Una obra de Picasso se venderá a través de fichas digitales

Fuente: Ámbito ~ «Niña con boina», un óleo de Pablo Picasso que representa a la musa del artista Marie-Thérèse Walter, se pondrá a la venta en el banco suizo Sygnum, especializado en activos digitales, mediante la tecnología de cadenas de bloques (blockchain) en forma de fichas digitales que se asemejan a acciones.

La puesta a la venta a través de la tecnología de la cadena de bloques permite a los inversores comprar partes de la tela pero también, como en la Bolsa, negociarlas y comerciarlas en un mercado secundario, donde los vendedores y compradores toman contacto a través del banco.

La pieza que sale a la venta con esta mecánica es un óleo sobre lienzo de 65 por 54 cm, pintado por el el artista español en 1964, se estima en 4,25 millones de dólares, indicó el banco de Zúrich en un comunicado.

Esta pieza se pondrá a la venta en colaboración con el fondo estadounidense Artemundi, especializado en inversiones en el arte y las transacciones se harán en francos suizos a través de las fichas emitidas por Sygnum, que son formas de monedas digitales más estables, respaldadas por una gran moneda, informó la agencia de noticias AFP.

A su vez, el lienzo será almacenado en un depósito para las obras de arte, altamente seguro.

Con esta venta en forma de acciones en la cadena de bloques, el banco pretende reducir las barreras a la entrada en el mercado del arte, y «abrir un universo de oportunidades de inversión único» y «accesible a todos», aseguró Mathias Imbach, el cofundador y director general de Sygnum Bank, en el comunicado del banco.

Sin embargo, la suscripción para participar de esta operación sigue destinada a profesionales e inversores institucionales.

Arte con Inteligencia Artificial

Fuente: Télam ~ La llegada de la Inteligencia Artificial al campo del arte amplía las formas de expresión y reabre viejos debates sobre el reemplazo del humano por la máquina. ¿La Inteligencia Artificial puede crear arte?

La creatividad es algo que suele relacionarse exclusivamente con lo humano. Se la define como la capacidad de generar ideas o conceptos, y asociaciones desconocidas entre ideas o conceptos existentes. Pero la Inteligencia Artificial (IA), una combinación de algoritmos creados para que las máquinas presenten las mismas capacidades que el ser humano, parece desafiar esta idea.

En 2016, científicos del laboratorio de investigación de Sony lanzaron FlowMachines, una red neuronal capaz de generar música que utilizó como insumo una base de datos con más de 13 mil canciones de diversos géneros para crear Daddy’s Car, una canción inspirada en Los Beatles. Este no es el único ejemplo de música generada con esta herramienta, en la web de la de compañía de investigación OpenAI, hay disponibles muestras musicales basadas en el trabajo de músicos como Elvis Presley, Pink Floyd, Frank Sinatra, Katy Perry, Radiohead, Eminem y Diana Ross, entre otros.

En 2018, Artnet un sitio web de arte vendió a un coleccionista parisino la obra “El retrato de Edmond Belamy”, el primer cuadro hecho con un programa con IA del colectivo artístico francés Obvious, cuyo lema es “la creatividad no es solo para los humanos”. Para su creación, se alimentó al sistema con datos de 15 mil retratos pintados entre los siglos XIV y XX. La imagen que resultó tiene aires de la pintura del siglo XVIII pero no se trata de una pintura sino de una impresión de tinta, y la firma de su «creador» es la fórmula “Min (G) max (D) Ex [log (D (x))] + Ez [log (1-D (G (z)))]” que se utilizó para hacerla.

A comienzos de 2020 en Argentina, un sistema de Inteligencia Artificial escribió un capítulo del libro «Será del arte el futuro» de la periodista argentina Mercedes Ezquiaga. El sistema desarrollado por el divulgador científico y especialista en Esteban Tablón, utilizó cientos de entrevistas, notas y libros que Ezquiaga había escrito en sus 20 años de carrera como periodista para crear un texto que siguiera el estilo de la autora.

Mercedes Ezquiaga que se desempeña como periodista en la sección Cultura de Télam, cuenta que “quería hacer un libro que toque el ámbito internacional, ya había hecho uno sobre el arte argentino, y me parecía importante que estuvieran los diferentes actores que hacen al mundo del arte”. Para ella estaba claro que la Inteligencia Artificial era un tema con el que los artistas trabajan y por eso decidió utilizarla.

“No podemos pensar la Inteligencia Artificial como algo sobre lo que no tengamos ninguna decisión, deberíamos pensarnos como dueños del destino del avance de las tecnologías”Mercedes Ezquiaga
Sin embargo, el proceso hasta alcanzar el resultado fue largo, “tardé un montón en amigarme con lo que decía Lucía Funes, así la bautizó Esteban (Tablón) a su Inteligencia Artificial, porque apenas lo leí no se entendía nada y había sido muy caro hacerlo, pero el costo estuvo buenísimo”, detalla Ezquiaga a Télam y agrega “reconozco muchas cosas de mi escritura ahí, no la frase entera sino la mitad de una oración o el comienzo de otra, pero termina diciendo cosas que están buenas”. De hecho, una de las oraciones que Lucía Funes escribió fue “Será del arte el futuro”, frase que luego se convirtió en título del libro.

Para llegar al resultado que esperaban, el sistema requirió de meses de entrenamiento. «Fue un proyecto en español, sin antecedentes similares en ese idioma, que debía escribir con el estilo y la temática que sigue Mercedes y que además no era un chatbot que tenía que responder preguntas sobre cuestiones bancarias, debía hacer literatura», sintetizó Esteban Tablón a Télam en una entrevista que realizaron con motivo de la publicación del libro. Y detalló, «procesamos todo lo que escribió Mercedes bajo redes semánticas y conseguimos un grafo, con lo cual llegamos a un buen análisis anatómico del estilo de escritura de la autora». Luego, por medio de una dinámica de corrección y reescritura, el programa aprendió a escribir por sí mismo, a través de su propia experimentación.

