Fuente: La Nación ~ La artista Trinidad Landajo (Buenos Aires, 2000) presenta en la galería Calvaresi su primera muestra. “Nunca había expuesto en ningún lado; vieron mis obras en Instagram (@trinilandajo), les interesaron y me pidieron que llevara un portfolio”, cuenta. Así que hasta inicios de septiembre se puede visitar la exhibición en el primer piso de la galería ubicada en San Telmo, cerca de la plaza Dorrego. Las coordenadas son importantes para describir Así como la serpiente deposita su piel muerta, al cuidado de Irene Gelfman. En una selección de dieciséis obras, producidas entre 2019 y 2021, se ven capturas de pantalla de imágenes de Google Street View (la mayoría de ciudades de Japón) traducidas al lenguaje de la pintura y en las que resaltan los encuadres de una “imagen sin bordes” como decisión artística. poética y también ontológica, la muestra de Landajo invita a hacer un “scroll” presencial en épocas de recorridos virtuales.
“Los títulos de las pinturas son las coordenadas de los lugares de donde recorté partes –dice a la nacion-. Decidí ponerles ese título más que nada para descifrar algunas cosas, como de dónde vienen y el hecho de que algunos conjuntos de imágenes son del mismo lugar en distintos años”. por ejemplo, un semáforo en distintas épocas fueron “traducidas” al lenguaje pictórico en óleos de pequeño formato que contrastan con otros de dos metros de altura de edificios y construcciones sin terminar. “Estaba fascinada con la herramienta de Google y también busco cámaras de seguridad en vivo; me gusta mucho trabajar con el archivo, con la necesidad de las personas de registrarlo todo: es parte de mi proceso”, revela.
El realismo de los óleos de Landajo es engañoso. “El gesto de recortar, el de decidir qué materia y qué tipo de pincelada va a tener la pintura habla de una subjetividad humana que la plataforma no tiene –agrega–. La traducción del píxel a la pintura introduce rastros o ‘errores’ humanos de perspectiva, detalles desenfocados o poco definidos propios de la pintura. Toda traducción lleva un error, ya sea del mundo real a Google Street View, que trata de replicar la tridimensionalidad, como de la realidad a la pintura. Son procesos parecidos y me interesaba hacer una traducción más a algo que ya es una traducción”. Escenarios con figuras humanas de rostros borrados (como prescribe Google), postes de luz fragmentados, rejas “derretidas” y cables de telecomunicaciones que flotan en el aire prestan a las pinturas una atmósfera irreal.
A la búsqueda de un espectador activo, Gelfman (que también “debuta” en la curaduría) yuxtapuso obras grandes con otras pequeñas, al ras del piso o colgadas en lo alto (como si fueran cámaras de seguridad) sobre un “fondo de pantalla” grisáceo. “En lo tecnológico, lo subjetivo no está presente”, indica la curadora. “Al apropiarse de una tecnología que por un lado escapa a los movimientos del ojo humano y por el otro, involucra una lectura de pantallas que altera las coordenadas espaciales y temporales, crea patrones nuevos de visualización e interpretación de la información”, se lee en el texto curatorial.
La idea de la artista, que estudió en la Universidad Nacional de las Artes (UNA), pudo desarrollarse en una cátedra, precisamente en “Proyectual”, a cargo del artista Carlos Bissolino. “Todo el proyecto lo trabajé en la UNA con Rodolfo Marqués, Viviana Blanco y Agustín Fernández; ellos tres me ayudaron a elegir qué imágenes pintar, además de profundizar en la cuestión teórica”, cuenta. El título de la muestra, en cambio, surgió de una lectura. “Venía leyendo sobre la memoria y me quedó esa frase en relación con el modo en que se acumulan capas de archivos, como si los humanos dejáramos capas de archivos muertos a nuestro paso”. De las cámaras de Google Street View a una galería santelmitana, las pinturas de Landajo son antídotos ante el exceso de realidad y “ruido” visual.
Para agendar
Así como la serpiente deposita su piel muerta, pinturas de Trinidad Landajo en la galería Calvaresi (Defensa 1136). Con cita previa, de martes a viernes, de 12 a 17.