Fuente: Télam ~ El artista conceptual, sociólogo, curador y letrista de varios hits de Virus Roberto Jacoby subastará 60 obras de su colección personal, entre las que hay piezas de León Ferrari, Matías Duville, Mariela Scafati, Fernanda Laguna, Rosario Bléfari y Sergio Avello, que compró, canjeó o le regalaron colegas y amigos y, de forma innovadora, le dará a cada uno de ellos el «droit de suite», el 3% del dinero obtenido por la venta.
Organizada por la galería Roldán, la subasta de parte de la colección, de Jacoby -que en total cuenta de 170 piezas- tendrá la impronta de una retrospectiva de desmaterialización, que se podrá visitar de lunes a viernes de 10 a 19 y el fin de semana de 15 a 20, sin necesidad de reservar cita, hasta el próximo miércoles, cuando a las 19 comience la subasta.
Pero además, la subasta es para el artista una forma de alivianar su propia existencia y de ser consecuente con su presente artístico. «Desde hace algunos años estoy centrándome en las poesías y las canciones. Mi compañera, Kiwi (Mariana «Kiwi» Sainz), dice que siempre fui poeta pero que lo supe disimular con discreción. Y ahora creo que se terminó la discreción», confiesa, en diálogo con Télam, sobre el motivo que lo llevó a armar la subasta. Reconoce, además, que gran parte de las obras permanecieron durante décadas colgadas en las paredes de su casa en el barrio de Congreso y que vivir en un hogar cargado de tanto sentido artístico puede ser agobiante.
«Tener tantas obras en mi casa se había vuelto una cosa medio fuerte. La mayoría eran regalos y compras a mis amigos, pero las paredes estaban cubiertas y me resultaba un poco agobiante. No es lo mismo que el que tiene dos cuadros o el que los cuelga a modo decorativo. Para mí eran recuerdos, partes de mi vida y de la de muchos de esos amigos que ya no están», explica sobre el por qué más profundo de esta desmaterialización artística que emprendió.
Motor de la escena artística contemporánea nacional, Jacoby (Buenos Aires, 1944) construyó su obra y trayectoria con la defensa de la «desmaterialización del arte», con foco en los lazos y las ideas por sobre las obras. Creador de más de 30 canciones de Virus, fue el fundador de la mítica revista de arte Ramona. Con el proyecto «Venus» ganó la Beca Guggenheim que le permitió idear una microsociedad dedicada a contactar gente entre sí, que con su propia moneda les permitía a sus asociados intercambiar bienes y servicios al margen de la economía nacional. Ahora, se subastará un lote de aquellos billetes con un base de 1.500 dólares. En aquel momento, en una clara muestra de «desmaterialización» el artista respaldó aquella moneda imaginaria con los fondos de la Guggenheim y, después, los donó.
Considerado como uno de los integrantes más notables de las vanguardias que surgieron en la década de 1960, Jacoby y el grupo al que se vinculó en sus comienzos -en el que se destacaba el filósofo y ensayista Oscar Masotta- practicaron un tipo de arte completamente novedoso para la época, que buscaba interpelar con las ideas y la crítica social, y que más tarde llegó a conocerse como «arte conceptual».
Ellos, en cambio lo denominaban «arte de la desmaterialización» y esta operación estética, poco conocida en el país, logró convocar la atención internacional. Cincuenta años después, el concepto de la desmaterialización reaparece en la subasta de parte de su colección.
La decisión de armar finalmente una subasta la tomó durante la pandemia. «Hice pintar mi casa durante aquellos días de encierro, por lo cual tuve que bajar todo y guardarlo unos días. Y al volver, me encontré con las paredes blancas y, sorprendentemente, me sentí aliviado. Las obras no dejan de ser objetos cargadas de las pulsiones de otros, ahí está su vida y la intensidad de muchos. Es como vivir acompañado de otras almas», relata.
Entre los lotes que el miércoles se rematarán en Roldan hay obras del propio Jacoby y de otros artistas como Marina De Caro, Ariadna Pastorini, Sandro Pereira, Miguel Harte, Sergio Avello, Luciana Lamothe, Rosario Bléfari, Kiwi Sainz, Flavia Da Rin, Benito Laren, Matías Duville, Jorge Gumier Maier, Ricardo Carreira, Mariela Scafati, Nacho Marciano, Marcelo Pombo, Fermín Eguía, Margarita Paksa, y Fernanda Laguna.
En la colección hay de todo y por eso, la subasta de Roldán ya tiene prereservas. «Cóctel», con un precio base de 4 mil dólares, es la fotografía que Alejandro Kuropatwa le regaló a Jacoby por haber escrito el texto para el catálogo de su muestra en la galería Ruth Benzacar, en 1996. De León Ferrari, hay un dibujo sobre papel -la obra que llegará a la subasta con mayor precio de base, 20 mil dólares- una de sus primeras caligrafías vinculadas con la poesía visual.
Jacoby cuenta que algunas piezas pueden parecer «muy modestas», pero que son insignia de un momento cultural o, incluso, de su propia vista. «Tengo la primera obra que vendió Sergio Avello en su vida (tendrá una base de 2.500 dólares). Se la compré en una galería de artistas pobres. También está la ilustración del flyer de una retrospectiva de Fernanda Laguna que hicimos en mi casa, y eso tiene un valor enorme porque he estado muchísimos años trabajando con ella. También están los Pablos Suárez, que fue como mi hermano y la persona que me inició en el arte («Los cisnes de Palermo», con un precio base 6 mil dólares y un dibujo sobre papel de 800 dólares)», repasa.
Las obras nunca salieron de aquella habitación después de la pintura. A Jacoby le llevó dos años clasificarlas. «Durante ese tiempo reflexioné mucho sobre el sentido de tener una galería dentro de una casa. En definitiva, todas esas piezas están estancadas y ni se aprovechan ni se pueden exhibir. Entonces, apareció la idea de la subasta y Roldán como el lugar ideal. Ellos armaron el catálogo de una subasta que, en definitiva, habla de una vida. Todos tienen una historia porque no los adquirí con un curador y por eso me pareció que tenía sentido hacer una semana de muestra antes de la venta», explica Jacoby sobre cómo eligió 60 obras de un total de 170.
El artista confiesa que el proceso requirió de cierta automoderación: «De pronto me arrepentía de dejar ir una obra, pero me advertía a mí mismo que no podía volver a volver a foja cero en el proceso». Una vez seleccionadas las piezas, Jacoby se comunicó con los artistas para contarles sobre el proyecto y para evitar aquello, más lineal, de «vender lo regalado». A todos les pareció una buena iniciativa e incluso aportaron ideas para mejorar la subasta.
Pero además, como una forma de reconocimiento a una de las demandas históricas de los artistas, Jacoby decidió pagarle a cada uno el «Droite de suite», el 3% del dinero obtenido con la venta de las obras, como una forma de que la adquisición también de cuenta de la biografía y el recorrido que hace una obra.
Las obras se pueden visitar durante el fin de semana de 15 a 20; lunes y martes de 10 a 19; con entrada gratuita en Roldán (Juncal 743, CABA). La subasta será el miércoles 22 de marzo a las 19.30.