“Diego y yo” se verá en 2022 en el Malba (pero solo temporariamente)

Fuente: Ámbito ~ Frente a la hipótesis de la importación definitiva de la obra de Frida Kahlo, Eduardo Costantini debería pagar 35,5% de impuestos sobre los u$s34,5 M.

Anteanoche, en la subasta neoyorquina de Sotheby’s, Eduardo Costantini volvió a pagar el precio record del arte latinoamericano por una obra de Frida Kahlo. Esta vez fue por “Diego y yo” (1949) comprado por 34,9 millones de dólares. En 1995 Costantini había adquirido por 3,2 millones de dólares el “Autorretrato con chango y loro”, también de Kahlo, que hoy se encuentra en el Museo Malba. Este diario lo entrevistó entonces en Nueva York y la mayor preocupación del coleccionista eran los impuestos que debía pagar para radicar definitivamente la pintura en la Argentina, aunque su ambición fuera dejar el arte como legado a la sociedad y fundar un museo para donarlo, como finalmente lo hizo.

Ayer, también en diálogo con el coleccionista, Costantini dijo que en esta ocasión la pintura de Frida formará parte de su colección personal y agregó: “La obra se podrá ver en Buenos Aires porque siempre pongo las piezas que compro en el circuito público, y le doy prioridad al Malba. Pero aún no sé cuándo la exhibiremos, seguro en 2022. Tenemos que encontrar el formato y el momento adecuado, porque también hice otras compras recientes muy importantes”.

Desde que pagó el primer récord del arte latinoamericano, Costantini se convirtió en un comprador frecuente. El Malba exhibe ante el público las obras cumbre de Portinari, Diego Rivera, Tarsila do Amaral, Matta, Tamayo, Wifredo Lam, Xul Solar, Pettoruti, Remedios Varo, Antonio Berni y otras estrellas de la vanguardia de esta región. Pero los impuestos para radicar definitivamente las obras fueron siempre la gran preocupación del coleccionista. Desde luego, la importación temporaria de las obras permitió al Malba sortear el pago durante algunos años. Pero cuando las obras compradas en el exterior pagaron la radicación definitiva, la cifra era tan alta que los administradores del Malba decidieron vender algunas obras, tesoros que la Argentina perdió.
Frente a la hipótesis de la importación definitiva, “Diego y yo” debería pagar el 35,5 % de los 34,5 millones de dólares que costó.

Impuestos

El arte paga impuestos como cualquier mercadería. Pero, teniendo en cuenta que la política fiscal alienta o desalienta el coleccionismo, la ecuación es simple: si la importación de arte tributa y la exportación es libre, a mediano o largo plazo puede determinar el vaciamiento de nuestro patrimonio. Desde 1977, cuando en Nueva York se inauguraron los remates latinoamericanos, las estrellas del arte mexicano, Frida Kahlo y Diego Rivera, se disputan el precio récord de la región, ambos pagados en la actualidad por Costantini. Recién en 1990 Kahlo alcanzó el millón de dólares con uno de sus autorretratos, cifra que superó al año siguiente Rivera con los 2,9 millones con sus vendedoras de calas y que, en 1995, dejó atrás nuevamente Kahlo, con el “Autorretrato con chango y loro”. Diego Rivera alcanzó el récord en 2016 con su “Baile en Tehuantepec”, adquirido por Costantini en una venta privada por 15,7 millones de dólares. La cifra de casi 35 millones alcanzados por “Diego y yo” causó verdadero asombro.

Cuando Frida pintó “Diego y yo”, Rivera mantenía una relación con María Félix y hasta quería casarse con ella. En este autorretrato, Frida muestra su amor y su sufrimiento y se pinta como un ícono, con lágrimas en sus ojos, un retrato de Diego entre sus cejas. Si bien los autorretratos son un tema recurrente para Frida, “Diego y yo” cierra la extensa serie, con la excepción del que se pinta ya en silla de ruedas junto a su médico. Frida había ingresado en 1950 a un hospital y pintó “Autorretrato con el Dr Juan Farill”. Rivera nunca la abandonó y cuando Frida murió confesó: “El 13 de julio de 1954 fue el día más trágico de mi vida”.

