Fuente: La Nueva – Se invertirán poco más de 150 millones de pesos para construir un depósito que permita conservar alrededor de 1.000 obras de arte.
Con un presupuesto oficial de 156 millones de pesos, el miércoles 7 de agosto tendrá lugar la apertura de ofertas para la construcción del depósito donde se ubicarán las obras del Museo de Bellas Artes, entidad que ocupa el edificio La María Luisa de calle Sarmiento 450 y que lleva un año cerrado por carecer precisamente de un espacio adecuado para el acopio de su colección.
El Museo de Bellas Artes –creado en 1931– ocupa el inmueble desde 1995, compartiendo desde ese año hasta 2004 las instalaciones con el Museo de Arte Contemporáneo (MAC).
Este último año el MAC se trasladó a un nuevo edificio, ubicado en el mismo predio, dando lugar al complejo que se denomina Dos Museos.
Cuando se construyó esa ampliación, hace 20 años, la misma incluía un local que serviría de depósito para el Museo de Bellas Artes, el cual sin embargo quedó pendiente hasta el presente.
Cuando a fines de 2023 el actual intendente Federico Susbielles visitó el lugar se comprometió a construirlo, por considerarlo vital para el buen funcionamiento del museo.
La situación se agravó cuando, por esa falta de un espacio adecuado donde ubicar las cerca de 900 obras de la entidad, poco a poco las mismas se fueran repartiendo en las distintas salas del inmueble, buscando que no estuviesen apretadas y mal acopiadas, además de no tener las mejores malas condiciones en cuanto a humedad, ventilación y temperatura.
“Hemos tenido nuestra colección durante años en una sala de 20 metros cuadrados. Con el tiempo hemos dispuesto el resto de las salas para esa función, con lo cual la casona fue quedando inadecuada para las exposiciones”, manifestó Marcelo Díaz, responsable del museo.
Al utilizarse los ambientes con ese destino, finalmente se decidió cerrar el museo al público, por la imposibilidad de organizar muestras y para un mejor resguardo de los cuadros, esculturas e instalaciones.
Lo que viene
El depósito a construirse se apoyará sobre la pared de fondo del patio trasero, contando con una superficie cubierta de 114,70 metros cuadrados. A ese edificio suman 16,80 m2 de unos escalones que funcionarán como gradas en la parte delantera.
El interior dispondrá de un sistema de guías corredizas adecuadas para el colgado de los cuadros y un espacio que servirá como taller para arreglos y otras labores propias del mantenimiento.
El edificio se desarrollará en una planta, con estructura de hormigón y mampostería de ladrillo hueco. Tendrá piso de cemento, un portón de acceso de dos hojas y contará con todos los servicios.
El plazo de obra fue establecido en 270 días corridos, con lo cual se puede pensar, considerando los debidos pasos burocráticos, que podría estar terminada para la primavera de 2025, con lo cual el museo estaría en condiciones de reabrir sus puertas a fin de ese año.
Un bien relevante
Incluido en el inventario patrimonial, la vivienda que ocupa el museo de Bellas Artes es un diseño del arquitecto Guido Buffalini, construido en la década del 20. Se destaca por sus muchos detalles art nouveau, sobre todo en sus aberturas y en la marquesina de hierro y vidrio que marca el ingreso. Otro elemento característico es su mirador, el cual en su época serviría para tener visuales hasta del sector portuario.
El bien fue adquirido por la municipalidad en 1977 y destinado en principio al funcionamiento de un hogar adolescente. El nombre de la casona rinde tributo a María Luisa Parodi, mujer de Carlos Vitalini, integrantes de una tradicional familia cuyos primeros miembros llegaron a la ciudad mediados del siglo XIX, con la Legión Agrícola Militar.
Un camino
El Museo de Bellas Artes fue inaugurado el 2 de agosto de 1931, siendo su primer director el arquitecto Enrique Cabré Moré. Ocupó ese año el histórico edificio de calle Belgrano, “la parte de atrás del palacio municipal”, donde funcionara la primera comisaría de la ciudad y el servicio de enfermería municipal.
Para la ocasión se presentó una colección de pinturas con temas regionales realizadas por los artistas Domingo Pronsato, Ezio Maldini Rovere y Alfredo Massera, con temas como “Cangrejales de Puerto Galván”, “Salinas Chicas”, “Muelle de Galván” y “Tarde en el puerto de White”.
A eso se sumó una variada muestra con pinturas aportadas en calidad de préstamo por distintos vecinos, entre ellos Juan Carlos Miraglia, Jorge Duarte, Florentino Ayestarán, Francisco Cervini, Eduardo Palavecino, Luis Dumortier, Adrián Morado Veres y Eduardo González.
En 1933 el museo se mudó al salón de esquina del club Argentino, en avenida Colón y Vicente López, luego de que se descartara la propuesta de instalarlo en el foyer el Teatro Municipal, lugar que por entonces ocupaba la confitería.
En 1937 tuvo un nuevo traslado a la planta alta de una vivienda de calle O’Higgins 162 y, finalmente, en 1942 se instaló en el subsuelo del palacio municipal, donde estuvo hasta su mudanza a la María Luisa en 1995.