Con estas y otras experiencias, la idea de que las máquinas “crean” arte ha ganado actualidad. La capacidad que desarrollan para aprender cómo se ven o suenan las obras de arte y producir versiones nuevas, coherentes y “al estilo” del original, alimentan la ilusión de que una Inteligencia Artificial creativa podría reemplazar al artista.

Esteban Ierardo, filósofo, docente y autor de Sociedad pantalla y La sociedad de la excitación, entre otros libros, explica a Télam que la discusión sobre si la Inteligencia Artificial puede reemplazar a la mente humana tiene su inicio en la cultura popular con la película de Kubrick , `2001: Odisea del espacio ́, cuando una nave dirigida por una IA llamada HAL se revela ante la tripulación. “Esta cuestión sobre si existe la posibilidad de que las máquinas con Inteligencia Artificial se independicen del ser humano es un planteo de ciencia ficción”, agrega y subraya que en la actualidad “todo aquello que se hace por medios computacionales necesitan un acto de programación humano, un lenguaje de algoritmos que es programado por ingenieros informáticos”.

Este mismo análisis se puede traspolar al campo del arte, Ierardo explica que “decir que las máquinas hoy pueden hacer arte es soslayar que las máquinas no pueden funcionar si no es a partir de un ordenamiento humano previo”. Y ejemplifica “hay software muy sofisticados que pueden hacer variantes de música clásica sin la mediación de la orquesta y de una forma muy eficaz, por lo tanto que un músico elabore música a partir de una máquina es semejante a un violinista que hace música a través de un violín, siempre estamos hablando de un humano que para hacer algo recurre a una mediación, a un instrumento que va cambiando según la evolución tecnológica, la mediación del instrumento sigue siendo estructuralmente la misma”, concluye.

 La Inteligencia Artificial desafía la idea de la creatividad y el arte como un campo exclusivo del ser humano. La Inteligencia Artificial desafía la idea de la creatividad y el arte como un campo exclusivo del ser humano.

Para Ezquiaga, “Lucía Funes no podría haber escrito nada si no la alimentábamos de lo que hice durante casi 20 años de periodismo, fueron cientos de páginas escritas que implican que yo haya entrevistado personas, visitado lugares, haya mirado obras”. Reconoce que a ella le gustaría leer dentro de unos años el capítulo que escribió la Inteligencia Artificial y descubrir que ella está escribiendo lo mismo en ese momento, pero advierte que “no podemos pensar la Inteligencia Artificial como algo sobre lo que no tengamos ninguna decisión, deberíamos pensarnos como dueños del destino del avance de las tecnologías”.

Subís tu obra por u$s1 y la vendés por millones como NFT: la galería de arte cripto argentina para toda la región

Fuente: iProUp ~ El 10 de junio, la imagen de un personaje digital pixelado se vendió en Sotheby’s por 11,7 millones de dólares y se convirtió en el segundo objeto digital más caro de la historia. Fue acuñado como un token no fungible o NFT, un concepto que se popularizó en el mundo del arte y contenido digitales. Y que llegó para quedarse.

En ese escenario nació Kephi Gallery, una plataforma en la que artistas de diferentes disciplinas pueden reunirse y compartir su trabajo, pero con un diferencial.

«Se va a convertir en un mercado de NFT. Aunque va a haber una opción de compraventa, nuestra idea es darle una impronta más de galería: queremos ser una vidriera para que los artistas, sobre todo latinoamericanos, puedan presentar sus obras y acuñar los NFT para obviamente poder monetizarlas«, explica a iProUP Nicolás Verderosa, uno de los creadores y CEO de Kephi Gallery.

Según explica Verderosa, «los NFT son una variante de los tokens creados en las blockchain, la tecnología que es la madre de las criptomonedas, y un protocolo que siempre estuvo presente, pero que se empezó a popularizar el año pasado debido a la posibilidad de crear artículos digitales únicos«.

Es decir, a diferencia de otras criptomonedas, en la que –por ejemplo– cada bitcoin vale lo mismo que otro bitcoin, un NFT su propio valor, no equiparable con otro NFT. Y aunque pueden usarse en múltiples ámbitos, explotaron principalmente en el mundo del arte.

«Lo que permite es asociar una obra –ya sea una imagen, un videoclip, música, poesía, cualquier cosa que pueda ser considerada arte– a un código llamado hash que hace que ese artículo adopte dos fundamentos: uno, que sea único; y dos, que sea trazable. Esto significa que quien lo creó es y siempre va a ser quien dice que lo creó. No hay chance de falsificación ni de que sea una copia», explica el CEO.

Para muchos la pregunta es una: ¿por qué comprar una imagen que puedo descargar gratis de internet? Así responde Verderosa: «Podría pasar lo mismo con una obra de arte física: uno podría tener una muy buena copia de la Mona Lisa en su casa y sin embargo no va a tener la Mona Lisa y ese cuadro no va a tener el mismo valor. En el mundo digital pasa exactamente lo mismo«, asegura el ejecutivo».

La simpleza es una de las premisas de Kephi Gallery: «La gente va a poder operar sin necesidad de mayores conocimientos técnicos ni de grandes capitales iniciales porque estamos utilizando, dentro de la tecnología blockchain, una red sumamente económica y rápida como es la de KardiaChain, que por la misma tecnología que usa permite que sea mucho más accesible», explica.

«La ventaja de que esta red que usamos sea tan barata va a hacer posible que los artistas de la región puedan subir todas sus obras de arte. Hoy en día subir una obra o hacerlo a través de un NFT en la red de Ethereum puede costar entre 80 y 120 dólares, sin la seguridad de que el artista lo vaya a vender. En cambio, con la red de KardiaChain va a salir -y esto no es una exageración- hasta 10.000 veces más barato. O sea que quizás con menos de un dólar puedan crear un NFT«, sentencia Verderosa.

¿Por qué la diferencia? «Porque la tecnología lo permite. Tiene que ver con el protocolo subyacente de la tecnología. Ethereum y Bitcoin usan el protocolo Proof of Work -prueba de trabajo- y eso se hace con un hardware impresionante que es muy caro, por eso las comisiones son también caras, para premiar a más mineros», señala.