Advierten sobre el destino incierto de más de 120 obras de Florencio Molina Campos

Fuente: La Nación ~ La Fundación que custodia parte del legado del artista y su único descendiente vivo se oponen a que la colección se mantenga en el museo de Moreno, sobre el que pesa un proyecto de ley para declararlo Monumento Nacional.

A 62 años de la muerte del pintor Florencio Molina Campos, gran parte de su producción se encuentra limitada de ser expuesta al público y en el centro de un debate con posiciones cruzadas en torno a cuál debería ser el lugar más idóneo donde exhibir un acervo de más de 120 obras de quien es considerado el artista más popular de la Argentina.

La colección en cuestión es tutelada por la Fundación Molina Campos, de quien depende el museo del mismo nombre situado en Moreno, también de su propiedad. La institución y el único descendiente vivo del artista, su nieto Gonzalo Giménez Molina, fundador, junto a su madre Hortensia “Pelusa” Molina de la editorial difusora de su obra, son titulares de los derechos de autor sobre las obras. Ambas partes rechazan, con múltiples argumentos, que el museo continúe funcionando en la localidad bonaerense. Pero esto ocurre al mismo tiempo que el municipio dictó un decreto que declara al edificio Patrimonio Histórico y mientras la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados da su aval unánime a un proyecto de ley para declarar al inmueble y al predio Monumento Histórico Nacional a la vez que consideraría a las obras bienes de Interés Histórico y Artístico Nacional.

Entre las situaciones de “precariedad edilicia” ambas partes señalan condiciones ambientales y técnicas inadecuadas en el inmueble, que fue inaugurado en 1979. “De los últimos 21 años, 18 estuvo cerrado”, sostiene Adolfo Güiraldes, presidente de la Fundación Molina Campos desde 2019. Y agrega: “El Museo -creado por la viuda del pintor, Elvira Ponce- no puede continuar en Moreno porque no recibe el caudal de visitantes para mantener su viabilidad económica y por la inseguridad, debiéndose tomar cuidados para que no sean robadas las obras”. Los cuadros, entre los que se encuentran pinturas de distintos formatos y curiosidades como unas puertas de placard intervenidas por el artista, llevan largo tiempo fuera del museo y se conservan “en una guarda” en San Antonio de Areco, señala el presidente. Es justamente a un nuevo inmueble de esta localidad, donde ya hay un espacio dedicado al artista -el Museo Las Lilas (que exhibe las obras que ilustraron los famosos almanaques de Alpargatas)- donde la Fundación tiene intenciones de trasladar el contenido del Museo de Moreno.

Exterior del Museo Molina Campos, situado en Moreno
Exterior del Museo Molina Campos, situado en MorenoFundación Molina Campos

Eduardo Clancy, vicepresidente de la Fundación y quien encabeza la Junta de Asuntos Históricos de Areco, sostiene que una vía en la que se ha estado trabajando es la venta del predio de Moreno a la Universidad local, donde, además de otros usos, se plantearía la posible creación de un museo con réplicas de Molina Campos en el mismo edificio hoy carente de obras.

“El Museo de Moreno está en mal estado, requiere de muchos trabajos para ponerlo en condiciones, tiene problemas de diseño de origen que hay que corregir, no está planificado correctamente para el acceso a discapacitados, no tiene baños en condiciones, tiene muchos problemas de humedad y de instalación eléctrica, y todo ello requeriría de una inversión que no estamos en condiciones de afrontar”, señala Clancy. La Fundación defiende Areco como nueva ubicación posible arguyendo el vínculo del retratista de las pampas con esta localidad, “a la que quiso mucho, a la que iba y donde mantenía amistad con Alberto Güiraldes y por ser un sitio turístico y centro de los museos más importante de la provincia”, lo cual atraería visitantes para garantizar su funcionamiento.

