Fuente: La Nación ~ El museo más visitado de España reordena su colección permanente y pone en primer plano las “Resistencias en América Latina”; un recorrido que integra, entre otros, trabajos de Marta Minujín, Oscar Masotta, Sara Facio y Roberto Jacoby, que adquirió o recibió como donación recientemente
Los museos exhiben al público solo una pequeña parte de toda su colección, la punta del iceberg de tesoros variados en temática, técnica, época de producción, estilos, escuelas y un largo etcétera. Existen diversos modos y consignas a la hora de organizar las obras de arte. Este es el caso del Museo Reina Sofía, el más visitado de España con 4,5 millones de personas en 2019,que trabaja desde hace meses en una nueva disposición de su riquísimo acervo de más de 30 mil piezas. Con esta distribución, desde mañana podrá ser visitado por el público Los enemigos de la poesía: Resistencias en América Latina, un recorrido que dedica una sala entera al arte argentino y, en particular, a Mayo de 1968.
El protagonismo de las piezas latinoamericanas es ahora mayor. A lo largo de diez salas, se exhibirán más de 100 obras, la mayoría nunca exhibidas previamente, pertenecientes al período 1964-1987. En la sala “Itinerario del 68”, dedicada a la Argentina, obras de Marta Minujín, Roberto Jacoby, Edgardo Vigo, Horacio Zabala, David Lamelas y Oscar Masotta, entre otros creadores argentinos, serán expuestas permanentemente. Allí se albergan trabajos de “artistas imbuidos por el espíritu de mayo del 68 (… ) cuya práctica empezó, poco a poco, a chocar con la oficialidad”, explica la institución sobre la época que coincide con el régimen de Juan Carlos Onganía.
Vinculados tanto al Instituto Di Tella como al Centro de Arte y Comunicación en Argentina (CAyC) de Buenos Aires, promovido por fue Jorge Glusberg, estos artistas tendrán un nuevo lugar en el Reina Sofía. “Son trabajos que sin renunciar a esa carga de experimentación artística caminan también hacia un mayor compromiso social, que va creciendo a lo largo de la década”. Así aparece Contempla y vota (1971), de Edgardo Vigo, El helicóptero (1967), de Oscar Masotta, y Mensaje en el Di Tella, de Roberto Jacoby, una obra presentada en el célebre Instituto, integrada por un cartel-manifiesto y una teletipo que, conectado con la agencia France-Presse, acercaba las noticias sobre el Mayo francés. También se exhibirá el colchón Amor a primera vista (2007), de Marta Minujín, donación del empresario inmobiliario argentino Jorge Pérez al museo español en 2020.
Durante los últimos 8 años, gracias a la Fundación Museo Reina Sofía, creada en 2012, y a sus integrantes, el museo ha recibido donaciones de Jorge Pérez, la Patricia Phelps de Cisneros y de otros coleccionistas como María Amalia León de Jorge, Gustavo Nóbrega, Marga Sánchez, Diana López y Herman Sifontes, Ricardo y Susana Steinbruch o Juan Carlos Verme. Por ejemplo, el matrimonio de Silvia Gold y Hugo Sigman donó 8 fotografías de la serie Humanario, de Sara Facio y Alicia D’Amico; Asesinato de Kennedy (1963-1964), de Alberto Greco [junto con otros miembros de la Fundación] y un conjunto de 7 fotolibros. Entre ellos se encuentra Autocríticas (Santiago, Editora Gramnizo, 1980), de Marcela Serrano.
“Vemos en este nuevo recorrido la importancia del espacio público y, sobre todo, la importancia de entender que incluso el propio término Latinoamérica es un término europeo. Aquí aparece la necesidad de descolonizar, de cambiar nuestra mirada, de replantear el territorio. No hay una sino varias latinoamericas, de ahí que la hayamos divido esta colección por países, zonas y ambientes”, explicó Manuel Borja-Villel, director del Museo.
Brasil está presente en la sala “De la sequía a las palmeras”, con obras de Hélio Oiticica, los hermanos Augusto y Haroldo de Campos, Analívia Cordeiro y Regina Silveira, entre otros, y con la exhibición de piezas del movimiento del arte postal, como Identidade do artista, de Angelo de Aquino. En la sala “Reticulárea” se exhibe la obra de venezolanos, como Jesús Soto, o que vivieron en Venezuela, como Gertrud Goldschmidt. Perú estará presente con Represión (1985) y Violencia estructural (1988), de Herbert Rodríguez. Fotolibros confeccionados por Paolo Gasparini, Enrique Bostelmann, Fernell Franco y Bárbara Brändli, o videoinstalaciones, como es el caso de Video Trans Americas, del chileno Juan Downey, serán exhibidas por primera vez. El recorrido concluye con una sala dedicada a la represión en Chile, con la obra de Nelly Richard, expuesta en la Bienal de París de 1982, y Muda y desnuda, la libertad contra la opresión (1986), de Roberto Matta. Chile también, y en un periodo previo a Augusto Pinochet, aparece retratado en Masacre de Puerto Montt (1969), de Luis Camnitzer.
Queda a la vista entonces, como decía la argentina Ana Longoni, directora de Actividades Públicas del Reina Sofía en 2019, que el museo busca alejarse de una mirada eurocéntrica y cada año, cada temporada, con cada exhibición, revela que esa meta es posible, derribando muros y fronteras.