Fuente: MDZ – El consultor de arte, Carlos María Pinasco, analiza en MDZ, a un gran pintor, escultor y grabador francés.
Desde la “entronización” del “Salvator Mundis” el pretendido Leonardo da Vinci que fuerécord absoluto en subastas han aparecido, con cierta frecuencia hallazgos en uno u otro sentido, sorprendentes. Al poco tiempo fue el turno de Rafael y una supuesta “María Maddalena”, asunto sobre el que también nos ocupamos.
Recientemente nos hemos referido a “Ecce Homo” el Caravaggio, de autoría indudable que ahora el Museo del Prado expone con bombos y platillos en una sala exclusiva. Tras cartón un óleo del mismísimo Miguel Ángel relacionado con su famoso fresco de la Capilla Sixtina “El Juicio Universal” levantó múltiples dudas (incluida la nuestra).
Ahora le toca a Edgar Degas subir a escena
Pongamos en claro, antes de adentrarnos en la historia, el contexto general que mueve los hilos de estos episodios. En primer lugar, sin duda está el mercado: la valorización extraordinaria de las obras de artistas históricos (que siempre escasean) motoriza
investigaciones serias, buscadores de tesoros, profesionales y aficionados y ¿por qué no? alquimistas sin escrúpulos.
Luego están los expertos, con sus profundos estudios, asistidos hoy con tecnología ultra- eficiente pero también con acechados con sus egos e intereses. Al caso viene la confesión que hizo uno de ellos cuando en un seminario internacional en Leipzig (nada menos que sobre el “Salvator Mundi”): las políticas académicas son como cualquier otra política, excepto que hasta ahora no ha corrido sangre”.
En este contexto la prensa española anuncia en estos días un “Chollazo histórico en el mundo del arte: compra un ‘Degas’ por 926 euros”. El chollazo (ganga) se habría concretado a través de un sitio de subastas on-line un par de años atrás y el anuncio aparece ahora tras la supuesta certificación de la obra. Se trata de un pastel titulado “Elogio del maquillaje” que por unas horas fue presentado en el Ateneo de MadridTe podría interesar
Habría sido pintado por Edgar Degas (1834–1917) entre 1876 y 1877, comprado en 1887 por un ilustrador barcelonés que lo lleva a El Cairo. A su muerte vuelve a España es incautado antes de la Guerra Civil y devuelto luego en épocas de Franco. En 1940 la obra es adquirida por Joan Llonch Salas, presidente del Banco de Sabadell. Desde entonces había pertenecido a los herederos. Misteriosamente estos, ignorando lo que tenían. Lo malvenden.
En los medios aparece la foto de la obra, que no dice mucho. En ella no existe rúbrica alguna, aunque la crónica sostiene que está firmada. (Puede ser que la foto sea parcial y la haya dejado afuera). Especulan además que el cuadro vale entre siete y ocho millones de euros, incluso algunos llegan hasta 12. Obviamente la última palabra no está dicha.
Mientras esperamos el próximo capítulo, envío un pastel de Degas maravilloso (seguramente de las mejores obras del Maestro francés, perteneciente al Museo Nacional de Bellas Artes, donación de Mercedes Santamarina y una monocopia titulada “Un cliente serio” (que fue luego litografiado) dónde sugestivamente aparecen las dos mujeres del “Elogio del Maquillaje”…
* Carlos María Pinasco es consultor de arte.
carlosmpinasco@gmail.com