Fuente: Ámbito ~ “Manuel Espinosa: un ritmo de azar y necesidad” es la exposición que está presentando en estos días la galería MCMC en su nuevo espacio.
En su nuevo espacio de exposición, MCMC presenta “Manuel Espinosa: un ritmo de azar y necesidad”, con texto de Elena Oliveras cuyo título remite a un ensayo del biólogo y bioquímico Jacques Monod publicado en Francia en 1979, cinco años después de haber ganado el Premio Nobel.
Dividida en tres zonas, una de ellas exhibe una secuencia de obras con tinta litográfica. Enfrentada a ésta, hay una secuencia de dibujos ópticos y la otra, en el medio de la sala, es una selección de obras bifaz.
Figura emblemática del arte geométrico y cinético óptico latinoamericano, estas obras en papel fueron realizadas en la década del 50 hasta mediados de la del 80. Oliveras señala que “su libertad operativa” lo presenta como un inconformista y su inconformismo llega al tipo de hacer considerado “propio”, centrado en el cálculo y el ostinato rigore, que era el lema de Leonardo.
En Espinosa se va a encontrar el negro y el blanco así como un color “con modulaciones y transparencias”. Uno de los precursores de la pintura geométrica, figura clave de la tendencia constructiva en nuestro país, miembro fundador de la Asociación Arte Concreto- Invención, nació en Buenos Aires en 1912 y falleció en 2006. Su obra se expuso internacionalmente en Nueva York, Canadá, Madrid, París, Roma, Austin, Miami, Tokio, Caracas, cuando era la capital del arte de vanguardia, San Pablo, entre otros centros artísticos, así como cuando los artistas de las vanguardias de la década del 40 fueron invitados a Alemania por la Fundación Vatus y que tuvieron gran reconocimiento internacional.
¿Qué se encuentra en la obra de Espinosa? “Cálculo y ritmo, luz, color y equilibrio, paz”. Así aparece en una semblanza del artista en el libro dedicado a su obra y vida publicado por su sobrina Ana Espinosa en 2012, que junto a miembros de su familia encararon la catalogación, restauración y preservación museográfica de toda su producción.
Destacados críticos y teóricos se refirieron a su obra, entre ellos, Tomás Maldonado, Romualdo Brughetti, Jorge Romero Brest, Julio Payró, Córdoba Iturburu, Hernández Rosselot, Marta Traba, Elba Pérez quien lo calificó como “dandy espiritual” en ocasión de una muestra Geometría en Movimiento realizada en el MACBA en 2013.
Efectivamente, Espinosa tenía señorío, era reticente, el exhibicionismo le era ajeno, tenía horror por la estridencia, de allí que en 1979 expresara: “si pudiera llegar a enunciar en pintura lo que Eric Satie expresó
en sus Trois Gymnopédies y Trois Gnossiennes , me consideraría feliz”. También admiraba a Joyce, a Malevich, a Duke Ellington.
Justicia a un artista que vivió trabajando, pensando, sin sonoridades ni estridencias, como su propia obra. Disfrute de muchas charlas con el en su casa taller de la calle José E. Uriburu. Lindos tiempos !!!!