Y asegura: » KardiaChain usa Proof of Stake –prueba de participación–, que es la tecnología más nueva de las blockchains actuales. De hecho, Ethereum se va a mudar a esa tecnología en algún momento con Ethereum 2.0. Esto hace que los costos se abaraten y permite bajar las comisiones«, explica.

«Otra de las ventajas de esta red –continúa Verderosa–  «es la posibilidad de operar en varias cadenas a la vez, entonces los artistas que suban sus obras en Kephi Gallery van a poder venderlas no solamente con la moneda nativa de KardiaChain, sino con cualquier otra que esté interconectada, como Ethereum«.

La plataforma no tendrá ningún tipo de restricción y para ingresar no será necesario tener una invitación ni ser referido por otra persona. «No vamos a juzgar el contenido artístico en cuanto a si algo es bello o no artísticamente hablando: habrá lugar para todos», anticipa Verderosa.

Y asegura: «Sí va a haber colecciones destacadas, tanto de Kephi Gallery como de nuestros socios y de instituciones artísticas locales o regionales que se acerquen y quieran tener su propia colección». Cochero y Verderosa, cofundadores de Kephi GalleryCochero y Verderosa, cofundadores de Kephi Gallery

Verderosa inició el proyecto junto a un amigo de la secundaria, Joaquín Cochero, con quien ya había realizado otro tipo de trabajos. «Se nos ocurrió viendo, por un lado, el boom de los NFT; y por el otro, la dificultad para artistas de lugares en vías de desarrollo para entrar en el mundo del arte. Pagar 100 dólares para subir una obra a una galería virtual es excesivamente caro para cualquier artista que está arrancando«, asegura. Y añade: «Así empezamos a investigar alternativas para abaratar esa comisión y llegamos a KardiaChain».

El modelo de monetización se basará en las comisiones: «Cuando una persona crea o vende un NFT, debe abonar comisiones de la red y ahí mismo también habrá comisiones de la plataforma. No queremos que sean una restricción para que la gente entre a Kephi Gallery: con muy bajas comisiones vamos a estar más que satisfechos y vamos a poder solventar el negocio«, asegura el emprendedor.

La financiación es a pulmón. «Esa es la parte más difícil de cualquier proyecto. Por suerte, tuvimos la fortuna de encontrarnos en el camino con gente que le interesa el proyecto y que tiene la posibilidad de financiarlo. KardiaChain es uno de los ejemplos», dice Verderosa.

«También nos estamos apoyando muchísimo en la financiación privada. Hoy en día estamos vendiendo de manera privada el token nativo que se llama Kephi y será utilizado en la galería. Es la captación inicial de inversores. Durante julio haremos la venta pública y ya una vez que termine esta etapa el token va a estar listo para ser comercializado en los exchanges descentralizados. También estamos hablando con algunos centralizados», revela.

La plataforma también está buceando en la posibilidad de involucrarse con capitales institucionales. En total, hasta el momento, han recaudado cerca de 100.000 dólares. Kephi Gallery está en desarrollo y con todo listo para ser lanzada con todas sus funcionalidades en el primer trimestre de 2022.

Museos prueban un programa que permite «leer» las reacciones de los visitantes frente a las obras

Fuente: Ámbito ~ Con aplicaciones basadas en Inteligencia Artificial y Big Data varios museos italianos comenzaron a experimentar en estos días el programa “ShareArt” (compartir arte), una novedosa tecnología que permitiría indagar cuáles de las obras exhibidas son las que más gustan y las que por el contrario no capturan la atención, así como conocer qué tipo de sentimientos despierta cada pieza en los visitantes.

Calificado por algunos críticos como el “Gran Hermano” del mundo del arte, el «experimento» es posible a partir de un dispositivo desarrollado por la Agencia Nacional de Nuevas Tecnologías, Energía y Desarrollo Económico Sostenible de Italia (ENEA) en colaboración con la Institución de Museos de Bolonia que permite analizar gestos mediante cámaras de reconocimiento facial que analizan cada expresión del rostro gracias a la inteligencia artificial.

En realidad, la novedosa aplicación fue diseñada inicialmente para vigilar que se cumplieran las medidas Covid después de que los museos en Italia reabrieran sus puertas tras la parálisis obligatoria por la pandemia y el confinamiento. En ese marco, las cámaras eran las encargadas de alertar al personal en caso de que algún visitante se quitara el barbijo o no respetara la distancia de seguridad.

Ahora, y gracias a la la avanzada inteligencia artificial con la que cuentan estos sofisticados aparatos, se dedicarán a buscar la respuesta a cuestiones tan complejas como conocer qué es lo que hace que una obra de arte genere fascinación, indiferencia o disgusto, según información recogida por el medio británico The Telegraph.

“La iniciativa busca responder cuestiones como ¿en qué consiste el goce ante una obra? o ¿Cuáles son las variables personales y de contexto que afectan a este disfrute?, lo que no puede ser contestado de modo tradicional”, puntualizó Roberto Grandi, presidente de la Institución de Museos de Bolonia, en declaraciones recogidas por la prensa.

El problema que los especialistas detectan a priori es que el sistema detecta muchas expresiones neutras, ya que en ocasiones la reacción de los visitantes no es suficiente como para sacar un resultado concluyente, además del hecho de que, como bien recoge el citado medio, las expresiones son algo orgánico y no una ciencia exacta.

El mecanismo cuenta con una tecnología muy avanzada integrada por cámaras que son las encargadas de enviar las imágenes a un servidor central, donde se analizan y procesan gracias a una aplicación que utiliza el big data para realizar análisis interactivos en varias dimensiones.

Estas cámaras se encuentran situadas al lado de los cuadros pero apenas llaman la atención, por lo que en principio no resultan invasivas para los visitantes, que no tienen que preocuparse tampoco por su intimidad, ya que el sistema procesa los datos pero no guarda las imágenes y, además, no recoge sonido.

