Fuente: Ámbito ~ La muestra reúne obras de clásicos como Arden Quin junto con las de artistas jóvenes.
En 1946 se realizó la primera exposición del Movimiento Arte Madí en el Instituto Francés de Estudios Superiores situado en la mítica Galería Van Riel de la calle Florida. Entre sus expositores estaban Rhod Rothfuss, Gyula Kosice, Arden Quin, Martín Blaszko, Diyi Laañ y Paulina Ossona. El nombre Madí es una invención de Kosice como único fin denominativo y fonético, así como la redacción del Manifiesto Madí que se publicó en volantes y después en el número 0 de la revista Arte Madí. Realizaron muchas exposiciones en Altamira, en el Bohemien, Club de las Galerías Pacífico, pero en 1947 se produjo la escisión de Arden Quin y Blaszko del núcleo central, una historia en la que abundaron controversias y polémicas.
Entre los postulados del Manifiesto se señalaba que el arte antes de Madí era un “historicismo escolástico, idealista/ una concepción irracional/ una técnica académica/ una composición unilateral, estática e incoherente/ una obra carente de hallazgo y esencialidad/ paralizada por sus contradicciones”. Contra todo ello se alzó Madí, confirmando el deseo fijo, absorbente del hombre de inventar y construir objetos dentro de los valores de lo eterno. Esta tendencia se prolongó a través del tiempo en la evolución posterior del arte cinético. El propio Kosice, en el shaped canvas norteamericano, en el arte lumínico, el Op Art, el Perceptismo, el Neo-Geo, y tantos etcéteras hasta nuestros días.
Esta brevísima introducción vale para una muestra que se exhibe actualmente en Galería Palatina bajo la curaduría de Cristina Rossi con el título de “Resonancias”. Hay obras de Arden Quin, (Rivera, Uruguay, 1913- Francia, 2010), artista emblemático del movimiento que siguió fiel a su ideario, llegó a la ruptura de la ortogonalidad del plano pictórico y trabajó toda su vida para transmitir los ideales Madí logrando así la consolidación de un amplio movimiento internacional con reconocimiento en los principales centros artísticos del mundo.
Rossi incluyó a Juan Melé, otro artista histórico del Arte Concreto: invención, movimiento vanguardista innovador de los 40, que irradió su influencia en Brasil y Venezuela. Vale la pena leer sus “Memorias de un Artista Concreto“ (2008). En el capítulo final sostiene que el arte geométrico es aún el arte del futuro. Está vivo y activo como lo demuestra la gran cantidad de artistas de recientes generaciones que lo han adoptado como ejemplo de posibilidades creadoras.
En 1990, el coleccionista suizo Von Bartha compró obra de todos los concretos argentinos, y se inició así un periplo por importantes galerías y museos de Basilea, París, Nueva York, Washington, Colonia, Stuttgart obteniendo entonces el primer reconocimiento internacional importante. Integran la muestra Hilda Mans, artista visual y poeta que ha expuesto con el Grupo de Arte Neón, ha realizado más de 70 muestras individuales y colectivas. Poseen obra suya los Museos Moderno, MACBA, MACLA ( La Plata) y MACA ( Junín). Forma parte del movimiento Madí Internacional que se exhibió en 2011 en el Palais de Glace con artistas de Argentina, Brazil y Uruguay.
Otra artista integrante de Arte Madí Internacional es Lorena Faccio (Buenos Aires, 1974) que se destaca también por cumplir una de las premisas Madí: geometrizar de manera diferente como lo señaló el arquitecto, pintor y escultor Volf Roitman, cofundador en París junto a Arden Quin del Movimiento Madí Latinoamericano, “después de Madí nuestra manera de mirar el mundo no es la misma”. (Arroyo 821 lunes a viernes de 11 a 17).