Fuente: Página12 ~ “Los cuadros son una impresión en el tiempo, un instante fugaz donde el artista presenta al espectador una composición estática cuidadosamente coreografiada. Les propongo considerar el momento en que los personajes de las obras se han marchado, a reflexionar sobre los paisajes y las estructuras que forman el telón de fondo de esa composición. En ausencia de representaciones de personas vivas, aquellas que habían habitado esas escenas, relacionémonos con la imagen únicamente a partir de nuestro pensamiento, habitémosla desde un lugar distinto”. Tal es la invitación que acerca Octobrium, artista que estudió en el Edinburgh College of Art y actualmente vive y trabaja en Londres, con Paintings from an alternative position in time, su más reciente serie. Son, como su nombre bien indica, pinturas de grandes maestros reconstruidas digitalmente desde una posición alternativa, posterior al momento en que fueron originalmente concebidas. Un después solitario, como puede verse a partir de sitios prácticamente despoblados, vaciados de terrícolas, salvo alguna rara excepción… Cuenta el mentado Octobrium que con este proyecto pretende “explorar la idea del tiempo”, atendiendo –eso sí– a que sus versiones de clásicos pictóricos “emulen la impronta y el estado anímico a los que inducía la pintura original”. Al respecto, fue revisando –vía web– las arcas de la National Gallery londinense que el muchacho se decantó por un manojo de beatos trabajos para reinterpretar; entre ellos, La adoración de los reyes magos, pintura al óleo de Jan Gossaert, fechada entre 1510 y 1515; San Jerónimo en su estudio (1474-1475), de Antonello da Messina; Vida de San Cenobio, de Sandro Botticelli, de aproximadamente el año 1500. A los que seguirán otros el día después de mañana, entregado el ignoto Octobrium a seguir “creando algún tipo de conexión con pinturas de otras épocas”.