Fuente: La Nación ~ En su última edición la Feria Documenta, una de las más importantes del mundo, tuvo serias acusaciones de antisemitismo; todavía hoy evalúan si el Estado debe mantenerse al margen.
Tras las acusaciones de antisemitismo que en junio pasado envolvieron la 15° edición de Documenta de Kassel, una de las ferias de arte contemporáneo más relevantes del mundo, y que dieron lugar a una polémica que le costó la renuncia de su directora y a la creación de un cuestionado comité de expertos para detectar posibles casos de antisemitismo, el gobierno alemán informó hoy que está analizando “qué significa la libertad en el arte” y hasta “dónde debe mantenerse al margen el Estado”.
”Tenemos un debate sobre la estructura de Documenta; y si el gobierno alemán debe participar en el futuro yo me ofrezco”, aseguró hoy la secretaria de Estado de Cultura de Alemania, Claudia Roth, en entrevista con la agencia de noticias DPA. El fin es “evitar una irresponsabilidad coordinada, en la que de repente, nadie es responsable”, dijo Roth sobre la curaduría de la feria, que por primera vez en 27 años de vida fue colectiva. Para eso, el gobierno alemán “explora posibilidades de acción estatal”, explicó el medio de comunicación.
En tanto, la funcionaria advirtió que “una mayor participación financiera del gobierno alemán también requiere contenidos” y que “también debe existir una forma de participación”. “Actualmente estamos aclarando este punto”, enfatizó. Lo que Roth plantea es “aclarar qué significa la libertad de arte, dónde están los límites, qué es la responsabilidad curatorial, hasta dónde tiene que mantenerse al margen el Estado, dónde está el límite de la interferencia del gobierno y dónde está claramente regulado en la democracia alemana”, por eso, remarcó, su cartera está evaluando un dictamen al respecto sobre el que sacará conclusiones.
”Que todo lo que se mostró en Kassel se haya visto ensombrecido por esta inaceptable transgresión de imágenes antisemitas es realmente lamentable”, sostuvo la funcionaria. El antisemitismo es “absolutamente inaceptable” en “Indonesia o en Alemania”, remató, “la diferencia es que Auschwitz se inventó en Alemania, lo que supone una responsabilidad especial”.
En junio pasado la embajada israelí y representantes de la comunidad judía de Alemania exigieron que sea retirada de Documenta la obra del colectivo indonesio Taring Padi, porque contenía un mural, “People’s Justice”, que representaba a un soldado con una cabeza de cerdo, una estrella de David y la inscripción Mosad.
Después de eso, el grupo juvenil judío alemán Junges Forum DIG posteó en redes que había encontrado más imágenes antisemitas en otro trabajo del colectivo asiático, All Mining Is Dangerous. ”Puedes ver la caricatura de un judío codicioso y de nariz larga, que se conoce por las publicaciones nazis”, escribió en Twitter pidiendo la eliminación de Taring Padi de Documenta. La obra representaba un caso de destrucción ambiental en Java Oriental en 2006 y la imagen cuestionada “no es, y nunca fue, una representación de una cabeza religiosa judía”, escribió Taring Padi en un extenso comunicado.
Antes de que terminara julio, promediada Documenta, renunció su directora, Sabine Schormann, elevando aún más la polémica en una edición que incluso antes de inaugurarse formalmente ya perfilaba controversial, cuando el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, manifestó que dudaba en participar de la apertura luego de que algunos artistas manifestaran abiertamente su oposición a la política internacional de Israel, lo que algunos interpretaban como hostilidad hacia la comunidad judía.
En agosto la polémica creció cuando se creó un comité de expertos para identificar arte antisemita o posibles expresiones antisemitas en alguna obra artística. Hecho que tuvo su correlato en septiembre cuando ese comité recomendó “acciones inmediatas” sobre la obra Tokyo Reels Film Festival, del colectivo Subversive Film, basado en películas propalestinas de los años 70 y 80 por considerarla “altamente problemática”. Y Ruangrupa, el colectivo de curadores indonesio de esta Documenta -primera vez que la feria que se celebra cada cinco años desde 1995 tiene un colectivo curatorial-, junto a los artistas palestinos The Question of Funding y los autores de la pieza expresaron su rechazo a ese tipo de demandas sobre el arte. ”Estamos enojados, tristes, cansados, unidos. Defendemos nuestro rechazo a la censura, nos opusimos enérgicamente a la creación de este panel asesor científico. No aceptamos las alegaciones de su informe preliminar que descaradamente reproduce afirmaciones mal investigadas de los medios y carece de prueba científica, referencias académicas, argumentación rigurosa e integridad”, escribieron en una carta dirigida a la junta directiva y los accionistas de la Documenta.