directo a Isla Flotante, donde se ve una obra de Mariela Scafati, La potencia y una silla más o menos intacta, 2022, compuesta por seis acrílicos sobre tela, sogas y poleas. Hay espectadores que se acuestan en el piso para disfrutarla. “Me encanta como artista y me parece que la propuesta que hizo la galería con esta instalación es corajuda, está buena. La elegí porque me gusta”, dice Benzacar. “Las pinturas guardan lo que pueden ser, lo que pudo haber sido o lo que será”, escribió Scafati sobre esta obra.
Una fotografía “absurda”
Teresa Riccardi es directora del Museo Sívori y este año no le tocó salir de compras con el Programa de Adquisiciones de la feria. Lo hace con gusto, entonces, para esta propuesta y va a la galería de María Casado, para quedarse con una fotografía de 2019 sin título de Cecilia Szalkowicz, al menos por un rato. “Es una artista muy versátil, multifacética, entre el diseño, la fotografía, las ediciones. Tiene un cuidado absoluto en su trabajo, es impecable y genera complicidad con muchos entornos. Tiene humor muy particular también, hay algo escondido en su obra con tintes surreales. Me parece muy atractiva esa economía de medios, por un lado, pero al mismo tiempo, su agilidad y su belleza. Tiene algo absurdo”, analiza. Le recuerda tanto a una obra de Mariette Lydis con la que Szalkowicz en ocasión de una retrospectiva de la primera en el Sívori, como a Eduardo Costa por el limón.
Ya lo dijo Chejov: “Las obras de arte se dividen en dos categorías: las que me gustan y las que no me gustan. No conozco ningún otro criterio.”
La agenda del último día
- arteba en el Centro Costa Salguero, Av. Costanera Rafael Obligado 1221, de 12 a 20. Entrada general: $1000; jubilados y estudiantes: $500; menores de 10 años y personas con discapacidad, sin cargo.
- Domingo, a las 18: “Experiencia/ experimento”: conversación entre Kiki Mazzucchelli, Maurin Dietrich, directora del Kunstverein de Munich, y Florencia Malbran. Modera María Paula Zacharías.