De esculturas monumentales a galerías íntimas: Arte gratuito en Buenos Aires en 10 muestras

Fuente: Clarín – Buenos Aires y el conurbano se llenan de arte gratuito esta temporada con una selección de muestras que incluyen esculturas al aire libre, instalaciones inmersivas y pinturas que invitan a la contemplación. Desde el nuevo espacio Malba Puertos hasta galerías íntimas en la ciudad, estas propuestas ofrecen experiencias únicas para todos los amantes del arte. Con entrada libre, estas siete exposiciones son una oportunidad perfecta para explorar y conectar con el mundo artístico.

Ofrenda, de Celina Eceiza, en el Museo Moderno

Al entrar a esta exposición la arquitectura del museo cambia. Se ablanda, podríamos decir, en contraste con la del resto de salas en una serie de mundos levantados sobre telas. La iluminación, que en este caso proporcionan meramente los colores -no hay ventanas por donde entre luz de afuera-, viste a cada uno de estos enormes ambientes de un diferente momento del día, o quién dice, de un distinto estado de ánimo.

Es una atmósfera realmente bonita en la que dan ganas de quedarse un buen rato, y unos colchones blandos y esponjosos permiten hacerlo relajado e inmerso en la contemplación. Se puede visitar hasta marzo, con entrada gratuita los miércoles. Hay café dentro del museo para que no le falte nada a la salida.

Malba Puertos

Este paseo de esculturas monumentales al aire libre es una escapada genial para pasar el día. Recién inaugurado en Escobar, es un segundo Malba al cual se llega en auto en una hora. Durante todo el verano, el lugar ofrece también actividades y talleres de arte gratuitos de los que se puede participar sin necesidad de reserva. Hay para todos los gustos y su programación se puede ver en la web del museo. En Malba Puertos, Eduardo Costantini, Gabriel Chaile y el arquitecto Juan Herreros. Foto: gentileza prensa Malba.En Malba Puertos, Eduardo Costantini, Gabriel Chaile y el arquitecto Juan Herreros. Foto: gentileza prensa Malba.

Todas las obras que hay allí son de artistas argentinos, y en dicho entorno, para el cual fueron encomendadas, les toca negociar con la naturaleza: se materializa en ellas el viento, que cambia de lugar sus partes y así su significación; mientras que la humedad que emanan el río y el lago, y el oxígeno del aire mismo, las oxidan transformando sus colores. Trazando reflexiones sobre el tiempo.

Hay incluso una sala de paredes vidriadas entera y permanentemente dedicada a la obra que Gabriel Chaile expuso en la Bienal de Venecia. También de acceso gratuito y con bar adentro. Abierto todos los días menos los lunes.

Una remera no negra, de Carrie Bencardino en la galería Piedras

Para quienes se animen a fluir en la contemplación paciente, esta muestra de pura pintura también es de entrada gratuita y cierra el 25 de enero (últimos días para visitarla, abre de jueves a domingos por la tarde). Es una sala con cuatro óleos grandes y envolventes que ubican al espectador en el centro de una escena futurista y glamorosa.

Aún separados por los límites de los lienzos, sus personajes coexisten en una misma historia, en la que el visitante está integrado. A él lo miran directo a los ojos como la famosa Gioconda. Si uno se acerca y deja atrapar por estas piezas, podrá encontrar detalles impensados. Quizás, hasta a sí mismo.

Sin título, de Mondongo en Arthaus

En esta muestra del dúo argentino, que se puede ver hasta marzo, la naturaleza brilla aún en la oscuridad. En las salas de abajo del edificio se exhiben «Calavera II» y «Calavera VIII», hechas con plastilina y lujo de detalle, que pertenecen a importantes colecciones en Bélgica y Estados Unidos. Juliana Laffitte y Manuel Mendanha del colectivo Mondongo en ArtHaus Buenos Aires. Foto: Mariana Nedelcu.Juliana Laffitte y Manuel Mendanha del colectivo Mondongo en ArtHaus Buenos Aires. Foto: Mariana Nedelcu.

