Fuente: La Nación ~ Las pinturas pertenecen a una serie de tangueras y también hay dibujos realizados en los años 70, que se expondrán próximamente; el acervo del museo inglés ya cuenta con obras de Marta Minujín, Jorge Macchi y Liliana Maresca.
La Tate Modern compró seis obras de la artista argentina Marcia Schvartz, una serie que representa mujeres que van a contrapelo de los prototipos del tango, que se expondrán en el museo londinense próximamente. La adquisición fue realizada con fondos proporcionados por la Tate Americas Foundation, cortesía del Comité de Adquisiciones de América Latina 2021, tras una negociación que llegó a buen término luego de tres años, cuando Michael Wellen, especialista en arte latinoamericano de la institución londinense, visitó la Argentina.
“Fuimos al taller de Marcia y unos meses después envió un mail para comprar las piezas. Acordamos el precio, pero las obras quedaron bloqueadas porque empezó la pandemia y no había vuelos, incluso la Tate cerró sus puertas. En 2021 retomamos el contacto y enviamos las obras: los conservadores del museo evaluaron, aprobaron el ingreso y las van a exponer”, dice desde París a LA NACION Marina Pellegrini, directora de la galería Vasari.
Schvartz hizo las dos pinturas sobre arpillera de la serie de Tangueras en 2004, con una bailarina como modelo. “Son mujeres que van contra el estereotipo del tango, en el que el hombre es víctima. Ese estereotipo de la mujer es feroz: ellas son malas y se venden por un vestidito de percal, cuando la realidad es que muchas de estas mujeres llegaban con una mano atrás y otra adelante, estaban acá y tenían sus propias historias densas, eran inmigrantes que venían solas o las traían en redes de trata como Zwi Migdal [conformada por delincuentes judíos que operó entre 1906 y 1937 con sede en la ciudad de Buenos Aires]”, señala la artista. Y añade: “el Moyano estaba lleno de polacas, alemanas, españolas que habían llegado a nuestro país solas”.
Sábado –una de las pinturas que ya se puede ver en la página de la Tate- representa a una mujer que se prepara para ir a la milonga. En Tabernero, que hace alusión al tango, la figura del hombre embriagado es reemplazada por una mujer que bebe en la intimidad de su casa, sobre un charco de vino (¿o sangre?).
Schvartz, cuya obra se vendió en plena pandemia al Malba y al Museo Reina Sofía de Madrid, y en el último año expuso en Nueva York, hizo unos dibujos en grafito sobre papel que también integran la adquisición cuando vivía en una pensión en Barcelona, a fines de la década del setenta. “No tenía dinero ni lugar: pintaba mucho en los cafés, en el barrio Gótico, frente al Teatro del Liceo, en la rambla”, dice la artista. A la colección de la Tate pertenecen también obras de los artistas argentinos Marta Minujín, Jorge Macchi y Liliana Maresca.