Para llegar a una conclusión, el dispositivo analiza una gran cantidad de datos, que van desde el sexo, la edad o el aparente estado de ánimo, hasta la forma y los gestos que utilizan los visitantes según se van acercando a la pieza. Luego procesa todos estos datos y los expone de forma numérica, no a través de imágenes ni de texto, sino recopilando desde el número de personas que han visto cada obra hasta el tipo de reacciones que han ido teniendo.

Esta iniciativa de colaboración entre la Agencia Nacional de Nuevas Tecnologías, Energía y Desarrollo Económico Sostenible de Italia y el sistema de museos de Bolonia, orientada hacia el ámbito de la investigación y del desarrollo del big data, tiene también como trasfondo el posicionar y reivindicar al centro Tecnopolo di Bologna como entidad de relevancia internacional dentro del sector del big data y del uso de la inteligencia artificial.

Los resultados ayudarán a comprender mejor el comportamiento de los visitantes, algo que los museos pueden usar para mejorar y optimizar las exposiciones y los recorridos, y a los investigadores les va a permitir profundizar en la dinámica de la percepción.

Sin embargo, no todos celebran la iniciativa. «Nuestras expresiones son orgánicas y no una ciencia exacta», explica a The Telegraph, Priya Khanchandani, responsable del Museo del Diseño de Londres sobre esta iniciativa. La experta se muestra escéptica con las posibilidades de esta tecnología: “Sería una pena si los datos que registran las formas íntimas en las que reaccionamos ante una obra de arte frenan la espontaneidad de nuestro comportamiento. La idea de que nuestras emociones se pueden ‘almacenar’ es reductiva y un poco desconcertante», sostiene.

Con TikTok podés visitar museos en todo el mundo

Fuente: Ámbito ~ Una veintena de museos internacionales, como el Museo del Prado de España o la Galería Uffizi de Italia, encontraron en la red social TikTok un nuevo canal de comunicación con las generaciones más jóvenes, ya que el 60 por ciento de usuarios de esa plataforma tiene menos de 18 años, donde además la visualización de contenidos culturales -como #ArtOnTikTok- creció 3.000 por ciento en el último año a nivel global.

Son solo 23 los museos de 12 países los que abrieron una cuenta en TikTok, desde que la app china se lanzó a Occidente hace cuatro años, período en el que se convirtió en la red social con más descargas para crear y editar videos cortos, cómicos o musicales, con 800 millones de usuarios activos, un boom que se viralizó en pandemia con la posibilidad de las canciones o frases sincronizadas con labios.

Días atrás, se volvió tendencia una de los filtros que ofrecía Versalles para poder correr con el atuendo de María Antonieta -y la cara de cada usuario- por los salones del famoso palacio parisino que alojó a la monarquía de Francia y que hoy es un destino cultural por excelencia, un tour inmersivo y entretenido en el que cualquiera podía participar.

La Galería Uffizi, el museo florentino con una de las más antiguas y famosas colecciones de arte, desde Leonardo da Vinci hasta Sandro Botticelli, fue uno de los primeros en desembarcar en TikTok, una cuenta manejada justamente por una argentina, Alejandra Micheli, quien contó a Télam que desde ese entonces «la visita de menores de 25 años al museo aumentó exponencialmente.

«Sabemos, por los tickets de ingreso, que con nuestra llegada a TikTok aumentó un 134 por ciento la visita de menores de 25 años al museo. Son números grandes», cuenta Micheli.

Para esta argentina radicada en Italia, «lo que ofrece TikTok es poder entablar comunicación directamente con chicos que tienen menos de 18 años. El público de Facebook, de Instagram, de Twitter, es adulto. El de TikTok en cambio es un público de chicos y nos emociona mucho tener respuestas tan frecuentes, tan rápidas, de parte de una generación con la que solo podemos contactar a través de ese canal».

Un recorrido por la cuenta de TikTok de este templo italiano permite ver cómo han puesto a bailar, al ritmo de las canciones de moda (los trend o tendencia) a algunas de sus más clásicas obras de arte, con música electrónica o de pachanga, mientras que la voz de la ex Spice Girl, Victoria Beckham, da vida por ejemplo a un famoso retrato pintado por Tiziano.

«Los contenidos los pensamos con la observación. Nosotros observamos mucho TikTok, muy seguido. Observamos continuamente los videos que los chicos suben, el tipo de lenguaje que utilizan, eso que llamamos ‘trend’, y así tratamos de pensar en una obra de la colección que se relacione con eso, que tenga un significado similar, para que llegue claramente a los chicos. Comunicar con el lenguaje que utilizan ellos, a través de las pinturas», sintetiza Micheli.

La red social propone un código de expresión propio, plagado de sonidos, canciones o frases, que rápidamente se convierten en tendencia, y en donde los contenidos artísticos también van encontrando de a poco su lugar, un canal de llegada a un público cada vez más amplio y curioso, probablemente potenciado por la cuarentena.

«Es una red en donde las publicaciones obtienen mucho alcance entre una audiencia muy joven a la que hubiera sido difícil llegar de otra forma. El público es muy participativo, tiene ganas de pasarlo bien y de aprender cosas nuevas. Implica más esfuerzo que el resto de redes, pero también hay más posibilidades de que el contenido se vuelva viral», explicó a Télam el español Javier Sainz de los Terreros, community manager del Museo del Prado.

Este museo madrileño, uno de los más visitados en el mundo, desembarcó en TikTok hace un año con un video que recorría una de sus principales obras maestras, «El jardín de las Delicias», y desde entonces no ha parado de sumar audiencia, además de contenidos sobre datos curiosos o rarezas vinculadas a su patrimonio que alberga además a Velázquez, Goya, Tiziano, Rubens, Rafael, el Greco y más.

«Es la red social que más está creciendo en los últimos años y en donde se encuentra una audiencia más joven. Por eso pensamos que era nuestra obligación explorar las posibilidades que ofrecía y ver cómo poder adaptar nuestro contenido a ese lenguaje», añadió Sainz de los Terreros.