Tanto la Fundación Molina Campos como los familiares del pintor coinciden en que el inmueble de Moreno no está en condiciones para funcionar como museo
Tanto la Fundación Molina Campos como los familiares del pintor coinciden en que el inmueble de Moreno no está en condiciones para funcionar como museoFundación Molina Campos

Gonzalo Giménez Molina, cotitular mayoritario de los derechos sobre la obra de su abuelo, suma que el edificio de Moreno “hace más de 30 años que no tiene agua, carece de sistemas de vigilancia acordes, no posee salidas de emergencia ni sistema de detección de incendio y tiene un tipo de luces que deteriora las pinturas”. En su caso, defiende la ubicación de un museo en la ciudad de Buenos Aires, donde el artista “nació, vivió la mayor parte de su vida y murió”, señala. “El de Moreno es un edificio que nadie visita (por la inseguridad), del que justamente habrían sido retiradas las obras hace años para evitar su deterioro (por humedad e iluminación inapropiada) y por la carencia de sistemas de vigilancia y alarma acordes”, indica. Y coincide en que reacondicionar el inmueble a las normativas actuales [para un museo que exhiba obra original] “resultaría millonariamente imposible”.

Los familiares de Molina Campos ven supuestos errores en los que se basan las ordenanzas municipales y las medidas de protección del inmueble que se están propiciado en el Congreso Nacional y en la Legislatura bonaerense. Enumeran algunos: que “el edificio no es histórico (es de 1979), no fue la casa de Molina Campos (quien murió 20 años antes de su construcción), el artista jamás anheló que su obra estuviera en Moreno (sino la habría dejado allí) y el museo como tal no fue nunca habilitado por el municipio, que en 42 años tampoco propició ningún corredor turístico ni manifestó interés por preservarlo”, señala Giménez Molina. Y en parte de estas afirmaciones coincide la Fundación.

Recinto interior del Museo Molina Campos de la localidad de Moreno
Recinto interior del Museo Molina Campos de la localidad de MorenoFundación Molina Campos

En todo caso, ambos mencionan que donde sí vivió durante algunas temporadas espaciadas el pintor es en el rancho Los Estribos, situado en Cascallares, recinto que fue visitado por Walt Disney y que hoy estaría “tomado” por terceros, según indican, a pesar de que en el año 2000 fue declarado Sitio de Interés Histórico”. “Como vaticinio del futuro que tendría el museo bajo la órbita municipal, se puede mencionar esa propiedad histórica del Municipio de Moreno que se encuentra desde hace más de diez años usurpada, derruida y sumida en el abandono”, señala la familia.

La alternativa porteña

“Como único descendiente directo, promuevo y aliento hace al menos 20 años la creación de un espacio dedicado a su obra en la ciudad de Buenos Aires, donde mi abuelo vivió la mayor parte de su vida: enseñó dibujo en el Colegio Nacional Nicolás Avellaneda, integró organizaciones culturales como la Peña del Tortoni y la Orden del Tornillo, se casó, tuvo a su única hija -Hortensia “Pelusa” Molina-, y realizó la primera exposición en la Rural de Palermo y muchísimas más allí y en diversas galerías”, subraya Giménez Molina. Y menciona que “los socios creadores de la Fundación (entre ellos su viuda, el biógrafo Juan Carlos Ocampo y Florencia Güiraldes) previeron por estatuto que en caso de disolución de la fundación los cuadros sean incorporados a la colección de obras del Museo Nacional de Bellas Artes (el cual posee algunas creaciones del pintor). Pero, como van las cosas, o se pierden en Moreno o los dos museos dedicados a Molina Campos estarán juntos en San Antonio de Areco, y la ciudad de Buenos Aires seguirá sin contar con un lugar donde el público argentino y extranjero pueda disfrutar de la obra del pintor ícono de argentinidad”, valora.

