Fuente: Télam ~ «Estoy presentando un cajero automático, pero, a la palabra ATM (las siglas en inglés de Automated Teller Machine) le cambié la letra del medio por ADM, que designa a Automated Dealer Machine, es decir que automaticé el rol del dealer o galerista de arte», cuenta Agustina Woodgate a Télam en una charla desde Nueva York.
Woodgate centra su práctica artística en el estudio de los sistemas, las teorías de valor, las relaciones y las lógicas de poder que operan en la sociedad.
Con la presentación de obras de la artista Agustina Woodgate -un cajero automático que ofrece un dólar a cambio de depositar cien- la galería porteña Barro es la única argentina que participa de Frieze Nueva York 2021, la primera feria de arte presencial en catorce meses, desde que comenzó la pandemia en 2020.
«Somos la única galería Argentina en esta feria presencial donde participan solo 60 galerías de todo el mundo. Y es la primera con esta modalidad presencial desde el comienzo de la pandemia de Covid», dice a Télam desde Nueva York el director de la galería, Nahuel Ortiz Vidal.
Fue en marzo de 2020 la última vez que se realizó una feria de arte presencial, hasta la inauguración el miércoles pasado de Frieze Art Fair, que abandonó su tradicional ubicación en Randall’s Island (a donde había que llegar en ferry) para mudarse en cambio a The Shed, una institución cultural en Hudson Yards de Manhattan, donde permanecerá hasta el domingo próximo, con muchas menos galerías que las 190 que reúnen tradicionalmente.
En ese entramado exclusivo y novedoso, con mucho más espacio para recorrer y turnos previos, en el espectacular edificio The Shed que diseñó el estudio Diller Scofidio + Renfro (el mismo que realizó las más recientes reformas del MoMA), se despliega la obra de la argentina Agustina Woodgate (Buenos Aires, 1981), quien ya cautivó con su nueva obra «Don’t Trust. Verify» a los principales medios de habla inglesa, como el New York Times o Artnet News.
«¿Son reemplazables los galeristas en la era de las criptomonedas? Una artista vende su trabajo a través de un cajero automático en Frieze New York», dijeron desde el periódico especializado Artnet News, sobre la impactante obra de la argentina.
«Estoy presentando un cajero automático, pero, a la palabra ATM (las siglas en inglés de Automated Teller Machine) le cambié la letra del medio por ADM, que designa a Automated Dealer Machine, es decir que automaticé el rol del dealer o galerista de arte», cuenta Woodgate a Télam en una charla desde Nueva York.
La obra funciona así: en el stand de galería Barro hay un cajero automático rebautizado con el nombre que decidió la artista argentina, cuando el cliente inserta su tarjeta de débito hace una extracción como cualquier persona en cualquier cajero, «que en este caso deben ser cien dólares, y el cajero a cambio le da la obra por el dispenser», aclara Woodgate sobre su obra.
La obra guarda íntima relación con la reciente fascinación del mundo del arte con las criptomonedas y los NFT (tokens no fungibles) y «la presentación en Frieze de Woodgate sirve como un recordatorio de que a todas las monedas, no solo a las variedades criptográficas, la sociedad les ha asignado valores arbitrarios», agrega Artnet News.
Dos mil dólares a cambio de…uno
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«La obra es un billete de un dólar lijado. Pero claro, el valor de este billete ahora es arte contemporáneo», enfatiza la artista durante la entrevista.
Y sigue: «El cajero le deduce al cliente 100 dólares, y él a cambio recibe un billete de 1 dólar lijado. Luego, el escritorio de recepción -que imita al mostrador de un banco- que está en la otra esquina del stand, una persona te empaca este billete en una caja muy linda, lo enmarca en un acrílico, y te entrega un certificado de autenticidad, pero para que eso ocurra, el cliente debe desembolsar el restante del valor que son 1900 dólares», desgrana Woodgate.
Es decir que, si el cliente quiere recibir este certificado de autenticidad que verifica que este billete de un dólar lijado es una obra de arte, debe desembolsar un total de dos mil dólares, en esta suerte de performance presentada por la artista cuyo nombre (Don’t Trust. Verify) es un clásico slogan del mundo de las criptomonedas, que a su vez parafrasea la famosa frase escrita en cada billete de dólar (In God We Trust).
Al tiempo que se desarrolla la feria internacional de arte contemporáneo, la artista argentina estrenó hoy mismo su web donde los espectadores podrán hacer sus ofertas para adquirir su obra a través de una subasta on line.
Esta obra pertenece a «una serie de trabajos de Woodgate que deconstruyen el dinero como un medio de representación. Aquí, Woodgate considera el papel de la automatización y sus consecuencias para el trabajo y el valor. ‘Don’t Trust. Verify’ es tanto una crítica del dinero fiduciario como una herramienta financiera anticuada como una investigación de los límites de los mecanismos de distribución alternativos», se lee en la web ni bien se ingresa.
«Justamente mi web de NFT está relacionada con el trabajo que estoy mostrando en Frieze, así que la gente va a poder empezar a hacer ofertas ahí», confió la argentina sobre los NFT o token no fungible, una tecnología que experimentó un inmenso auge en los últimos meses en el mundo del arte contemporáneo debido a su capacidad de proporcionar prueba de autenticidad y propiedad de la obra, que de otra manera tendría que lidiar con la posibilidad de reproducción masiva y distribución no autorizada a través del internet.
Desde hace años, Agustina Woodgate centra su práctica artística en el estudio de los sistemas, las teorías de valor, las relaciones y las lógicas de poder que operan en la sociedad.
En sus obras traza nuevas cartografías disolviendo los límites políticos que ordenan los paradigmas, unifica lenguajes visitando comunidades desplazadas, materializa y evidencia las relaciones de poder que rigen en nuestra sociedad y denuncia formas de dominación a través de sus obras.
El Automated Dealer Machine de Agustina Woodgate.
Lija mapas y billetes, dibuja rayuelas, le da voz a los más silenciados y fuentes de trabajo a los desempleados, crea obras a partir del descarte y deconstruye los grandes paradigmas; sus obras trabajan sobre las formas en que la política y la poética institucional organizan el espacio público y privado, desde su infraestructura y su discurso de dominación.
Utilizando un lenguaje lúdico, polisémico, minimalista y contundente, a través de obras escultóricas, intervenciones públicas e interacciones sociales, propone nuevos paisajes que interpelan al público y resignifican el sistema de relaciones existentes.
Para ello convierte y reinserta el excedente de la sociedad en obras de arte que abren el camino hacia nuevas posibilidades de percepción y de acción.
Sus proyectos han sido seleccionados para la Whitney Biennial de Nueva York, la Bienal de las Américas en Denver y otras exposiciones en Tel Aviv, Polonia, Washington, Miami, Berlín, Massachusetts, Hollywood, Estambul, Londres, Montreal, entre otras.
La obra de Agustina Woodgate seguirá hasta el domingo próximo en el stand de la galería Barro, en la feria de arte Frieze New York, que se realiza en el edificio The Shed, junto a galerías provenientes de Estados Unidos, Londres, Brasil y, claro, Argentina.
La primera feria de arte presencial en muchísimo tiempo -un hito para el mundo del arte- evidencia en esta edición algunas novedades que no solo abarcan ingresos cronometrados, la reserva previa de turnos, la obligación del uso de mascarillas o controles de temperatura sino también la posibilidad de adquirir arte a través de un cajero automático.