Qué es lo que sostiene la infanta Margarita en su mano, en las famosas Meninas, secretos del taller de restauración o los personajes de una obra del pintor Denis van Alsloot al ritmo de las canciones de la rapera estadounidense Lizzo conforman el itinerario por la cuenta @museodelprado.

«Hemos comprobado que es un público al que también le interesa el arte y la historia, siempre que se transmita de una forma cercana y amena. Los contenidos tienen que ser más directos y visuales, con un lenguaje sencillo, y que sirvan como punto de partida para descubrir nuevas obras, artistas o épocas», dijo el CM del Prado, al ser consultado acerca de cómo se piensan los contenidos para ese público.

Y agregó: «También estamos pendientes de los comentarios para ir adaptando los contenidos a sus intereses. Por ejemplo, cada vez que publicamos vídeos sobre temas relacionados con la restauración recibimos muchas más preguntas que con otro tipo de contenido. También funcionan muy bien las anécdotas y las claves para disfrutar de una obra».

En el último año, en TikTok, se registró un increíble crecimiento en la visualización de contenidos ligados a la cultura, donde rankearon alto los hashtag #FineArt, #ArtHistory y #ArtOnTikTok, con más de 2.000 millones de visualizaciones al mes en todo el mundo, es decir, una suba del 3.000% en el último año, según las cifras difundidas por la propia plataforma.

Por su parte, el hashtag #Museo aumentó la cantidad de contenidos en un casi un 200 por ciento desde mayo de 2020, según difundió TikTok desde su sala de prensa, en coincidencia con el primer año de la pandemia por coronavirus.

«Cada vez son más las instituciones culturales que encuentran su espacio en la plataforma y que, al abrir digitalmente las puertas de sus valiosos tesoros, han conectado de forma inédita con un público heterogéneo y global», había dicho Normanno Pisani, responsable de asociaciones con los medios de comunicación, del staff de TikTok, en coincidencia con la celebración por el Día Internacional de los Museos, en mayo pasado.

En aquel entonces, bajo el hashtag MuseumMoment, se realizó una carrera de relevos por los 23 museos presentes en la red, un Live que concatenó transmisiones desde la National Gallery de Singapur, pasando por Israel, Japón, Brasil, Francia, Italia, Países Bajos, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos, hasta el Museo de Arte Popular de México, donde finalizó la maratón museística.

Para algunos, la clave de TikTok está en la fusión de creatividad y entretenimiento, en videos de pocos segundos, y donde el conocimiento adquiere su perfil más democratizador, ya que se comparte de manera transversal entre usuarios, ya sean personas o instituciones.

“La ronda nocturna” de Rembrandt: reconstruyen con inteligencia artificial la obra maestra del pintor holandés

Fuente: La Nación ~ La ronda nocturnaha sido un ícono nacional de los Países Bajos desde que Rembrandt la pintó, en 1642, pero ni eso alcanzó para proteger esa obra maestra.

En 1715, al inmenso lienzo fue recortado en sus cuatro lados para que entrara en una pared, entre dos puertas del ayuntamiento de Ámsterdam. Los pedazos cercenados se perdieron. Desde el siglo XIX, el cuadro está colgado en el Rijksmuseum, donde es exhibido como la pieza central, en el punto focal de la Galería de Honor. Pero a partir de hoy, y por primera vez en más de tres siglos, el público podría ver la pintura “casi como fue pintada”, dice el director del museo, Taco Dibbits.

Gracias a métodos de última generación, que incluye tecnología de escaneado e inteligencia artificial, el museo reconstruyó esas partes faltantes y las colgó junto al original, para dar una idea de La ronda nocturna tal como Rembrandt la imaginó y realizó.

El cuadro recortado mide unos 4,60 metros de ancho por 3,90 metros de alto. Al lienzo le rebanaron 60 cm del lado izquierdo y otros 23 cm del borde superior. Menos daño sufrió el borde inferior, que perdió alrededor de 12 cm, y el costado derecho, que perdió casi 8 cm.

La restauración de "La ronda nocturna" de Rembrandt se realizó en el Rijksmuseum Museum durante la llamada "Operation Night Watch", la mayor investigación sobre una pintura del maestro holandés. Utilizando tecnología avanzada, pudieron determinar la mejor manera de preservar la pieza para generaciones futuras
La restauración de «La ronda nocturna» de Rembrandt se realizó en el Rijksmuseum Museum durante la llamada «Operation Night Watch», la mayor investigación sobre una pintura del maestro holandés. Utilizando tecnología avanzada, pudieron determinar la mejor manera de preservar la pieza para generaciones futurasREMKO DE WAAL – ANP

La restauración temporaria de esas partes les dará a los visitantes la oportunidad de asomarse a lo que se perdió: a la izquierda del cuadro, tres personajes —dos hombres y un niño—, y lo que es más importante, la sensación de haber recuperado la meticulosa composición de la obra de Rembrandt. Con las piezas faltantes, la obra maestra recupera su dinamismo compositivo original.

“Es una ventana a la verdadera composición imaginada por Rembrandt”, dice Dibbits.

En vez de contratar a un pintor para que reconstruyera los fragmentos perdidos, el director científico del museo, Robert Erdmann, programó una computadora para que recreara, píxel por píxel, el estilo de Rembrandt. Un proyecto de semejante grado de complejidad solo fue posible gracias a una tecnología relativamente nueva conocida como “red neuronal convolucional”, un tipo de algoritmo de inteligencia artificial elaborados para ayudar a las computadoras a descifrar imágenes, señala Erdmann.la restauración del Rembrandt

“Hasta hace poco tiempo, no existían computadoras con potencia suficiente para encarar un proyecto como este.”

Afortunadamente, se tenía una idea de la composición completa original de La ronda nocturna gracias a una copia realizada por Gerrit Lundens, otro pintor holandés del siglo XVII, que pintó su réplica doce años después de que Rembrandt hiciera el original, o sea antes de que fuese mutilado.