Consultado por LA NACION, el director del Museo de Bellas Artes, Andrés Duprat consideró que “Molina Campos es realmente un artista relevante y singular, nos parece que ameritaría y nos gustaría enriquecer esta colección tan importante con un fondo Molina Campos”.

Rancho de Cascallares, emplazamiento donde pintó y vivió por temporadas el artista
Rancho de Cascallares, emplazamiento donde pintó y vivió por temporadas el artista

En relación al proyecto de ley presentado por la diputada María Cristina Álvarez Rodríguez en la Comisión de Cultura, este propone declarar Monumento Histórico Nacional al edificio y Bien de Interés Histórico Nacional y Bien de Interés Artístico Nacional a la colección de obras del autor pertenecientes al Museo.

Entre los argumentos de la propuesta legislativa, el texto menciona: “Los sitios históricos deben reunir determinadas características, entre las que se destacan aquellas que dan testimonio de las formas de vida de una época como elemento expresivo que trasciende por sus valores artísticos y por el carácter y la historia de los personajes que involucra. El Museo Florencio Molina Campos sintetiza estas características, ya que constituye el testimonio palpable de la vida del pintor y su compañera María Elvira Ponce Aguirre, que hicieron de ese sitio en particular el lugar en el que se desarrolló su obra artística, pero más aún, fue el lugar en el que se integraron con el entorno natural y poblacional, generando un foco cultural que aún permanece y que se pretende proteger mediante esta ley. Este lugar fue donde se desarrolló también una historia de amor y compromiso, que iba en contra de los parámetros y estructuras de la Argentina de los años 30. Molina Campos era divorciado, por ello su unión con Elvira debió realizarse en Uruguay en 1932, más tarde en 1937 también contrajeron nupcias en los Estados Unidos y en 1954 finalmente se casaron en Argentina al aprobarse la ley de divorcio sancionada durante el gobierno del Presidente Perón. En el año 1932 adquirieron unos lotes en Cascallares, partido de Moreno, donde levantaron el rancho Los Estribos, enamorados del lugar. Allí se produjo gran parte de la obra de Molina Campos y fue también donde permanecieron hasta la muerte de cada uno de ellos”. Y agrega: “Molina Campos falleció en 1959, sus restos que en principio permanecieron en la bóveda familiar de Recoleta, en la década del 70 fueron trasladados al Cementerio de Moreno, en donde permanecen. Desde entonces, su esposa se propuso levantar un museo para conservar y promover la obra del artista”.

La Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos que preside Teresa Anchorena informó, aunque no de forma vinculante, respecto al proyecto de ley. Sin embargo, para su aprobación definitiva, el texto deberá ir a sesión en Diputados. Sobre ello, Anchorena explicó a LA NACION: “La propuesta declaratoria fue evaluada por la Comisión, que se expidió diciendo que consideraba que el predio podía ser un Lugar Histórico Nacional”, señala, aunque aclara que el organismo al que representa no se pronunció en absoluto respecto a las obras de la colección, de las cuales no habría un inventario claro.

De concretarse alguna figura de protección estatal sobre el inmueble, se abren nuevos interrogantes en relación a los siguientes pasos que podrían darse de cara al resguardo y difusión de gran parte de la obra de uno de los artistas más relevantes del país.

Eduardo Costantini compró la obra de Frida Kahlo que marcó un récord para el arte latinoamericano

Fuente: La Nación ~ Se remató anoche en Sotheby’s por 34,8 millones de dólares un autorretrato de la pintora mexicana que refleja su tortuoso vínculo con Diego Rivera; el récord anterior lo ostentaba una pintura del muralista, también adquirida por el fundador del Malba.

Amantes y rivales, en un duelo interminable. Eso demostraron ser una vez másFrida Kahlo yDiego Rivera, cuando la artista mexicana recuperó anoche su récord mundial para el arte latinoamericano con un autorretrato que los representa juntos y refleja el traumático vínculo entre ambos. Diego y yo, pintura rematada en Sotheby’s por 34,8 millones de dólares, desplazó así del podio al muralista con el que se casó dos veces también por partida doble, ya que era hasta ahora el más cotizado dentro y fuera de las subastas. Horas más tarde se confirmó que la obra fue comprada por Eduardo Costantini, fundador del Malba.

