Fuente: Clarín – El universo de Gaby Grobo se despliega en dos exposiciones simultáneas curadas por Fernando Farina en Buenos Aires, que conectan arte y memoria, a través de la naturaleza. Desde lo profundo se despliega en una de las nuevas salas que el Centro Cultural Recoleta inauguró para las artes visuales, con un impactante mural inmersivo; mientras que en la galería Rubbers, un conjunto de obras de técnica mixta en distintos formatos revela su propio «expresionismo abstracto» en una monocromía de blancos, ocres y tierras.
En su obra la artista emprende un viaje interior hacia los anclajes de la tierra, como una forma de diálogo con su propio origen. Esta propuesta es una invitación a sumergirse en la materia densa de esa tierra, esencia misma de lo vivido. Al entrar en la sala, en Desde lo profundo el espectador es rodeado por un mural que se extiende por todo el espacio. La obra pictórica matérica actúa como un contenedor de las texturas del paisaje, como si de la piel de la tierra se tratara. Se extiende en continuado por los muros de la sala, generando una sensación de inmersión total. Las capas de pintura, densas y tangibles, hasta que parecen respirarse, exponen las huellas de la artista como si estuvieran imbuidas de un espíritu. Ante la aparente abstracción total, allí aparecen árboles y horizontes sutiles. La materia se convierte en el vehículo de la experiencia sensorial, transportándonos a un lugar donde lo físico se entrelaza con lo emocional.Las obras de técnica mixta en la galería Rubbers.
“Quería simular algo debajo de la tierra”, cuenta la artista en diálogo con Ñ. “La idea es que la profundidad sea de cualquier lado, no tan solo de la Pampa o del lugar en el que estoy, sino también de quienes se pongan a reflexionar en ese espacio, para que la habiten desde su propia experiencia”.
La propuesta inmersiva de Gaby Grobo es un acto de penetración profunda en los elementos esenciales de la naturaleza, llevándonos a un lugar donde la realidad y la emoción se fusionan. La instalación, como una experiencia multisensorial, habilita sentirse parte del paisaje, del territorio, de la memoria colectiva que Grobo ha logrado captar. Cada capa de pintura parece vibrar con la energía de la tierra y los sonidos naturales nos conectan con un paisaje que va más allá de lo visual: se siente en el cuerpo.En las pinturas abstractas se detectan sutiles figuraciones.
Sonidos de la tierra
Lo que transforma esta obra en una experiencia sensorial es la integración de sonidos naturales que emergen con fuerza desde diferentes rincones de la sala.
“Todo comenzó con el sonido. Empecé pensando que sonidos podrían ser: el viento, la lluvia, pero también podría ser una selva. Muchos de estos audios fueron grabados por mí en distintos lugares del país, aún en la selva misionera. El zumbido del mosquito lo tuvimos que reconstruir y luego todos los sonidos fueron sintetizados a un mismo nivel”, detalla la artista.Turbulencias, de Gaby Grobo.
Ante cada sonido emerge en un paisaje emocional. En su mayoría, estas pistas fueron grabadas en Carlos Casares, provincia de Buenos Aires, la tierra natal de la artista. Así se cuelan por el espacio el crujir de las ramas de los árboles moviéndose con el viento, el trote de los caballos, la lluvia caer, incluso cuando toma la forma de un fuerte temporal. Son voces conocidas para quienes habitan el campo y también sonidos universales que, escuchados dentro de la sala, tienen la habilidad de conectar con la naturaleza. Las gotas de agua cayendo sobre la tierra añaden una capa más de textura acústica a la obra.
El olfato también participa en la experiencia. El olor de la tierra húmeda crea un vínculo visceral; mezclado con el de la alfalfa y la madera, son un conducto directo hacia la conexión entre la tierra y la memoria que Grobo quiere compartir. La experiencia inmersiva integral es una apelación directa a reflexionar sobre nuestra relación con la naturaleza y la memoria cultural.Gaby Grobo combina pigmentos, tintas y pintura asfáltica, mezclados con elementos de la naturaleza.
La alquimia de la materia
Gaby Grobo concibe la pintura como un vehículo para explorar los sentimientos y recuerdos más íntimos. Capas de materia espesa se superponen en sus lienzos, como si cada trazo, cada marca, fuera un testamento de emociones.
Entre los elementos más atractivos de su trabajo, está el proceso alquímico mediante el que combina pigmentos, tintas y pintura asfáltica, mezclados con elementos de la naturaleza como tierra, paja, raíces o ramas, creando intensas texturas y empastes. Teresa Pereda está entre sus maestros.Gaby Grobo
La tierra representa no solo un paisaje físico; es emocional y existencial. La exploración de la materia podría encontrar ecos en la obra del artista alemán Anselm Kiefer, a quien rinde homenaje en una de las obras exhibidas.
En la serie expuesta en Rubbers, se revela con detalle la conexión de Gaby Grobo con su lugar de origen, Carlos Casares, como parte intrínseca de su identidad como artista. El amor esa tierra es fuente vital de inspiración. Títulos como Voces del suelo, Territorio escondido, Silencio terrenal, Sentimientos de la Tierra o Rutas de identidad, lo confirman.Territorio escondico, de Gaby Grobo
“Gaby es una artista que trabaja desde la impresión del campo, y desde allí nos sumerge en un espacio donde están las raíces de la tierra”, describe en diálogo con Ñ Eduardo Carballido, director de la Galería de Arte de la Embajada Argentina en París, donde la artista se presentó hacia fines de 2024 en una exposición colectiva.
La obra de Gaby Grobo interpela a la mirada y se siente en el cuerpo. Vibra con la densidad de la tierra y el peso de las historias que la habitan. Desde lo profundo es una invitación a hundirnos en nuestra propia geografía emocional, a escuchar las voces del suelo y a reconocernos en esa memoria ancestral que nos une a la tierra.
En tiempos de tanta desconexión, su pintura nos recuerda que somos parte de ella, que en la rugosidad de la materia también late la vida.
Desde lo profundo se puede visitar en el Centro Cultural Recoleta hasta el 30 de marzo; mientras que las obras en Galería Rubbers hasta el 11 de abril.