La réplica tiene menos de un quinto del tamaño del monumental lienzo de Rembrandt, pero se la considera la copia más fiel al original, y fue de extrema utilidad como modelo para los fragmentos faltantes, por más que el estilo de Ludens no fuese ni remotamente tan detallado como el de Rembrandt. La composición de Ludens es mucho más abierta, con los personajes desparramados de manera más azarosa sobre el lienzo, de modo que no habría servido para realizar una reconstrucción punto por punto.

Como parte de un multimillonario proyecto de restauraciones que arrancó en 2019 y llevará vario años, el Rijksmuseum ya había encargado escaneos de alta resolución de La ronda nocturna. Gracias a ello, Erdmann contó con información precisa sobre los detalles y colores del original de Rembrandt, que los algoritmos luego utilizaron para recrear las secciones faltantes, utilizando como guía la copia de Ludens. A continuación, esas imágenes “recompuestas” fueron impresas sobre tela, sujetadas a placas de metal para darle mayor estabilidad, y finalmente, barnizadas para terminar de darle el aspecto de una pintura al óleo.

El momento en que agregan el marco a la reconstrucción de la obra maestra del pintor holandés
El momento en que agregan el marco a la reconstrucción de la obra maestra del pintor holandésREMKO DE WAAL – ANP

La composición de Rembrandt muestra a un gran grupo de guardias civiles de Ámsterdam, encabezados por el capitán Frans Banning Cocq y su lugarteniente, Willem van Ruytenburch. El original era asimétrico: el gran arco que se encuentra detrás de la multitud estaba en el medio y los líderes del grupo estaban situados a la derecha. Así los pintó Rembrandt para crear una sensación dinámica, de recorrido a través del lienzo.

Dibbits dice que al reponer estos fragmentos, también se recuperó el equilibrio del cuadro. “Uno tiene realmente la sensación física de que Banning Cocq y sus compañeros realmente avanzan hacia el espectador”, agrega el director del museo. Si observamos al grupo de milicianos que se encuentran justo encima del hombro de aquél, parece asomar la parte superior de la cabeza de alguien: un sombrero, una nariz, y un ojo que mira al espectador. La figura se parece sospechosamente al artista. “Eso era algo típico de Rembrandt: pintarse a sí mismo justo en el centro de todo”, dice Dibbits.

Lanzan un dispositivo que lee las emociones del público frente a obras de arte

Fuente: La Capital de Mar del Plata ~ Con aplicaciones basadas en Inteligencia Artificial y Big Data se lanzó el proyecto “ShareArt” (compartir arte) en Italia, para medir y recolectar información sobre la apreciación y reacción del público ante las obras de arte dispuestas en museos.

El proyecto es llevado adelante por la Agencia Nacional de Nuevas Tecnologías, Energía y Desarrollo Económico Sostenible (Enea) de Italia y por la Institución de Museos de Bolonia.

“La iniciativa busca responder cuestiones como ¿en qué consiste el goce ante una obra? o ¿Cuáles son las variables personales y de contexto que afectan a este disfrute?, lo que no puede ser contestado de modo tradicional”, puntualizó Roberto Grandi, presidente de la Institución de Museos de Bolonia, en declaraciones recogidas por la prensa internacional.

Esa entidad tiene un patrimonio histórico, artístico y cultural articulado y complejo con 13 sedes de exposición y un conjunto monumental en la isla veneciana de la Certosa, lo que la hace el contexto ideal de experimentación y aplicación sobre el terreno para la creación de repositorios de información heterogéneos y personalizados en adquisición de datos, conservación y documentación, informó la agencia de noticias Ansa.

El proyecto comenzó a implementarse en las Colecciones Municipales de Arte del Palacio de Accursio y los primeros dispositivos se dispusieron en el itinerario de la exposición en julio de 2020 en 20 obras, que funcionaron a modo de laboratorio de campo, para investigar la dinámica de la contemplación de las obras.

El innovador desarrollo puede medir el disfrute de una obra de arte por medio de la información obtenida mediante el registro y el monitoreo de algunos indicadores, sin involucrar directamente a los visitantes.

La medición es posible con el uso de una aplicación de big data, capaz de recabar información mediante la exploración de gran cantidad de datos diferentes.

El sistema consiste en una serie de dispositivos de adquisición de datos disponibles en el mercado a bajo costo, equipados con una cámara que recoge la información y la envían a un servidor central que almacena y procesa, a través de una aplicación web dedicada al análisis interactivo multidimensional.

“A través de una cámara colocada cerca de la obra, el sistema detecta automáticamente los rostros que miran en dirección a la propia obra, adquiriendo datos relacionados con el comportamiento de los observadores como el camino recorrido para acercarse a ella, el número de personas que la han observado, el tiempo y la distancia de observación, el sexo, el grupo de edad y el estado de ánimo de los visitantes”, explicaron expertos de Enea.

Los resultados ayudarán a comprender mejor el comportamiento de los visitantes, algo que los museos pueden usar para mejorar y optimizar las exposiciones y los recorridos, y a los investigadores les va a permitir profundizar en la dinámica de la percepción.

El sistema “ShareArt” también puede utilizarse para aumentar la seguridad en los museos en la fase de emergencia sanitaria, porque detecta el uso correcto de barbijos y la distancia, activando en tiempo real una señal visual para recordar el cumplimiento de las disposiciones, señala el Enea.

La entidad lleva unos 20 años desarrollando acciones para la transmisión, protección y promoción del patrimonio artístico italiano.

La colaboración entre este organismo público italiano y el sistema de museos en el ámbito de la investigación y desarrollo del big data es de gran interés para posicionar al “Tecnopolo di Bologna” como centro de relevancia internacional del sector big data e inteligencia artificial.