En 2016, el coleccionista argentinoanunció que había comprado en forma privada Baile en Tehuantepec, de Rivera, por 15,7 millones de dólares. Dos años después Christie’s vendió Los rivales, también del muralista mexicano, por 9,7 millones, cifra récord hasta anoche para el arte latinoamericano en remates públicos.

“Esas tres lágrimas que caen sobre sus mejillas son las más poderosas que he visto en toda la historia del arte”, asegura Anna Di Stasi, directora de arte latinoamericano de Sotheby's
“Esas tres lágrimas que caen sobre sus mejillas son las más poderosas que he visto en toda la historia del arte”, asegura Anna Di Stasi, directora de arte latinoamericano de Sotheby’sGentileza Sotheby’s

Costantiniconfesó entonces que saldaba así una deuda pendiente. Había querido comprar esa obra en 1995, cuando se remataba en Sotheby´s la colección IBM y su presupuesto limitado lo obligó a decidirse por una sola: eligió Autorretrato con chango y loro, de Kahlo. Al pagar por ella 3,1 millones de dólares, la convirtió por mucho tiempo en la más cara del arte latinoamericano. Seis años más tarde la donaría al museo, donde aún se destaca como una de las piezas icónicas de la colección.

Frida ocupó ese puesto varias veces. Ya lo había alcanzado con Diego y yo en 1990, cuando se vendió en Sotheby’s por 1.4 millones de dólares. También conDos desnudos en el bosque (La tierra misma), obra vendida por ocho millones en Christie’s en 2016, que continuaba marcando su récord personal hasta ayer.

Baile en Tehuantepec, de Diego Rivera, fue comprada por Eduardo Costantini por 15,7 millones de dólares. Hasta ahora era la más cara de un artista latinoamericano
Baile en Tehuantepec, de Diego Rivera, fue comprada por Eduardo Costantini por 15,7 millones de dólares. Hasta ahora era la más cara de un artista latinoamericanoGentileza Malba

El cuadro que ahora regresa al podio fue pintado en 1949, año en que Rivera pintó otro sensual retrato de la diva mexicana María Félix. Muchas coinciden en señalar que esto desencadenó una nueva crisis entre Frida y Diego, que habían acordado respetar sus respectivas infidelidades. “Esa relación fue objeto de numerosos rumores –señala Sotheby´s-. Y aunque bromeó públicamente al respecto, Kahlo, que era amiga de Félix, quedó profundamente herida”.

Diego y yo puede considerarse un retrato doble. Sobre la frente de Kahlo se ve una pequeña imagen de Rivera, con un tercer ojo, que según la casa de subastas simboliza “el grado que él ocupó en su conciencia”. El cabello suelto de ella, generalmente recogido trenzas, parece estrangularla; tiene las mejillas enrojecidas y una mirada intensa y llorosa.Curadores de Sotheby´s hablan sobre Diego y yo, el retrato de Frida Kahlo

“Esas tres lágrimas que caen sobre sus mejillas son las más poderosas que he visto en toda la historia del arte”, asegura Anna Di Stasi, directora de arte latinoamericano de Sotheby´s, en un video dedicado a la obra. “El cabello parece indomable y natural pero también envuelto sobre su garganta, como sofocándola –observa por su parte Julian Dawes, codirector de arte impresionista y moderno de Sotheby’s en Nueva York-. En esa época de su vida había muchas circunstancias que la sofocaban. Y unos pocos años más tarde muere, a la corta edad de 47″.

