“Fin de ciclo” para el Louvre: el proyecto de “renacimiento” incluye obras en la pirámide y la mudanza de “La Gioconda”

Fuente: La Nación – El presidente Emmanuel Macron anunció hoy que se realizarán cambios “fundamentales” en el museo más visitado del mundo, luego de que su directora denunciara una crisis edilicia y de obsolescencia; la obra maestra de Da Vinci, que convoca veinte mil personas por días, tendrá finalmente su cuarto propio.


PARIS.– El Museo del Louvre necesita enormes trabajos de restauración y el presidente Emmanuel Macron prometió hoy que se harán, sin que los mismos “pesen” en el bolsillo de los contribuyentes. Nueva entrada, nuevos espacios de recepción, nueva sala para la célebre GiocondaEl proyecto de restauración será sometido a concurso internacional de arquitectura a fines de 2025 para una inauguración en 2031.

“El museo más grande del mundo vive un fin de ciclo (…) Se necesitan cambios fundamentales e inversiones a largo plazo para un nuevo renacimiento del Louvre”, aseguró Macron, con la obra maestra de Leonardo da Vinci como telón de fondo, después de visitar este martes la institución.

El museo cristaliza la atención de los medios desde que su presidenta-directora, Laurence des Cars, lanzó el 13 de enero un mensaje de alarma en una nota dirigida a la ministra de Cultura, Rachida Dati. El documento lista los problemas de ese palacio que se extiende sobre 24 hectáreas de terreno en el corazón de la capital: “Multiplicación de averías en espacios a veces muy degradados”, “obsolescencia” de “equipamientos técnicos”, “inquietantes variaciones de temperatura que ponen en peligro la conservación de las obras”, “filtraciones, ascensores y escaleras mecánicas defectuosas…”.

La célebre pirámide inaugurada en 1988 fue calificada por la directora del Museo como “estructuralmente inadaptada” para recibir nueve millones de personas al año, cifra que marcó el Louvre en 2024
La célebre pirámide inaugurada en 1988 fue calificada por la directora del Museo como “estructuralmente inadaptada” para recibir nueve millones de personas al año, cifra que marcó el Louvre en 2024Thibault Camus – AP

La célebre pirámide que sirve de entrada al museo, majestuosa obra de vidrio y acero inaugurada en 1988, encargada por el presidente François Mitterrand y concebida por el arquitecto Ioeh Ming Pei, fue calificada por Des Cars como “estructuralmente inadaptada”. Prevista para recibir cuatro millones de visitantes anuales, el museo recibió en 2024 cerca de nueve millones (80% de ellos extranjeros) y diez millones antes de la pandemia de Covid-10. Al término de los trabajos anunciados, el museo debería ser capaz de acoger alrededor de 12 millones de personas por año.

Macron Visitó El Museo Del Louvre
Macron Visitó El Museo Del Louvre

Tras reconocer hoy que la inadecuación de la actual entrada era “un punto central” del problema, Emmanuel Macron anunció la “creación de una nueva entrada” para 2031 “a más tardar”. Ese espacio, ubicado en la fachada este, al pie de la columna de Perrault, “permitirá volver a colocar el Louvre en el corazón de la ciudad”, precisó el presidente, que agradeció la colaboración de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.

A esa primera etapa se agregará un conjunto de nuevas salas de recepción y de orientación del público, de mediación y de exposición en los espacios subterráneos, construidos debajo de la Cour Carrée y en los fosos excavados por André Malraux delante de la fachada. Esa nueva circulación impondrá modificar las instalaciones de varios departamentos, y sobre todo el de antigüedades orientales y egipcias.

El equipo presidencial también reflexionó sobre la futura ubicación de La Gioconda pues “la fascinación de los visitantes, que suman unos 20.000 por día, “complica las condiciones de circulación en los espacios adyacentes”. Para resolver ese problema, la Mona Lisa contará con un nuevo espacio “accesible en forma autónoma”, independiente del resto del museo y “con su propio billete de acceso”.