Arte online: una plataforma argentina llega a México

Fuente: La Nación ~ Nuevos hábitos, nuevas audiencias, nuevos mercados. Esa parece ser la tendencia en la escena internacional del arte, luego de un año que obligó a cancelar ferias y cerrar galerías durante meses por la pandemia, mientras las ventas online demostraban un “extraordinario crecimiento” según Art Basel, las subastas se abrieron a los NFT y las criptomonedas, y los coleccionistas millennials pasaron al primer plano por el monto de sus inversiones. Todo eso tuvo en cuenta la plataforma de e-commerce Diderot.Art, fundada en la Argentina hace cuatro años, al expandir hacia México una propuesta basada en la flexibilidad.

Quimeras, pintura de Jaime Ruiz, uno de los artistas representados por diderotart.mx
Quimeras, pintura de Jaime Ruiz, uno de los artistas representados por diderotart.mxGentileza diderotart.mx

El nuevo sitio diderotart.mx ofrece acceso a más de 250 obras de más de 35 artistas. Al igual que en diderot.art, a toda hora y desde cualquier dispositivo y país es posible comprar en cuotas pinturas, grabados, fotografías, esculturas, dibujos y arte textil, recibir las piezas a domicilio e incluso probar cómo quedan en el espacio durante una semana, con opción de cambio y asesoramiento sin costo. Ambas páginas también incluyen blogs con videos y entrevistas, que permiten conocer cómo piensan y trabajan los artistas.

“Queremos que el público conozca qué está sucediendo en la escena del arte mexicano contemporáneo; por ello, representamos a creadores de todo el país”, dice la curadora Martina Santillán, quien ocupa en el otro extremo del continente el rol de Stephanie Jaugust en la Argentina.

Esta última tuvo a su cargo la curaduría de muestras comoDiderot Digital Exhibition, exposición virtual recorrible en 360° presentada en octubre del año pasado. “En unos meses haremos una exhibición digital que reunirá a ambos mercados”, adelantó a LA NACION Lucrecia Cornejo, cofundadora de Diderot.Art junto con Angie Braun.

“Somos un equipo que busca crear puentes entre artistas y gente que quiere conectar y disfrutar del arte. Porque creemos que en esa conexión hay una experiencia modificadora”, dicen las cuatro desde su la cuenta de Instagram @diderot_art_mexico. Desde allí se promocionan también charlas virtuales y se publican historias que permiten aprender sobre arte de manera simple y didáctica.

Magda Rantica, una de las artistas representadas por diderotart.mx
Magda Rantica, una de las artistas representadas por diderotart.mxGentileza diderotart.mx

“Nuestra plataforma otorga a los artistas locales una visibilidad sin precedentes y, al mismo tiempo, potencia la formación de nuevos compradores y coleccionistas–señala Braun-, promoviendo un círculo virtuoso que complementa y amplía el mercado de compra de arte actual”.

«Pepper», el primer robot guía de un museo: ¿Qué hace y cómo funciona?

Fuente: Crónica ~ El nuevo prototipo que funciona en España promete ser sensación en el mundo, si bien ya existen modelos similares para otros fines en Europa y Asia. ¡Mirá de qué se trata!

Si bien ya existían hologramas de historias de personajes, monitores explicando sobre pinturas de diversas épocas o esculturas que iluminan sus salas, ahora la tecnología se alió con el arte y trajo un prototipo que está llamado a ser novedoso e imitado en breve tiempo.

Se trata de «Pepper», un humanoide que hace de guía en el Museo Europeo de Arte Moderno (MEAM) de la ciudad de Barcelona, y enriquece la presencia de los turistas y locales que acuden al establecimiento para asombrarse con las bellezas que existen allí.

La presentación de este robot parecido a C3PO se hizo hace unos días en la ciudad condal, y el director del museo, José Manuel Infiesta, sostuvo que «no se trata de hacer la competencia a los guías humanos habituales, sino que es un elemento complementario que puede estar en el museo todas las horas de visita, y puede generar un interés especial por las piezas que se exhiben en las salas».

¿Qué hace el androide?

La función del robot será explicar anécdotas e historias de un cuadro que permita ver al visitante ver más allá, conocer aspectos de esa pintura o del artista que la realizó, algo que puede generar más interés en esa pieza.

Si una persona acepta los servicios del robot (opcional), él mismo lo guía por la sala y le explica quién y qué hay detrás de esas obras. Lo cierto es que, al principio, los responsables del museo creyeron que el prototipo sería algo que llegara sólo a los niños, sin embargo, esa atracción también captó la atención de los adultos.

Para implementar al robot guía, el MEAM llegó a un acuerdo con la empresa que construyó a «Pepper», Yasyt Robotics, socia de Softbank Robotics y creadora de la aplicación GUIDYT, en la que se basa el prototipo.

En tanto, José Luis Infiesta (primo del director del museo y fundador de Yasyt Robotics) resaltó que «el robot escaneó dos millones de puntos de las salas donde actúa, lo que le permite conocer sus coordenadas en cada momento y acompañar al visitante por las obras que desee».

Otro robot «parecido»

Lo cierto, es que «Pepper» ya existía en cierta forma en Japón hace tiempo, pero sólo se lo había utilizado en otros ámbitos, como el sanitario, el educativo o la venta minorista, pero nunca en el campo del arte.

La interacción entre el robot guía y el visitante se puede hacer a través de la pantalla táctil que el prototipo luce en el pecho o a través de su voz, si bien esta segunda opción por ahora está desactivada por la dificultad de hablar a través de una mascarilla.

Excursión cibernética

Así como existe un guía robot en un museo, hay otro que posee un trabajo similar, como guía de excursiones en un parque temático de dinosaurios en la ciudad alemana de Florstadt. El avanzado dispositivo (llamado “Promobot”) relata a los visitantes todo lo relacionado con las muestras en exposición, y la administración del parque resaltó que el robot acapara la atención de los visitantes de todas las edades y tuvo una gran acogida. Fue creado para cumplir también otras funciones, como asistente comercial, administrador y consultor, pues es capaz de comunicarse con personas y establecer conversaciones sobre diversos temas.