Para entonces, en 1954, se había sometido a 35 operaciones como consecuencia de un choque contra un tranvía, tenía una pierna amputada y había abortado tres veces los hijos que soñaba tener con Rivera, el gran amor de su vida, que la engañó hasta con su propia hermana. Aunque ella también tuvo sus amantes -incluidos León Trotsky y, se supone, Chavela Vargas-, esta última infidelidad provocó el divorcio. Pero volverían a casarse en 1940, tras hacer un trato: dormirían en camas separadas y no se exigirían más de lo que pudieran dar.

Autorretrato con chango y loro, comprada por Costantini y donada al Malba
Autorretrato con chango y loro, comprada por Costantini y donada al MalbaGentileza Malba

“Nadie sabrá jamás cómo quiero a Diego. No quiero que nada lo hiera, que nada lo moleste y le quite la energía que él necesita para vivir. Si yo tuviera salud, quisiera dársela toda. Si yo tuviera juventud, toda la podría tomar”, escribe Frida en su diario, publicado por La Vaca Independiente en 2010. Ocho años más tarde, Google Arts & Culture le dedicaría Caras de Frida, un sitio propio donde se puede repasar su legado. Cuerpos abiertos, sangre, calaveras, mujeres muertas y, sobre todo, la mirada penetrante de su propio rostro: todo eso muestran sus obras descarnadas, muchas de las cuales fueron pintadas desde la cama, frente a un espejo.

“Frida Kahlo describe directamente su propio dolor, su dolor no la vuelve muda, su grito es un aullido articulado porque alcanza una forma visible y emocional”, observaCarlos Fuentes en la introducción de El diario de Frida Kahlo, donde define a Rivera como “un anarquista, un mitómano, un mentiroso compulsivo y un narrador fantástico”. “Ella admitía que sufrió dos accidentes en su vida, el del tranvía y el de Diego Rivera –recuerda el escritor–. De su amor por el hombre no cabe duda. Él era infiel. Ella se lo reprochaba: ¿cómo podía Diego tener relaciones con mujeres indignas de él, inferiores a él? Él lo admitía: mientras más amaba a Frida, más quería dañarla.”

Anoche, ella tuvo una nueva revancha.

Las últimas pinturas de Marcelo Alzetta, un artista por siempre joven

Fuente: La Nación ~ A meses de su muerte, a los 43 años, se exhiben en San Telmo las pinturas realizadas por el artista tandilense entre 2020 y 2021; fue también dibujante y músico.

El artista tandilense Marcelo Alzetta nació en septiembre de 1977. Tuvo una infancia frágil a causa del situs inversus, una rara malformación genética. Desde chico le gustó pintar y su sueño era convertirse en artista. En la adolescencia comenzó a asistir a las clases del historietista uruguayo Alberto Breccia y en ese taller conoció a sus compañeros de El Tripero con los que crearía la mítica revista homónima. Tomó clases con Ahuva Szlimowicz y conoció al pintor y escultor Pablo Suárez, que lo vinculó a algunos artistas de la escena de los años noventa en la ciudad de Buenos Aires, con quienes comenzó a participar de exposiciones colectivas. Por unos años, Alzetta fue pareja del artista Marcelo Pombo. Vivió en Buenos Aires, pero en 2007 regresó junto a su familia, en Tandil, por complicaciones relacionadas con su enfermedad; dos años después tuvo un trasplante de pulmón.

En 2008 hizo su primera muestra individual y a lo largo de los años expuso con frecuencia en forma colectiva e individual. En 2017, el sello rosarino Iván Rosado publicó el libro Paseo con sus dibujos y pinturas y, en 2019, el escritor, músico y editor Francisco Garamona dirigió el documental Marcelo Alzetta: una baldosa renacentista, que recoge su testimonio. Al año siguiente editó Museo primitivo, un disco de larga duración de música electrónica. Sus últimos años fueron críticos, debido al deterioro de su salud. A los 43 años y a la espera de un segundo trasplante, murió el 2 de mayo de este año.

