Ramiro, un ceramista de arte y oficio que crea desde la tierra y con sus manos en Roca

Fuente: Río Negro – Con su trabajo, transforma la materia. Tierra, agua, aire y fuego intervienen en el proceso: desde la arcilla hasta la creación de piezas únicas y perpetuas. La cerámica, un arte en expansión.

Contemplar las piezas de Ramiro Martínez Hermet es como viajar a mundos paralelos. Los esmaltes, los colores y las formas finamente labradas con sus manos, dejan sin palabras a más de uno. Tocar esa cerámica es otro viaje sin retorno. Son objetos cargados de magia alquimista.

El ceramista alfarero tiene 37 años y su pequeño mundo de creaciones cósmicas en la calle Rodhe de Roca. Su emprendimiento se llama “RMH” y tiene sello propio. Innova con la técnica de “grés” de alta temperatura, un tipo de cerámica muy resistente y compacta.

Trabaja con sus propias pastas, busca los materiales desde la fuente en forma natural y los modifica buscando distintos efectos, luego modela objetos utilitarios, para el uso cotidiano.

Ramiro no ve las piezas como mercancía, sino como expresión y oficio. “Cada pieza que elaboro está hecha de forma individual, a mano, sin utilizar ningún tipo de forma de reproducción en serie o molde”, contó.

Cuando era un niño el dibujo fue primer amor, pero al descubrir la cerámica se apasionó. El mundo artístico lo atrapa desde que tiene uso de razón y apenas pudo estudiar, se fue a vivir a Buenos Aires para cursar Artes Visuales. 

Con su trabajo, Ramiro Martínez Hermet transforma la materia. Foto: Juan Thomes

Hoy, lejos de la academia, hace una década decidió recorrer su camino de manera autodidacta entre barros y arcillas, entre fuegos, quemas y talleres comunitarios. La llama de la cerámica estaba encendida en su interior y no dudó en darle aire: así construyó su marca personal. 

En Buenos Aires nació su hijo y con él un nuevo proyecto profesional: volver a Roca y montar un taller de cerámica donde profundizar el oficio y construir una fuente laboral. En 2014 empezó a dedicarse de lleno a la alfarería y ese pequeño espacio que tanto anhelaba comenzó a tomar forma. 

“La cerámica es el arte o oficio de dar forma a materiales térreos e inorgánicos y mediante un proceso térmico, con calor o fuego, transformarlos en algo definitivo y duradero”, definió el artista. En cada momento intervienen los elementos fundamentales: la tierra, el agua, el aire y el fuego.

“Se trabaja con la tierra, con materiales térreos, el agua es necesaria para darle forma a los elementos, para generar la plasticidad; el aire es importante para el secado de las piezas y el fuego para transformarlas en cerámica”, explicó Ramiro. 

Además, en su labor interviene la química ya que él mismo elabora los materiales con los que produce sus piezas: hace las pastas de arcilla y los esmaltes. El torno alfarero es una de sus herramientas, pero la principal es su horno de gas, fabricado por él mismo. “La forma en la que quemo le da el sello a mi producción”, comentó. 

El fuego transformador y un sello propio


Abrir el horno y ver el resultado luego de la transformación del fuego, es entender que en la cerámica hay mucho de ciencia, de conocimiento técnico, pero siempre está presente lo inesperado, lo que el artista no puede controlar y que siempre los mantiene en estado de asombro y permanente aprendizaje.

Su meta es viajar a Japón donde hay talleres que trabajan el tipo de cerámica que él realiza. Foto: Juan Thomes

“Si entendemos la alquimia como transformación de materiales, de elementos, hay muchísimo de eso”, respondió Ramiro.  

“Lo que más define mi proyecto es que son piezas hechas a mano diseñadas y elaboradas personalmente, siempre buscando expresar la belleza que hay en los propios materiales de la forma más pura posible respetando el oficio, revalorizando cada detalle en la pieza, en el diseño”, expresó. 

“Busco revalorizar el oficio de la cerámica, la producción artesanal y dar vida a las piezas con las cuales interactuamos día a día. La conexión que hay entre el arte y la vida, una de las características originarias de la cerámica”.Ramiro Martínez Hermet, ceramista de Roca.

Sueños y desafíos a futuro


Su meta personal es seguir puliendo el oficio, refinando los resultados para que la calidad y la belleza de los propios materiales y del diseño de las piezas sean cada vez mejores.

“Quiero seguir experimentando también con los materiales, con los procesos, con las formas de quemar, con distintas variaciones para lograr cosas cada vez más únicas, cada vez más originales y diferentes del resto”, planteó. 

Su próximo objetivo es viajar a Japón donde hay talleres que trabajan el tipo de cerámica que él realiza. Desea traer experiencias nuevas a su propio taller y aplicarlas a materiales locales.

Tierra, agua, aire y fuego intervienen en el proceso de la creación con cerámica. Foto: Juan Thomes

La cerámica, una disciplina en expansión


Para Ramiro, hace años la cerámica está “de moda” por varias cuestiones. Explicó que por un lado, hay una corriente que revaloriza los oficios y lo “hecho a mano”; y por otro lado, una que plantea “hacer las cosas uno mismo”.

También dijo que se busca una conexión con los “quehaceres manuales”. “Hay mucha gente que tiene trabajos mecánicos o digitales y necesitan de alguna forma descargar o conectar de otra forma con los materiales y con el arte, con cuestiones creativas y eso en la cerámica se da muy bien”, contó el artista roquense. 

Por último, explicó que se volvió una tendencia privilegiar la cerámica por sobre el plástico, como material más duradero y más sano para la conservación de alimentos.

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