Fuente: La Nación ~ Cerca de treinta piezas de gran valor serán rematadas en octubre; con lo recaudado, el museo de Nueva York invertirá en un canal de streaming y en aumentar el acervo de arte digital.
Washington-. Hay una actualización disponible en el MoMA. El Museo de Arte Moderno de Nueva York sacará a subasta 29 obras de su colección y el dinero recaudado (entre 70 y 100 millones de dólares, calculan los intermediarios de la venta), se destinará a la transición digital del centro de arte. El conjunto que abandona la colección estadounidense se trata de una tercera parte del legado recibido a la muerte del fundador de la CBS William Paley, que dejó al museo 81 piezas de gran valor, pinturas y esculturas que incluyen nombres como Picasso y Francis Bacon.
Esos dos artistas aportan las piezas de mayor relieve de la operación; una venta en Sotheby’s, en Londres, prevista para el 14 de octubre. Del artista malagueño saldrá al mercado una de sus guitarras cubistas, de 1919 (a partir de 20 millones). Del torturado pintor británico, un tríptico de pequeño formato de 1953, titulado Three Studies for Portrait of Henrietta Moraes (35 millones).
La mayor parte del dinero se destinará a ahondar en la digitalización del museo, según ha adelantado el Wall Street Journal, tras confirmarlo con fuentes de la fundación de Paley y con el director del centro, Glenn D. Lowry. El periódico financiero neoyorquino aventura que hay planes para lanzar un canal propio de streaming y de mejorar la colección de arte digital, posiblemente NFT. El MoMA es la clase de institución que marca desde su fundación en 1929 el camino que las demás acaban recorriendo, así que el gesto trasciende a la mera operación económica.
La historia de Paley con el museo es larga: se unió al patronato en 1937. Fue un gran coleccionista de arte contemporáneo cuando aún no se consideraba una obligación chic entre los más ricos. Llegó a ser presidente y presidente emérito del órgano de dirección del MoMA, así que cuando murió su legado no fue precisamente una sorpresa, tampoco que lo donara sin condiciones.
El museo estaba autorizado a conservar las obras, pero también, llegado el caso, a venderlas. La fundación Paley, en la que está involucrada su hijo Bill como vicepresidente, ha participado en la operación, también en la selección de las obras que saldrán del museo. Además del Picasso y del Bacon, en el lote hay pinturas de Renoir, un Derain de época fauvista y un lienzo de Henri Rousseau, así como esculturas de Rodin y Maillol.
En los planes del museo para el dinero obtenido de la venta está también sumarse a la incierta revolución de los NFT, obras de arte digital que, por emplear un símil pecuniario, son a un cuadro impresionista lo que un bitcoin a una montaña de billetes de curso legal.
La pandemia alteró el sistema de los museos tal y como lo conocíamos mucho más allá del paro al que los obligó. Tras la reapertura de sus puertas (el MoMA optó, como el resto de las instituciones estadounidenses, por un regreso lento y precavido) los niveles de público no han vuelto aún a los previos al coronavirus; las visitas han caído un 40 por ciento en la institución neoyorquina.
El covid puso a los centros ante el espejo de su digitalización. Todos se lanzaron a ofrecer exposiciones online, charlas por Zoom, podcasts y recorridos guiados con curadores por streaming. Eso les permitió también darse cuenta de que no todo vale en el mundo virtual, que es lo mismo que decir que todo cuesta. De ahí que el MoMA se disponga a cambiar joyas del viejo arte tangible por la urgencia de actualizar su imagen digital.