Fuente: La Nación ~ Desde 2002, la revista británica “ArtReview” prepara una lista de artistas, coleccionistas, galeristas, críticos y teóricos que influyen a nivel internacional; no figuran argentinos y solo hay dos sudamericanos: la chilena Cecilia Vicuña y el brasileño Adriano Pedrosa.
El arte es poder y, a veces, contrapoder. Como cada año desde 2002, la prestigiosa revista británica de arte ArtReview, creada en Londres en 1949, dio a conocer en su número de diciembre la lista de las cien figuras más “poderosas” del arte contemporáneo, realizada por un comité internacional anónimo de profesionales del mundo del arte. Según ArtReview, los nombres se eligen según la capacidad de una persona (artista, coleccionista, curador, galerista, teórico) o grupo para influir en el arte que se produce en la actualidad y desempeñar un papel en la configuración de la perspectiva pública e internacional del arte; los seleccionados, además, deben haber estado activos el año anterior a la publicación de la lista.
En los primeros diez puestos figuran ruangrupa, el colectivo de artistas con sede en Yakarta que tuvo a su cargo la dirección artística de la polémica Documenta XV; la curadora italiana Cecilia Alemani, directora artística de la 59° Bienal de Venecia; los sindicatos de trabajadores de museos, que en algunos casos trabajan en conjunto con organizaciones de artistas para reclamar por mejores condiciones laborales; la artista y teórica alemana Hito Steyerl; el pensador, poeta y crítico afroamericano Fred Moten; el fotógrafo alemán Wolfgang Tillmans; la artista afroamericana Simone Leigh (ganadora del León de Oro en la Bienal de Venecia este año); la legendaria fotógrafa estadounidense Nan Goldin; el galerista alemán David Zwirner y el presidente de la Fundación Ford y mecenas estadounidense Darren Walker. En este enlace se puede consultar la lista completa, las listas de otros años y los diferentes puestos de varias figuras en ediciones anteriores.
No aparecen “poderosos del arte” argentinos, y hay apenas dos sudamericanos: en el puesto 29°, la artista, activista y escritora chilena Ceclia Vicuña (premiada en la Bienal de Venecia con el León de Oro a la Trayectoria) y en el 59°, el director artístico del Museo de Arte Contemporáneo de San Pablo, el carioca Adriano Pedrosa. Figura además el grupo disidente cubano Movimiento San Isidro (67°), que exige que uno de sus principales líderes (Luis Manuel Otero Alcántara) sea liberado de la cárcel en Cuba, y los galeristas mexicanos José Kuri y Mónica Manzutto (85), creadores de Kurimanzutto.
Aparecen artistas, filósofos y grupos conocidos por el público argentino, como el artista danés Olafur Eliasson (15°), la teórica estadounidense Donna Haraway (16°), el colectivo británico Arquitectura Forense (25°), el artista británico Steve McQueen (27°), el filósofo y escritor español Paul B. Preciado (31°), el cineasta tailandés Apichatpong Weerasethakul (32°), el crítico y curador suizo Hans Ulrich Obrist (34°), la filósofa estadounidense Judith Butler (37°), la empresaria y diseñadora de moda italiana Miuccia Prada (45°), el filósofo surcoreano Byung-Chul Han (48°), el artista chino Ai Weiwei (51°), la académica británico-australiana Sara Ahmed (71°) y el artista tailandés nacido en Buenos Aires Rirkrit Tiravanija (86°).
“Es cierto que diferentes tentáculos de poder se extienden en diferentes direcciones según dónde te encuentres -se lee en la introducción a la lista de los cien elegidos-. Por ejemplo, el mundo del arte será muy diferente para alguien que lo experimente en Nueva York en comparación con alguien que lo experimente en Nueva Delhi. Conciliar estas diferentes perspectivas en algo universal (o incluso global) es el polo alrededor del cual gira, hace piruetas o baila gran parte del debate que rodea a la lista. Los tentáculos de una megagalería o una institución importante en Nueva York, Londres o París podrían no llegar tan profundamente a los países del sur del planeta como lo hacen en el norte”.
Los editores de la revista indican que la lista mide hasta qué punto el mundo del arte tal como se lo conoce es una construcción del “norte global” y se interrogan si hay espacio para otros sistemas y formas de organización, de hacer, exhibir y propagar las ideas y prácticas de los artistas del sur global. “Es una lista que, a lo largo de sus dos décadas de existencia, ha medido el cambio -destaca-. O más a menudo, la falta de cambio”.
“Como siempre, sigue habiendo un debate sobre qué es el arte y para qué sirve -sostienen los editores de ArtReview-. Por supuesto, reconocemos que es un activo, y que en nuestros tiempos, en la mayor parte del mundo, los activos se rigen por los mercados y las fuerzas que les dan forma. Pero persiste el interés en nuevas formas de solidaridad, en el arte que puede moldear o remodelar activamente la sociedad, que puede abordar cuestiones apremiantes de igualdad social o ambiental. Porque estos son los problemas a los que nos enfrentamos en el mundo real, un mundo real en el que el arte también existe”.
Por último, se destaca que la lista revela “diferentes formas de valorar el arte, diferentes ideas sobre el propósito del arte y diferentes nociones de lo que el arte puede o debe hacer; el tipo de debates y discursos que deberían hacer que todos nos interesemos y queramos comprometernos con el arte”.