Fuente: Clarín ~ Con elementos gráficos de la economía, la exhibición da cuenta de las búsquedas de la artista de los últimos 30 años. En la Galería Herlitzka+ Faria.
Alicia Herrero tiene una explicación para cada objeto que hoy cuelga en la galería Herlitzka + Faria. El espacio dedicado a artistas argentinos consagrados abrió su año con Algo(de)ritmos, instrumentos, mutaciones donde los reenvíos a elementos gráficos de la economía emergen como obvios, pero son apenas la punta del ovillo de las exploraciones de la artista en los últimos 30 años.
Herrero ha recibido recientemente el Premio Nacional a la Trayectoria Artística 2021 (Museo de Bellas Artes), el Primer Premio Fundación Fortabat 2019 y el Primer Premio Nuevos Soportes e Instalaciones 103° Salón Nacional de Artes Visuales 2014.
Desde su exposición Mi botín en el Centro Cultural Rojas en 1997, Herrero ha abordado las relaciones entre arte y capital, la concentración económica y la distribución desigual de la riqueza.
Algo(de)ritmos, instrumentos, mutaciones está basada en un paper universitario escrito por un economista, un diseñador gráfico y un biólogo donde intentan representar con diagramas las dinámicas que surgen de estudiar las principales corporaciones que concentran el flujo de capital mundial.
“Lo que me impactó de esto fue que, partiendo de un millón de corporaciones, pudieron establecer que el mayor flujo estaba concentrado en un grupo muy pequeño de empresas, tan pequeño que son 157”, explica Herrero. Conocedora en profundidad de la historia del arte, Herrero conjugó sus indagaciones sobre el capital y la concentración con el género vanitas, primo de la naturaleza muerta.
A partir del diagrama en el paper que representa al grupo de corporaciones que controlan el mayor flujo de capital mundial (realizado desde un algoritmo descubierto por un biólogo), crea una pintura monumental que sirve de puntapié para la muestra.
A partir de aquí se repetirán las figuras circulares, los rombos, los espirales; puede remitir a un gráfico con el que se intenta explicar la economía o a un elemento que se desprendió de una obra de Marcel Duchamp.
Herrero deja la puerta abierta para jugar con las interpretaciones, aunque ella tiene muy claro de dónde las tomó. Es la figura del cono la que mejor explica el sentimiento de concentración que atravesó a la artista en toda la muestra. El capital fluye por un orificio que se hace cada vez más chico hasta concentrarse.
Su lectura capitalista incluyó también la presencia de la mano de obra. “Consideré que mi cuerpo físico tenía que estar ahí. Pensé: ¿Qué es aquello que performativamente le va a dar una dimensión artística real más allá de un gráfico? Trabajando físicamente yo, en una escala importante y que sea una obra que me lleve tiempo, que concentre tiempo y trabajo, casi una idea de lo que sería trabajar en una fábrica. Me tenía que subir y trabajar arriba, para ver la obra había que alejarse mucho, a veces las condiciones de trabajo de un taller no son las mejores”, reflexionó.
Cotidianomía, 2021-2022, de Alicia Herrero.
Hay dos figuras presentadas como esculturas, Cotidianomía y Vanitas. Descansan sobre una estructura de acero, similar a una parrilla. La ausencia de una superficie como podría ser un vidrio que sostenga la obra fue pensada para que el reflejo expanda la obra más allá de la materialidad.
Herrero lo explica así: “Los datos de la macroeconomía y la micro se expanden al hábitat. Las intervenciones en las paredes, estas líneas de sostén (de la escultura) hace que estallen las formas y se expandan en la arquitectura. No quería cerrar la escultura en una base blanca o de patas metálicas, sino dejar esta sensación de la sombra del volumen que aparece gracias a la transparencia en el piso. Se produce algo también del orden pictórico que dialoga con las pinturas”.
Un vanitas contemporáneo
Herrero fue docente de arte durante gran parte de su vida. De allí su gran capacidad de oratoria sin vacilaciones, que se complementa con un proyecto y un desarrollo de la obra sólido y consciente. En su muestra nada está puesto al azar.
Su vínculo con el arte la habilita a asignar reenvíos históricos a su trabajo. Para su muestra explora obras icónicas como Rotoreliefs de Marcel Duchamp, discos espiralados que para Herrero se vinculan con los gráficos de torta que explican las dinámicas económicas y con el diseño del algoritmo que explica la concentración de empresas de su paper de referencia.
También echa mano a Los embajadores de Hans Holbein, una obra renacentista cargada de simbolismo producto del conjunto de objetos que conforman el centro de la composición.
Ese llamativo fragmento constituye un vanitas, un género de la historia del arte que resalta la velocidad con la que transcurre la vida y la muerte como destino del que no se puede escapar. En Los embajadores el vanitas está compuesto por elementos de medición de la época.
«Hay algo en la concentración de capital de vanidad, hay algo que esta haciendo referencia a eso en estas obras”, sostiene Herrero y con una última frase sintetiza el espíritu de su muestra: “Quise plantear un vanitas contemporáneo con instrumentos de medición del capital”.
Ficha
Algo(de)ritmos, instrumentos, mutaciones
Dónde: puede visitarse en Liberad 1630
Cuándo: lunes a viernes de 11.30 a 19. Hasta el 24 de mayo.
Entrada: se debe solicitar una cita a info@herlitzkafaria.com.