Fuente: Cronista ~ Entre todas, sobresale una colección impresionista que sale a la venta la semana próxima. Fue formada por el petrolero Edwin L. Cox y la tenía en su casa de Dallas, valuada en u$s 40 millones
Ante la preocupación mundial por el calentamiento de la Tierra, el mercado de arte no contribuye en nada y este mes de noviembre es de un calor y fuego intensos.
¡Sólo en Nueva York hay más de 100 subastas! La mayor cantidad es de arte contemporáneo y por un Basquiat esperan superar los 80 millones de dólares.
Pero mi mayor envidia es la colección impresionista que sale a la venta la semana próxima. Fue formada por el petrolero Edwin L. Cox (1921-2020) y la tenía en su casa de Dallas valuada en 40 millones. Amigo republicano del presidente Bush, empezó sus compras en 1976, con 55 años, y en tan sólo 10 años formó una gran colección con el asesoramiento de Wildenstein Gallery.
Dura debe haber sido la disputa entre Sotheby’s y Christie’s por definir quién se quedaba con esta venta, cuyos resultados están garantizados, y además no dudo que se venderá el 100% en mucho más que los 150 millones de dólares que dicen es la garantía de venta.
Todo lo que coleccionó es de calidad superior y dignas obras para el Museo de Orsay que tiene las mejores obras impresionistas. Mi preferida es el Claude Monet, pintado en Argenteuil, a 15 minutos de París y realizado en 1874, año de la primera exposición impresionista en el estudio del fotógrafo Nadar. Sus medidas son 54×75 cm, es más figurativa que impresionista y creo se pagará más de 25 millones de dólares, Esta y las demás obras han estado en exhibición en Taipei, Tokio, Hong Kong y Londres y ahora en Nueva York hasta su venta el jueves 11.
Quizás la obra más importante y que será récord del autor y tal vez el mayor precio, cerca de los 60 millones, es la fabulosa pintura de Gustave Caillebotte, «Hombre en el balcón«, cuyo modelo es su hermano René, quien contempla la nueva imagen de París en 1875, con los cambios radicales realizados por el Baron Haussmann. Caillebotte era abogado y luego de la guerra con Prusia, decidió dedicarse a la pintura con la ayuda de sus amigos Degas, Manet, Monet, Pissarro y Renoir. A este último lo nombró su albacea y como mecenas de sus amigos dejó 68 pinturas en donación, las autoridades no veían con buenos ojos las pinturas impresionistas donadas y luego de ardua lucha Renoir, consiguió que aceptaran 38 que son de las mejores del Museo de Orsay.
Salen a la venta 3 obras de Van Gogh, una de ellas con unos cálidos cipreses de 1889, no tiene información sobre su base de venta y algunos piensan que superará los 50 millones. Otro con unas parvas esperan que llegue a 30 millones y una figura que rondará los 7 millones.
Bellísimo es un florero pintado por el genial Odilon Redon. Alta es la cotización de un paisaje de Paul Cézanne, se habla de 50 millones también.
Muy lindas son las dos obras del pintor norteamericano Childe Hassam, que se estiman en 2 millones, pero creo que una de ellas lo superará. La otra obra de un norteamericano es de Frieseke (1874-1939), un genial artista cuya pintura titula «Las loros» y parece una ironía de dos señoras charlando. Muchos pintores americanos viajaron a principios del siglo XX a Giverny, en Francia, para «contagiarse» del arte de Monet, e incluso hay un lindísimo museo con dichas obras en la pequeña aldea francesa.
No hay posibilidades de una colección impresionista como esta que salga a la venta y los coleccionistas lo saben. La lucha y puja será intensa y frente a los precios del arte contemporáneo, cualquiera de estas obras parecerá barata.