Fuente: Museo Mumbat ~ En febrero de 2021, fueron recibidas en calidad de donación al patrimonio del Museo, un conjunto de ocho (8) obras de la artista polaca-argentina: Basia Kuperman. Dicha donación, cobra relevancia por su valor histórico y estético, sumándose a las otras obras que ya formaban parte del acervo.
Las mismas evidencian no solo nuevos aspectos técnicos y formales que la autora aborda en sus series, también implican nuevas temáticas a las cuales se abre y que comparten un hilo conductor: la condición humana.
En los años `70 y` 80 la figura pudo ser central en su obra, caracterizada por trazos negros como en el retrato “Felices pensamientos”, o en los pasteles “Maternidad” y “Maternidad 1”, donde la figura femenina y el acto de maternar ocupan el centro de la escena, pero es en obras como “¿Por qué?/Warum”, perteneciente a una serie testimonial, que la artista pinta sensaciones, climas y se acerca a la condición humana.
A lo largo de su producción artística, los paisajes también adquieren diferentes resoluciones formales, a través de una geometría simple y los planos de color, que en los últimos años se acerca a una obra metafísica a partir del tratamiento de la imagen y el cromatismo, como puede observarse en los oleos del `90. En estas arquitecturas vacías, la huella humana se hace presente y de ese modo interpela acerca de la condición del hombre.
A través del lenguaje del Arte, Basia Kuperman ha logrado expresar verdades universales que aun hoy nos interrogan y señalan caminos. Porque más allá del registro de los objetos cotidianos y mínimos o de la aparente simplicidad de sus temas, su poética trasciende la categoría estética para constituirse en manifiesto ético, ya que nada de los humano le fue ajeno.
Agradecidos de recibir esta donación compartimos, con la comunidad toda, el crecimiento de la colección y reafirmamos el compromiso de valorizar nuestro patrimonio, difundir arte y pensamiento creativo.
Sobre la artista.
Nació en Varsovia, Polonia, en 1927, y falleció en Buenos Aires en 2013. Arribó a la Argentina en 1934 y se nacionalizó en 1967. «Vine a la Argentina desde muy pequeña, con la Segunda Guerra Mundial pisándome los talones. Lo que soy, mi familia, mi carrera, todo, se lo debo a este país que adopté como propio», comentaría la artista en alguna oportunidad.
Estudió en escuelas oficiales y en los talleres de Demetrio Urruchúa, Juan Carlos Castagnino, Antonio Berni y Juan Batlle Planas. Se capacitó en Historia del Arte con Jorge López Anaya y en psicología en la Universidad Nacional de Buenos Aires.
Cabe destacar que la artista pintó murales en edificios públicos y privados de la ciudad de Buenos Aires y ha realizado alrededor de cuarenta muestras individuales en importantes galerías, salones nacionales y provinciales en Argentina y otras veinte exposiciones internacionales en Canadá, Panamá, Guatemala, Mónaco, Francia, Inglaterra, España, Rumania, Polonia y Alemania.