"Dame una mano"
«Dame una mano»

A fines de septiembre y cerca del aniversario de su nacimiento, en la galería Calvaresi Contemporáneo (Defensa 1136) se inauguró una muestra póstuma con las catorce obras que Alzetta pintó entre 2020 y 2021. Al cuidado de la curadora e investigadora Jimena Ferreiro, Una rosa es una rosa -como el título de una canción de Mecano y el verso de Gertrude Stein- se puede visitar hasta el jueves 18. Una pintura de Alzetta también integra la megamuestra Simbiología en el CCK. Tanto Amalia Amoedo, para el acervo de Colección Fortabat, como Alec Oxenford adquirieron obras del artista tandilense.

“Estoy segura de que estas catorce pinturas producidas intensamente entre 2020 y principios de este año, luego de haber acordado con Calvaresi su primera muestra individual en la galería, son el resultado de un trance y del presagio de su inminente trascendencia -dice Ferreiro, que actualmente se desempeña como coordinadora de Planificación Museológica de la Dirección Nacional de Museos-. Por eso trabajó con apuro y con una lucidez sorprendente. La modestia habitual de los motivos de su pintura temprana, una vez que el comic underground le quedó corto y sus personajes ganaron escena, parecen ejercicios preparatorios frente a la sofisticación de las obras del final. El mundo freak y tecno dio lugar a la belleza plácida y metafísica con escenas equilibradas y elegantes, como si hubiera programado una despedida apropiándose del tono mayor de la pintura y celebrando una amistad que los unió desde la infancia”. Los acrílicos fueron colgados según lo acordado con el artista, a la altura de la mirada y en una pared pintada de color rosa, y durante la visita se pueden escuchar temas de Museo primitivo y hojear un número especial de la revista El Tripero con dibujos de Alzetta.

"Margarita", obra de 2020
«Margarita», obra de 2020

Heredero descarriado y por siempre joven de los artistas agrupados en el Centro Cultural Rojas en los años 1990, Alzetta enriquece sus pinturas con un elenco de personajes híbridos, a veces espectrales, emparentados con la historieta, la ficción especulativa y el arte kitsch. En sus obras, un caniche puede nacer de un huevo, el cuerpo de una criatura puede estar hecho de chicle, las lágrimas, tener el tamaño de una persona; el sol, además, puede convertirse en un emoji con ojos de corazones.

Marcelo Alzetta también grabó un disco de música electrónica: "Museo primitivo"
Marcelo Alzetta también grabó un disco de música electrónica: «Museo primitivo»Pamela Wehrhahne

“Esta exposición tenía que suceder y acá estamos, celebrando la pintura de Marcelo Alzetta, haciendo de cuenta que la muerte no existe porque su obra es capaz de todo tipo de animismo”, escribe Ferreiro en el texto del catálogo. “La vocación por los géneros menores, los temas humildes y por la tradición moderna devaluada expresan una sensibilidad minoritaria que representa una de las idiosincrasias más consolidadas del arte argentino -apunta Ferrerio-. El mantel de hule, las flores de plástico, las naturalezas muertas fantasmagóricas, entre otras formas que alumbra su última serie y que ahora toman estado público con esta exposición póstuma, pueden pensarse como cadáveres exquisitos”.

"Pálida flor", acrílico sobre tela de Marcelo Alzetta
«Pálida flor», acrílico sobre tela de Marcelo Alzetta

En las pinturas expuestas en la galería de San Telmo, aparecen raras floraciones con ojos, ikebanas semiabstractos, una marina crepuscular y plantas que, en vez de hojas, lucen telarañas. No falta el humor en obras como Margarita (un daiquiri con palmeras) ni el candor en Pichón de hornero abandonado. La pintura de cielos y fondos fue una de las especialidades de Alzetta, en cuya obra late una síntesis visual de melancolía, poesía y vivacidad.

Para agendar

Una rosa es una rosa. Para coordinar una visita se puede escribir por mensaje directo de Instagram o a info@calvaresicontemporaneo.com. De martes a viernes, de 12 a 17.30, en Defensa 1136.

Nuevas revelaciones sobre la sonrisa de La Gioconda: ¿una ilusión óptica alentada por el cerebro?

