Fuente: Clarín ~ En septiembre el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) cumplirá 20 años. En ese contexto, inaugurará en unos meses Hombre flecha, una exposición antológica sobre el histórico artista uruguayo Rafael Barradas (Montevideo, 1890-1929), pionero del arte moderno e hipnotizado por el surgimiento de las ciudades y sus movimientos rápidos, urbanos, hace al menos 100 años.
“Vibracionista” (es decir, relacionado con el futurismo y el cubismo), cercano a las vanguardias y muy vinculado a Joaquín Torres García, Barradas es considerado un artista fundamental de la región, en cuanto a la consolidación de un arte del siglo XX rioplatense.
Por eso, que 130 obras sobre papel y lienzo (acuarelas, óleos, dibujos) provenientes de la colección del Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo (MNAV) se expongan por primera vez de forma exhaustiva en nuestro país, brindará claves para comprender los procesos de formación del arte moderno de la zona.
Este artista e hijo de inmigrantes españoles radicados en Montevideo no tuvo una educación artística formal pero sí la influencia de la pintura y las tertulias de su padre y del ambiente intelectual uruguayo de alrededor de 1910, espacios, producciones y climas culturales quizás no tan conocidos para nosotros de este lado del río.
Parte del ambiente artístico que andaba por España en 1920, Barradas dialogó codo a codo con Salvador Dalí, Luis Buñuel, Federico García Lorca, Ramón Gómez de la Serna, Guillermo de Torre y los hermanos Borges, Norah y Jorge Luis, entre otros.
Desde Montevideo
En conversación con Clarín, el curador de la exposición y director del MNAV, Enrique Aguerre, brindó detalles desde Uruguay sobre cómo observar la obra de Barradas y al mismo artista como un resorte más en la cadena del desarrollo del arte modernista y vanguardista rioplatense.
-¿Cuál es la importancia de Barradas en el arte uruguayo y en el latinoamericano?
-La obra de Barradas es fundamental en la consolidación de un arte moderno, rupturista, que si bien abreva de las vanguardias europeas (en este caso, en el cubismo y el futurismo), tiene características propias. En Uruguay no fue reconocido inmediatamente, salvo por en un grupo reducido de artistas plásticos, y en Latinoamérica aún hoy no es reconocido al nivel de Joaquín Torres García, por ejemplo. Creo que es porque falta difundir más y mejor su obra.
-¿Cómo surgió el nombre de la exposición?
–Hombre flecha nació a partir de una carta de Barradas a Torres-Garrcía (del 7 de abril de 1926) en la cual Barradas reflexiona sobre los procesos creativos de los dos y en la que también hace referencia al artista Pedro Figari. “Pasa con Figari -escribió entonces- lo que pasa con nuestras cosas. Pasa lo único que tiene que pasar. Es ‘hombre camino’, como nosotros. ‘Hombre flecha’, flecha que va a un blanco. Aunque no se dé en el blanco, ya es importante tener blanco. Una flecha sin blanco no es flecha; es el caso de muchos hombres.”
-¿Cuáles serían los aporte originales de la obra de Barradas al arte rioplatense?
-Sus trabajos están en sintonía con la época que le tocó vivir: con su llegada a Europa en 1913, quedó deslumbrado por la ciudad moderna (las multitudes, el tránsito, el lenguaje publicitario en la vía pública, el movimiento, el ruido). Todo eso él lo tradujo en un nuevo desarrollo pictórico.
Agrega el curador que, además, la mirada de Barradas es estimulada durante su viaje europeo por una nueva forma de vida basada en la velocidad y en la superposición de sensaciones, producto del desarrollo técnico y humano de la época: la electricidad, los automóviles, los neones, los sonidos reproducidos, todo era parte entonces del mundo perceptivo en que el artista uruguayo fue conformado su producción.
-Barradas se asocia al vibracionismo: ¿qué este movimiento? ¿Qué elementos tiene en común con otros?
-El vibracionismo es un movimiento que deriva del cubismo y el futurismo en lo formal. Le permite a Barradas abandonar una figuración que ya no le resultaba útil para registrar la vida moderna en las ciudades y su dinamismo. Barradas, a partir de una geometrización de las formas (sin volverse abstracto completamente), generó un lenguaje pictórico propio.
-¿Qué otros artistas en Latinoamérica y en el mundo inscribieron sus trabajos en el vibracionismo?
-Artistas como Salvador Dalí, claramente en sus obras Autorretrato con “L’Humanité” y Autorretrato cubista, de 1923, que es parte del acervo del museo Reina Sofía. También Joaquín Torres García, a quien conoce en Barcelona en 1917 y con el que establece una relación muy estrecha y de intercambio de ideas que influyen a los dos. Hay cartas entre 1918 y 1928 que dan cuenta de esta colaboración.
-¿Pero cómo debe ser comprendido el Vibracionismo, desde la perspectiva de los movimientos locales?
-El vibracionismo se origina en Barcelona en 1918. Se desarrolla en esa ciudad y luego sigue en Madrid, hasta 1923. Barradas murió muy joven -39 años-, y no logró establecer desarrollos posteriores vibracionistas. Le faltó tiempo. Pero volviendo a tu pregunta, el vibracionismo es un lenguaje internacional que surgió en el marco de las vanguardias históricas europeas y se expandió por el mundo.
-¿Qué otros artistas uruguayos, además de Barradas, deben ser considerados fundamentales? ¿Por qué?
-Durante esa época, y en el desarrollo de una modernidad artística que luego pasaría a formar parte del canon moderno del arte occidental, fueron fundamentales Rafael Barradas y Joaquín Torres García porque elaboraron un lenguaje artístico propio, singular, que no imita otras propuestas, y porque a través de una visión personal del mundo cambiaron para siempre el arte producido hasta ese momento.
La exposición que se realizará en el MALBA se detendrá también en la relación entre Barradas y su hermana compositora y pianista Carmen Barradas. Las conversaciones entre los hermanos -especialmente la creación de la trilogía Fabricación”, Fundición y Aserradero– fueron fundamentales para el desarrollo de la obra del pintor uruguayo: diálogos de música, modernismo y sangre.