Arte al Día relanza su plataforma online para adaptarse a la nueva era

Fuente: La Nación ~ Mientras las ferias se vuelven híbridas y los viajes se limitan por la pandemia, el medio dirigido por Diego Costa Peuser continúa apostando al potencial de lo virtual para promover el arte latinoamericano en el mundo

Un amplio panorama del creciente alcance que tiene hoy el arte latinoamericano en el mundo: eso es lo que se encuentra al entrar en la renovada plataforma online de Arte al Día, medio dedicado desde hace más de cuatro décadas a la promoción global de la producción artística de la región, que continúa adaptándose a los desafíos impuestos por esta nueva era virtual.

En un momento en que las ferias se vuelven híbridas y los viajes se limitan por la pandemia, el sitio artealdia.com apuesta a la variedad de formatos, contenidos y disciplinas para hacer más visible la esforzada tarea de artistas, galerías, instituciones y curadores latinoamericanos.

Interdisciplinario, interactivo y en constante actualización, este archivo único de reseñas, entrevistas, perfiles y noticias que reflejan el desarrollo de la escena artística regional en el último medio siglo se complementa con material audiovisual y un servicio de alertas de convocatorias a premios, concursos y residencias. En la nueva sección OpenFiles, por ejemplo, los artistas comparten en primera persona el “detrás de escena” de su producción, con detalles y anécdotas sobre sus obras.

"Queremos promover la creación artística, además de difundirla. Por eso trabajamos en una plataforma interactiva que sirva de guía para los artistas, curadores e investigadores", dice Diego Costa Peuser, director de Arte al Día
«Queremos promover la creación artística, además de difundirla. Por eso trabajamos en una plataforma interactiva que sirva de guía para los artistas, curadores e investigadores», dice Diego Costa Peuser, director de Arte al DíaGentileza Diego Costa Peuser

“Queremos promover la creación artística, además de difundirla. Por eso trabajamos en una plataforma interactiva que sirva de guía para los artistas, curadores e investigadores que buscan ampliar sus horizontes y desarrollarse profesionalmente en nuevos ambientes”, cuentaDiego Costa Peusermientras comparte por Zoom las novedades de una página que busca informar sin aburrir, al presentar de forma ágil contenidos de calidad. Nacido en Buenos Aires en 1964 y radicado en Estados Unidos desde el comienzo del nuevo milenio, el director de Arte al Día busca ahora llegar a nuevas audiencias con el lenguaje digital y una creciente presencia en redes sociales a través de las cuentas @artealdia.

Claro que, además, cuenta con un capital único: la base de datos de 48.000 personas que fue construyendo a lo largo de más de veinte años de participar en ferias de arte de todo el mundo. La revista en formato papel, que se presentaba con stand propio, llegó a sus 150 ediciones y se vendía en librerías de distintos países, incluida la prestigiosa cadena estadounidense Barnes & Noble. “Eso ayudó mucho a dar visibilidad, pero los costos de distribución y logística eran muy grandes”, explicó Costa Peuser.

El portal de artealdia.com apuesta a la variedad de formatos, contenidos y disciplinas para hacer más visible la producción de artistas, galerías, curadores e instituciones de la región
El portal de artealdia.com apuesta a la variedad de formatos, contenidos y disciplinas para hacer más visible la producción de artistas, galerías, curadores e instituciones de la regiónGentileza Arte al Día

Así que, si bien el sitio onlinenació hace 15 años, hace dos se cerró el ciclo del papel de la revista y se ampliaron los contenidos, ahora potenciados. Con acceso gratuito, newsletters quincenales con contenido bilingüe y un sólido equipo internacional de colaboradores que cubre la actualidad en América y Europa, atrae por día entre 1200 y 1800 lectores de todo el planeta.

“No es poco para nuestro nicho”, señala orgulloso Costa Peuser. Y sabe de lo que habla: comenzó ayudando a su padre a vender publicidad para la revista cuando tenía apenas 17 años, y llegó a dirigir ferias de arte y fotografía en Buenos Aires (BAphoto), Lima (PArC), Nueva York, Miami y Londres (Pinta). Ahora planea otra en Basilea, durante la Art Week que coincide con Art Basel, además de Pinta Sud, una serie de activaciones con artistas internacionales en galerías paraguayas.

A través de la plataforma se puede acceder al sitio de la feria Pinta Miami, dirigida por Costa Peuser
A través de la plataforma se puede acceder al sitio de la feria Pinta Miami, dirigida por Costa PeuserGentileza Arte al Día

“Estoy muy comprometido con el arte. Busco nuevas experiencias porque he visto mucho y siento que cuando algo me sorprende, también va a sorprender al otro”, observa, entusiasmado porque finalmente la tan deseada “nueva normalidad” postpandemia se consolida en Estados Unidos gracias a la vacunación masiva. Con la energía ya puesta en la producción de Pinta Miami en diciembre próximo, Costa Peuser asegura que “la gente está con muchas ganas de volver a lo presencial”.

Para comprobarlo, basta ver algunas de las noticias que publica en estos días artealdia.com: el artista brasileñoErnesto Neto transformará desde fin de mes una sala del Museo de Bellas Artes de Houston en una pasarela suspendida con una de las obras tejidas a crochet más grandes que haya hecho hasta el momento; el MoMA exhibe en Nueva York una muestra de fotografía modernista brasileña y el High Line de Manhattan presenta El cerebro musical, exposición colectiva cuyo título se inspira en un cuento del escritor argentino César Aira.

Carlos Urroz, director de TBA21, se cuenta entre los entrevistados por Arte al Día. En la foto, con Francesca Thyssen
Carlos Urroz, director de TBA21, se cuenta entre los entrevistados por Arte al Día. En la foto, con Francesca ThyssenGentileza Arte al Día/Iván Hidalgo

Así, mientras el arte latinoamericano continúe ganando espacios, la plataforma de Arte al Día seguirá creciendo. Sumar una agenda de muestras en galerías e integrar en el mismo sitio la producción de todas las ferias dirigidas por Costa Peuser será el próximo desafío de los programadores, en esta nueva era destinada a cruzar todos los límites.