Fuente: La Nación – Desde las 19, cerca de 290 espacios de arte recibieron miles de visitantes en la jornada gratuita que se extendió hasta las dos de la madrugada; el hit de esta edición es el mapping creado con inteligencia artificial que se proyecta cada media hora en la fachada de la torre IBM
El cielo nublado y gris y el clima fresco no impidieron que Buenos Aires celebrara este sábado por la noche la llegada de la primavera con una fiesta de luz y color que volvió a convocar a miles de personas durante la Noche de los Museos.
El microcentro, una de las zonas de la ciudad más golpeadas por la pandemia, volvió a florecer cuando la fachada del edificio IBM –multinacional que celebra sus cien años en la Argentina– se iluminó al ritmo de una banda sonora dirigida por algoritmos con un mapping de obras de arte históricas y contemporáneas, creado por primera vez con programación e inteligencia artificial por el mismo equipo de UXart que proyectó sobre el Obelisco en 2019 parte de la extensa producción de Julio Le Parc. Con una duración de veinte minutos y reediciones cada media hora, fue el hit de la jornada.
“Ahora recreamos obras de artistas como Eduardo Mac Entyre, Rogelio Polesello y Gyula Kosice, pero también le ofrecimos a la inteligencia artificial textos e imágenes de otros como Miguel Ángel Vidal, para que genere y proponga imágenes propias con una poética tomada de la original. Es un diálogo entre el hombre y la máquina”, explicó a LA NACION Andrés Felipe Durán, cofundador y CEO de UXart.
Uno de los datos destacados de la noche fue la cantidad de visitantes que se acercó al Museo del Bicentenario. A tan solo tres horas de su apertura, unas 6000 personas ya habían recorrido sus instalaciones, una cifra que duplicó la del año pasado.
En esta ocasión, se inauguró la exposición “40 Años de Democracia”, centrada en los valores democráticos y “en la importancia histórica, política y social que esta forma de gobierno tiene para todos los argentinos y argentinas”.
En la plaza ubicada frente a la estación de trenes de Retiro, decenas de personas formaban fila para participar de un “recorrido nocturno en las alturas”: hasta las dos de la mañana estaban programadas las visitas guiadas en la Torre Monumental, donada en 1916 por los residentes británicos para celebrar el centenario del primer gobierno patrio. Lució iluminada en distintos tonos. Según explicaron los guías, hasta que se inauguró el Obelisco dos décadas más tarde, éste era el monumento emblemático de Buenos Aires, cercano al Hotel de Inmigrantes, actual sede de Muntref, donde hubo activaciones de obras y visitas guiadas hasta la medianoche.
Pasado y futuro se encontraron así en este circuito gratuito de arte y cultura organizado por el Ministerio de Cultura porteño, con la participación de más de 290 espacios públicos y privados. Por el duelo nacional decretado a raíz del trágico accidente en San Martín de los Andes, que provocó la muerte de cuatro soldados, el Ministerio de Defensa, el Ejército y la Armada suspendieron las actividades programadas para la Noche de los Museos en espacios como el Edificio Libertador General San Martín, el Regimiento de Infantería Patricios y el Buque Museo Fragata ARA Presidente Sarmiento.
Entre las novedades de esta edición se destaca el Museo de la Imaginación y el Juego (MIJU), el primer espacio lúdico de Buenos Aires diseñado para visitantes de hasta doce años, inaugurado ayer en Costanera Sur. Allí, en el edificio de la ex confitería Munich, la programación comenzó a las 16 con shows musicales, instalaciones lumínicas, una feria de emprendedores infantiles y un patio gastronómico. Las salas inmersivas y las instalaciones interactivas demostraron ser un atractivo programa para compartir la tarde en familia. Abrigados con bufandas y camperas, muchos se acercaron al museo antes de que abrieran las puertas. Las visitas se organizaron en turnos de 45 minutos, con un máximo de 90 chicos por turno. Los pisos del edificio están dedicados a distintas franjas de edad: de bebés a 3 años; de 4 a 7 y de 8 a 12. Para cada grupo hubo propuestas específicas. A partir de las 17 y hasta pasadas las 21, hubo shows de Nilocos, Los Cazurros y Raviolis, entre otros grupos.
Distinto fue el target de público que se acercó al Museo Nacional de Arte Oriental, que ofreció una noche de karaoke asiático con micrófono abierto: más de veinte artistas vinculados con “la movida asiática” (K-pop School, Kpop Revolution y Kstyle) bailaron con coreografías e interpretaron música pop contemporánea de China, Japón y Corea junto con los visitantes. Fue una propuesta original y divertida que atrajo la atención del público que recorrió también el resto de los pisos del Centro Cultural Borges, donde funciona el Museo de Arte Oriental.