Que la muerte iguala a todos, es un mensaje que estas obras perfectamente podrían contener. Aunque son, al mismo tiempo, metáforas de todo menos de la muerte: en palabras de sus prolíficos creadores, “autorretratos, contenedores de toda la basura que a lo largo de la vida se acumula a veces con más y otras con menos sentido dentro nuestro”.

Nunca será suficiente el tiempo para alcanzar apreciar la totalidad de escenas que transcurren dentro de estas calaveras, unidas por una historia, una vida. Para hacerlo habría que, en cierto modo, vivir la vida que vivió el retratado: todo aquel que observe. Juliana Laffitte y Manuel Mendanha del colectivo Mondongo en ArtHaus Buenos Aires. Foto: Mariana Nedelcu.Juliana Laffitte y Manuel Mendanha del colectivo Mondongo en ArtHaus Buenos Aires. Foto: Mariana Nedelcu.

En la terraza del edificio además se instaló de manera permanente «El Baptisterio de los Colores». Obra arquitectónica inmersiva que el dúo compuso con casi 4 mil colores de plastilina, hierro, madera y espejos. Abre de martes a domingos con entrada gratuita y el espacio también tiene cafetería.

Canal Gauchito, de Martín “El Keni” Agazzi en la galería Departamento 112

Una muestra que es a la vez santuario del Gauchito Gil, inaugurada en el aniversario del fallecimiento del santo popular desertor y justiciero.

Esta exposición del artista oriundo de Merlo recorre dos salas que consiguen cosechar -tanto en devotos como en no devotos- preguntas y reflexiones alrededor de la fe y su lugar en estos tiempos. Contempla registros fílmicos, pinturas, cerámicas y dibujos en carbonilla, y se puede ver hasta marzo en la galería de Martinez.

Retroespectro, de Agustín González Goytía, y Un amor y una promesa, de Fabio Risso Pino en la galería Linse

La muestra de González Goytía propone entrar en la pintura, en el paisaje eufórico que se forma en el destello del color. Los lienzos cuelgan de manera instalativa en el espacio trazando un recorrido que abarca una decena de años de trabajo del artista tucumano. Así, plantea pensar dónde empieza y dónde termina una obra, un momento, los enlaces y desenlaces.

La muestra de Risso Pino, por su parte, en el piso de arriba de la misma galería, sumerge al visitante en el luminoso imaginario de este artista donde se vinculan ternura, humor, nostalgia y sexualidad. Tan naif como eróticas, estas piezas de lejos aparentan objetos de una perfecta manufactura. Es al acercarse y adentrarse en ellas, que se revelan rostros, gestos y recuerdos que apelan directo al sentimiento. Ambas se podrán ver a partir de febrero con entrada gratuita.

Flores Salvaje de Julieta Proto Boca, y La mitad entre la pared y el infinito de Álvaro Godoy en Valerie´s Factory

La exposición de pintura de Proto Boca es una de grandes paisajes que transportan al entorno terracota y pedregoso del norte. Conectados por un gran horizonte, los óleos rescatan -por la manera tradicional en la cual cuelgan de las paredes sin cruzarse al paso del visitante- el valor que la bidimensionalidad le da a la disciplina. Proponen concentrarse en lo que pasa dentro de la pieza y en cómo está usado el material.

La distancia entre la obra y quien observa, juega un rol fundamental en la apreciación de las vistas y su amplitud. Hay también una linda serie de grabados más chicos con letras de Daniel Melero que se amalgaman a la abstracción de las panorámicas. Distribuidas en todos los ángulos de la galería, las piezas invocan la visión 360°, como si uno andara en auto por aquella alucinante ruta rojiza.

En la exhibición de Godoy brillan flores tridimensionales, y otras se desprenden del piso o las paredes a la altura de los espectadores. Una instalación lúcida que traslada, desde lo visual y sonoro, a un entorno más selvático, con piezas que remiten a la técnica del grabado japonés Ukiyo-e. Desde febrero y hasta abril, estas dos muestras se podrán ver gratis en la galería ubicada en Villa Crespo.

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