Fuente: Argentina ~ La Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), fuerza que depende del Ministerio de Seguridad de la Nación que encabeza Sabina Frederic, como consecuencia de un trabajo conjunto con la Dirección General de Aduanas (DGA), secuestró varios objetos de valor histórico, entre ellos cuadros, mapas, manuscritos, monedas antiguas y de oro, tras una importante investigación que derivó en nueve allanamientos realizados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en Pilar, provincia de Buenos Aires.
La investigación comenzó hace más de cuatro meses cuando el Comité Argentino de Lucha contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, del que forma parte la Aduana, recibió la notificación desde Perú por la sustracción del material histórico “Libro de Arrieros de los 3 Cañaverales de Pachachaca, Mollemolle y Santa Ana pertenecientes a esta Real Superintendencia de Temporalidades de esta Ciudad del Cuzco y su Obispado que da principio en 1° de mayo de 1772 hasta 30 de abril de 1773”, perteneciente al Archivo Regional del Cuzco.
Durante la pesquisa, personal de la PSA y de la Aduana lograron identificar a los presuntos responsables a través de sigilosas tareas investigativas y escuchas. Se pudo comprobar que los sospechosos participaban de la compraventa internacional y acopio de obras de arte, manuscritos históricos, mapas de época y libros antiguos de gran valor patrimonial y cultural. A la vez, detectaron la existencia de diversas propiedades vinculadas a estas personas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en Pilar, provincia de Buenos Aires y en el exterior: Uruguay, Inglaterra e Islas Vírgenes Británicas.
Al respecto, el titular de la PSA, José Glinski destacó: “La profunda labor de campo y el análisis de los investigadores de la fuerza permitieron establecer conexiones que fueron echando luz hacia estos resultados. El entrenamiento y la capacitación constantes son importantes para contar con agentes actualizados y actualizadas para desarticular organizaciones dedicadas al tráfico ilícito de bienes culturales y colaborar con la seguridad del patrimonio cultural de los países”.
Por su parte, la titular de la Dirección General de Aduanas, Silvia Traverso, sostuvo: “Las investigaciones desde Aduana se centraron sobre la hipótesis de tráfico ilícito transnacional de bienes culturales y culminaron con la denuncia penal. El trabajo coordinado con otras dependencias del Estado, como el Ministerio de Cultura y el de Seguridad, fue clave para este resultado”.
Inmediatamente a la recepción de la denuncia desde Perú, la DGA denunció el hecho, lo que dio inicio al proceso de investigación. Poco tiempo después, se encontró el libro en un sitio web especializado en la comercialización de “libros raros” y antiguos, mapas, grabados, libros de viajeros y científicos, con sede en Buenos Aires.
La pesquisa avanzó con las tareas de campo de la PSA y con la selección de determinadas piezas ofrecidas a la venta en el sitio web investigado y, junto con el personal de la DGA y funcionarias y funcionarios del Ministerio de Cultura, se avanzó en la hipótesis del tráfico ilícito transnacional de bienes culturales, ya que los elementos en cuestión podían ser parte del patrimonio cultural de Perú y Paraguay. Ante ello se impulsaron requerimientos internacionales de información dirigidos a las autoridades en la materia de ambos países.
Frente a esta situación, la Justicia Nacional en lo Penal Económico dispuso el inmediato allanamiento de los domicilios en los lugares antes mencionados. Allí se incautaron cuadros, mapas, monedas antiguas, monedas de oro, divisas, cinco relojes de alta gama, manuscritos, barras de oro, dos autos de alta gama, además de teléfonos celulares, computadoras, tarjetas, pasaportes y carpetas con material para la causa.
En la investigación también participaron distintas áreas de la Administración Federal de Ingresos Públicos y de la Unidad de Información Financiera (UFI) para avanzar en la línea de los flujos financieros y la capacidad económica de las personas investigadas. Intervino el Juzgado Nacional en lo Penal Económico N°02, a cargo de Pablo Yadarola.