Pero, en momentos en que Francia se encuentra en plena crisis parlamentaria debido a un presupuesto que no termina de ser adoptado, Macron es consciente de que ya no puede dictar sus decisiones al gobierno como lo hizo durante los pasados siete años. Por otra parte, la complicada situación de las finanzas públicas hace inimaginables masivas inversiones por parte del Estado para realizar las obras que necesita el Louvre que, según la dirección del museo, se elevarían a “centenares de millones de euros”. Última cifra que circula en los medios culturales: 500 millones de euros.

Sophie Primas, portavoz del primer ministro François Bayrou, había advertido la semana pasada que era impensable “agregar una línea de gastos de ese orden, en momentos en que construimos un presupuesto centrado en el control del gasto público”.

¿Habría que entender, entonces, que el gobierno no se sentiría obligado por la palabra del presidente?

Macron se refirió a la necesidad de un "nuevo renacimiento" para el museo que atesora la obra maestra de Leonardo da Vinci
Macron se refirió a la necesidad de un «nuevo renacimiento» para el museo que atesora la obra maestra de Leonardo da VinciBERTRAND GUAY – POOL

“La Constitución es bastante clara: el presidente preside, el gobierno gobierna y prepara el presupuesto, el parlamento lo vota. Efectivamente, la decisión solo comprometería al presidente”, aseguró Primas, agregando que el Estado entrega 100 millones de euros por año al Louvre, por un presupuesto total de funcionamiento de 323 millones. Macron disipó este martes esos temores. “Todas las obras de la nueva entrada se financiarán con recursos propios del museo, la venta de entradas, el mecenazgo y la licencia del Louvre Abu Dhabi, sin gravar al contribuyente”, aseguró el mandatario.

Con respecto a las entradas, el presidente sugirió que los turistas no pertenecientes a alguno de los 27 países de la Unión Europea (UE) paguen más por acceder al museo a partir de 2026. Actualmente, la entrada es de 22 euros, aunque gratis para los menores de 18 años y para los menores de 26 residentes en el bloque.

Esa idea coincide con la propuesta de la ministra Dati, quien hace pocos días señaló que las tarifas del Louvre se sitúan “en lo más bajo de la escala” en comparación con los “grandes museos equivalentes”. Dati había evocado asimismo “las posibilidades de progresión en materia de mecenazgo”.

Según fuentes gubernamentales, el ejecutivo busca la forma de “movilizar otras fuentes de financiamiento” contactando donantes privados y grandes empresas, como sucedió con los 846 millones de euros que permitieron reconstruir la catedral de Notre-Dame de París. Ese proyecto, que permitió volver a inaugurar en diciembre la catedral cinco años después del incendio, es una de las principales acciones culturales de Emmanuel Macron.

Gran tradición francesa, numerosos presidentes de la V República suelen dejar en París un gran proyecto arquitectónico. Así, Georges Pompidou hizo construir el Centro Pompidou, generalmente conocido como “Beaubourg”, François Mitterrand dejó la pirámide del Louvre y la Gran Biblioteca, y Jacques Chirac el Museo de Artes Primitivas. Macron podrá vanagloriarse de la reconstrucción de Notre-Dame aunque —según fuentes del Elíseo— su otro “gran proyecto” es la Ciudad Internacional de la Lengua Francesa, que será instalada en el castillo restaurado de Villers-Cotterêts en la región del Aisne, en el norte del país.

Según esa bella tradición, si hoy el presidente se preocupa por el bienestar del Louvre es porque, como sus antecesores, se considera “el garante del futuro”, encargado de “proteger todo lo que hace al patrimonio, el orgullo y la grandeza del país”, afirman sus allegados.

“Es así aunque no se trate de su terreno específico en su calidad de presidente francés”, insisten.

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