Con Jorge Luis Borges en el foco de muestras, en el espacio cultural vecino a las Galerías Pacífico se exhibió toda la noche la 34° muestra anual de fotoperiodismo argentino de Argra; la exposición de fotografía Cámara afgana, del premiado Rodrigo Abd, y los dibujos de Carlos Masoch. Muchos se sorprendieron con las intervenciones de tango de la pareja de bailarines Malena Ypas y Gabriel Valido bailando en halls y pasillos y con Las nadadoras, la luminosa obra de Renata Schussheim ubicada en la cúpula vidriada de Plaza de las Artes.
En el bajo porteño, el CCK abrió en un horario especial, de 17 a 2, para ofrecer muchas propuestas para familias con chicos, que coparon el tercer piso, dedicado íntegramente a la infancia. Hubo filas para ingresar a la sala inmersiva, donde se proyectó en loop un episodio de Zamba y Nina en celebración por los cuarenta años de democracia.
En San Telmo, sobre la Avenida San Juan al 300, la programación del Moderno incluyó recorridos accesibles para personas con discapacidad, mientras que el Macba convocó a la Compañía de Danza Contemporánea UQBAR para bailar en la vereda. Otros que bailaron fueron los cientos de jóvenes que se reunieron en el Centro Cultural Recoleta. A eso de las 20, el patio estaba repleto de gente que esperaba con ansiedad una “batalla” de rap.
Llegar hasta el sur de la ciudad a primera hora de la tarde fue más complicado que otros años, debido al partido que de Boca y Lanús en la Bombonera. Por ese motivo Colón Fábrica, uno de los hits de la última Noche de los Museos, decidió no participar. Sí se sumaron una vez más otras instituciones como la Usina del Arte –que inauguró una megainstalación de Martin Huberman & El Estudio Normal y una muestra de fotografía, además de presentar una ópera–, el museo Marco y las fundaciones Proa y Andreani. Al caer el sol se veían largas colas en la vereda de Proa a pesar del mal clima.
El corredor norte, en el que se destacan el Malba, el Museo de Arte Decorativo, el de Arte Popular José Hernández y el Bellas Artes, recibió a cientos de personas que asistieron pese a la niebla y el frío. Malba volvió a convocar multitudes como ya es tradición en la Noche de los Museos cuando la entrada es gratuita. La gente esperó con paciencia para ingresar al museo de la avenida Figueroa Acorta 3415 y, una hora antes de la apertura, la cola ocupaba cuatro cuadras y daba vuelta a la plaza pegada al museo. Adentro los esperaban las obras de Edgardo Giménez, Frida Kahlo, Diego Rivera y tantos otros artistas latinoamericanos.
Nancy Borraro estaba primera en la fila del Malba desde las cinco de la tarde: “Fuimos al Colón Fábrica con mi marido y mi hija, pero no pudimos entrar; lo cerraron porque estaba el partido de Boca. Recorrimos otros museos y terminamos acá. La Noche de los Museos es algo que siempre esperamos, como la noche de las Librerías. En parte porque es gratuito, pero además es un paseo familiar. Es la primera vez que vengo al Malba”.
“Para mucha gente, esta es la oportunidad para conocer los museos de la ciudad”, dijo Diego Jara, a cargo de la comunicación del Bellas Artes. Mientras tanto, la fila iba llegando a la esquina. “A algunos les gusta venir de noche y otros que no suelen visitar museos durante el año aprovechan el evento. Muchos desconocen que los museos nacionales son gratuitos, por eso celebramos cada año la convocatoria”. Las visitas guiadas especiales por la colección de Pablo Picasso fue una de las más convocantes. También, la propuesta “Bella Noche en el Museo”, pensada para familias.
A pocas cuadras, Amelia, de 87 años, esperaba en la puerta de su museo vecino, el de Arte Popular José Hernández. “Acá hice cursos, es muy lindo el lugar, la gente es macanuda”, contó a LA NACION. En el Museo de Arte Decorativo sonaba la música de DJ Nicolás Etchelecu y muchos jóvenes y adultos esperaban afuera pese al frío. Mirta, de 60 años, llegó a las 18 con una amiga. “La Noche de los Museos es así, se abren lugares que uno no registra. Me gusta venir, aunque a veces hay demasiado movimiento. Hoy es la revuelta de los museos”.
Al cierre de esta edición todavía quedaban varias horas para que termine la edición número 19 de la ya tradicional Noche de los Museos en la ciudad de Buenos Aires.