Fuente: Infobae ~ De su carpeta de dibujos del jardín de infantes, Luciano Mogni todavía conserva algunas de sus “obras”. En la mayoría de ellas -cuenta a Infobae mientras las saca de una caja para fotografiarlas- replicaba situaciones urbanas: autos, calles, semáforos. “Siempre fui muy observador. Me acuerdo que cuando se puso de moda calcar, mi mamá me decía que no lo hiciera. Así fue como me acostumbré a dibujar”, dice.
Luciano tiene 45 años, nació en Avellaneda y vive en Lomas de Zamora. Hijo de un Ingeniero y de una Publicista, su inclinación hacia el arte comenzó desde que era un niño. Cuando terminó el secundario, explica, eligió estudiar Publicidad en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ). “Me recibí como licenciado, trabajé en agencias y, a través del diseño, introduje el arte. Mi primera publicidad fue una silueta femenina, que dibujé a mano alzada para un Centro de Estética, y se publicó en la contratapa de la revista Noticias”, cuenta acerca de su debut “ad honorem”.
Con los años, Mogni montó su propia agencia de publicidad. Sin embargo, nunca dejó de pintar. En ese momento, dice, lo hacía “de manera más abstracta”. Incluso, llegó a exponer sus obras en distintas galerías y tuvo un local en Los Cardales, donde vendía sus cuadros.
La bisagra la marcaron sus 40 años. Cuando llegó a esa edad, Luciano sintió la necesidad de estar más conectado con el arte y no tanto con el mundo empresarial. Cerró la agencia y se volcó de lleno a la pintura. Además, empezó a producir eventos para el Museo de Arte Contemporáneo de Almirante Brown en Adrogué.Desde muy chico, Luciano replicaba situaciones urbanas -donde se veían autos, calles, semáforos- en sus dibujos del jardín de infantes
“ME GUSTA EL ARTE”
Del arte abstracto -ese que no representa “cosas” concretas de la naturaleza sino que propone una nueva realidad- Luciano fue virando hacia el figurativo, que canalizó a través del muralismo. De pronto, intervenir paredes de casas, terrazas, bares o restaurantes y fachadas de edificios se convirtió en su nueva pasión.
“Lo más lindo de esa época era la interacción con la gente. Me acuerdo de un cartonero que me pidió que pintara un burrito en honor al suyo. Cuando uno va a pintar a los barrios que están como olvidados se genera algo muy lindo. Los vecinos se acercan, te ofrecen frutas, gaseosa…. Hay mucha camaradería e interés por lo que uno hace”, cuenta Luciano.
Además de sus intervenciones artísticas por las calles de zona sur (“Pinté desde un retrato de Gilda hasta paredes con siluetas de Diego Maradona”), Mogni también desplegó su talento en Capital Federal estampando una imagen de Sandro en la persiana de un local ubicado sobre la Avenida Pueyrredón.Luciano Mogni tiene 45 años y vive en Lomas de Zamora. Antes de la pandemia pintaba murales, fachadas de edificios, bares y restaurantes
UNA VUELTA DE TUERCA
Con la llegada de la pandemia, Mogni -que hasta marzo de 2020 se dedicaba a hacer murales- tuvo que recalcular. Al verse encerrado en su casa, con su esposa Natalia y sus dos hijos, Lautaro (9) y Liz (7), el hombre de 45 años usó lo que tenía a mano (tableros de madera y algunas latas de pintura látex) y, de alguna manera, volvió a convertirse en aquel niño que pintaba situaciones de la calle.
Su fuente de inspiración fue el material que le ofrecía la cuenta de Instagram “Conurmaps”.
Creada en 2019, @Conurmaps tiene poco más de 33 mil seguidores. “Siempre me gustó recorrer lugares con el Street View de Google Maps. Cada vez que miraba alguna calle del Conurbano bonaerense encontraba secuencias extrañas o graciosas y se las pasaba a amigues por WhatsApp. Al final, terminé armando una cuenta”, explica a Infobae su creador, quien prefiere mantener su nombre en el anonimato.La secuencia que pintó Luciano, inspirada en las fotos de la cuenta de Instagram @conurmaps: «el Google Maps del Conurbano»
Lo primero que pintó, recuerda ahora Luciano, fue la imagen de un taunus gris frenado en una esquina con tres personas al lado. “Una situación medio rara que quedó registrada en una de las fotos del Street View de Google Maps y que @conurmaps había publicado en su feed”, asegura.
Cuando dice “rara”, Mogni no exagera. En la secuencia se ve tres muchachos: uno tomándose de los genitales; otro en cuero con la remera sobre el hombro; y el tercero con el brazo izquierdo extendido, apuntando hacia algún lado. “El cuadro fue un éxito”, dice acerca de su debut. Le siguieron la imagen de un hombre con el torso desnudo, que conducía un camión sin puerta y lleno de pollos; y una pelea entre vecinos.
“Arranqué con un cuadro por semana con la idea de mostrar el folklore del Conurbano. Esa magia que muchas veces solo entienden los que viven ahí”, sostiene.La «discusión» de dos vecinos en alguna calle del Conurbano, el segundo cuadro de Mogni
“Como las capturas del Street View no son 100% nítidas, y se le blurea el rostro a las personas, se me ocurrió usar una técnica más indefinida, sin tanto detalle y a mano alzada para las pinceladas”, explica Luciano y dice que cada cuadro le lleva entre una hora y media y dos.
Según Mogni, todo esto le agudizó el ojo en lo cotidiano. “Desde que se flexibilizaron las salidas y puedo estar más tiempo en la calle, cada vez que encuentro una situación que merece ser pintada, le tomo una foto. El otro día vi cómo una señora iba sentada en el baúl de un auto y llevaba de arrastre a una mezcladora de cemento”, explica sobre el extraño suceso que días después plasmó sobre la madera.
De cara a las PASO, el artista recordó que para las últimas elecciones un hombre se presentó a votar vestido como el Guasón y quiso pintarlo. “Después lo compartí en mis redes y apareció un seguidor de La Plata que me puso en contacto con el Joker del Conurbano. Eso fue todo un regalo para mí”, cuenta emocionado.
Y agrega: “Este es el folclore del que te hablo. Muchos me envían fotos de secuencias alocadas y me escriben: ‘Conurbano, no lo entenderías’. Es una especie de código interno: la identidad que tiene el Conurbano”.Luciano eligió plasmar el día que «el Joker del Conurbano» fue a votar
Antes de despedirse Mogni, que ya lleva más de un año replicando fotos, quiere dejar un mensaje.
“No hace falta demasiado para pintar o expresarse artísticamente. El soporte no puede ser un límite. Yo arranqué usando látex, mezclando los colores primarios para generar los demás, y madera, que era lo que tenía a mano. Todos esos son materiales súper económicos. El arte tiene el poder de brindar un oficio, de ser una salida para la gente, mi meta es contagiar. Quien quiera aprender a hacer lo que yo hago puede ponerse en contacto conmigo a través de mi cuenta de Instagram @luc.mogni”, dice y comparte una buena noticia “recién confirmada”.
Entre el 14 y el 17 de octubre su obra estará en la muestra Buenos Aires Directo de Artista (BADA) en La Rural.