Fuente: La Nación – Aldo de Sousa abre una nueva sede en la misma cuadra del microcentro porteño que desbordaba de acción hace poco más de medio siglo, con puntos de encuentro como el Instituto Di Tella y la Galería del Este.
El Florida Garden sigue estando en la esquina de Florida y Paraguay, donde varios clientes frecuentan a diario mesas que parecen asumir como propias. A media cuadra de allí, y pese al golpe dramático que asestó la pandemia en el microcentro porteño, parece estar renaciendo algo de la movida cultural que se vivió hace poco más de medio siglo en la llamada “manzana loca”.
Aunque ya no queda ni el eco de la acción que impulsaban sobre esas calles varios puntos de encuentro ineludibles para los artistas, como el Instituto Torcuato Di Tella y la Galería del Este, las historias sobreviven. Y un joven galerista está dispuesto a continuarlas.
“Este barrio tiene que ver con nuestros orígenes, nosotros salimos de acá: mis padres se conocieron en una muestra dedicada a la familia Iommi-Girola en la galeríaCarmen Waugh, en 1971″, recuerda Pablo de Sousa, director de la galería Aldo de Sousa, fundada por su padre al año siguiente en la Galería del Este. Tras mudarse varias veces de sede, y mientras conserva la que ocupa desde hace dos décadas en Arroyo 858, inaugurará mañana a las 19 otra nueva en Paraguay 675. No es una apuesta menor: en tres pisos que ocupan 540m2, incluye dos salas de exhibición, oficina y trastienda.
“Esta es de Rogelio Polesello, y esta de Edgardo Giménez”, dice Pablo mientras ordena en este último espacio los muebles diseñados para conservar las esculturas de la galería. Incluyen varias de sus tíos abuelos, Enio Iommi y Claudio Girola. Ambos aparecen en una foto en blanco y negro junto a su abuela Nidia y a su bisabuelo, Santiago, inmigrante italiano que llegó a la Argentina en 1912 y tuvo su propio taller de fundición en Rosario. “Su principal competidor era Luigi, el padre de Lucio Fontana”, agrega el galerista, nacido en 1984.
Desde que asumió la dirección de Aldo de Sousa, en 2018, Pablo se ocupó de poner en valor con muestras y libros el legado de tres artistas argentinos que no habían sido reconocidos: Jorge Pereira, Jorge Lezama y Lido Iacopetti. Este último no solo está representado ahora con siete obras en la muestra actual Manifiesto verde en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, que además compró una de ellas, sino que además en los últimos años pasó a integrar también las colecciones del Malba y el Macba.
En paralelo a esta pasión por rescatar la historia, el ex presidente de la cámara de galerías Meridiano fomenta la producción de los artistas contemporáneos. Como Alexis Minkiewicz, protagonista de la exposición inaugural de esta nueva sede, quien realizó su primera muestra individual en Aldo de Sousa en 2013.