Fuente: Télam ~ Muchos críticos y especialistas en arte han intentado dilucidar este enigma, pero solo la ciencia parece más próxima a resolverlo, ahora con una revelación inquietante: la sonrisa de la dama retratada en el cuadro podría ser una ilusión alentada por el cerebro.

La sonrisa más icónica del mundo, la que aflora en los labios de La Gioconda -la célebre obra que el artista italiano Leonardo Da Vinci creó a principios del siglo XVI-, podría no ser un gesto de alegría o placer sino una ilusión óptica generada por el cerebro, según una investigación de la Universidad de Amsterdam que pretende poner fin a una incógnita que se ha agigantado a través del tiempo.

¿Está sonriendo la misteriosa mujer que año tras año magnetiza a las multitudes que se acercan al Museo del Louvre en París solo para saciar la curiosidad o el fetichismo que despierta su leyenda? Muchos críticos y especialistas en arte han intentado dilucidar este enigma, pero solo la ciencia parece más próxima a resolverlo, ahora con una revelación inquietante: la sonrisa de la dama retratada en el cuadro podría ser una ilusión alentada por el cerebro.

De acuerdo con un estudio encabezado por neurocientíficos de la Universidad de Amsterdam, la sonrisa de La Gioconda -o Mona Lisa- pintada por da Vinci entre 1513 y 1519 existe, aunque no es perceptible a simple vista. Los expertos pudieron encontrar que la mujer de la pintura –Lisa Gherardini, esposa de Francesco Bartolomeo de Giocondo– muestra un 83% de felicidad en su rostro. Y también detectaron otras emociones: 9% de disgusto, 6% de temor y 2% de enfado.

Los investigadores analizaron la obra renacentista a partir de un programa digital de reconocimiento emocional que reproduce el ciclo de percepción del cerebro identificando cambios en las expresiones neutras de las personas e interpretándolos de acuerdo a las emociones que conoce. Una vez identificada la emoción, el cerebro crea una ilusión que ayuda a confirmar una interpretación, según consigna la BBC.

En el caso de La Gioconda, su sonrisa aparece oculta o apenas esbozada, pero aún así quien la contempla interpreta que ensaya una mueca de felicidad, acaso porque reúne otras características afines a la expresión de alegría, como el ensanchamiento de sus fosas nasales o la formación de arrugas debajo de los ojos. De ese modo, al advertir estos cambios a través de la visión, la mente emite un veredicto final, aún sin la necesidad de ver una sonrisa bien definida.

Una de las conclusiones del estudio es que el cerebro humano ha evolucionado para captar cualquier cambio en la expresión facial, por mínimo que sea. Así, el ser humano es superior a la máquina y logra detectar rasgos emocionales aunque se oculten bajo una expresión neutra, una habilidad social distintiva.

Desde el principio de su creación, los renacentistas quedaron sorprendidos por aquella cautivadora sonrisa pero fue recién en el siglo XIX que el poeta y dramaturgo Théophile Gautier empezó a plantear esta cuestión. Tiempo después, el psicoanalista austríaco Sigmund Freud conjeturaba que la mueca de felicidad era una reminiscencia de su madre, de la cual Da Vinci se separó tempranamente.

En paralelo a esta investigación, circula otro argumento original para justificar la percepción de la «tentativa» de sonrisa en la obra del creador renacentista: tras años de investigación científica, el científico desarrolló una técnica en la que construía expresiones sutiles gracias a la aplicación de finas capas de pigmento diluido.

Con esta técnica, conocida como sfumato, el pintor generó un rostro cuya sonrisa no era perceptible para la visión central, pero que emitía señales de reconocimiento capturadas a través de la visión periférica. Estas señales, por lo regular distribuidas en zonas borrosas de sus pinturas, también causan que el cerebro se enfoque en la cara de su objeto y no en el paisaje que figura en su fondo.

Da Vinci desarrolló esta técnica durante sus últimos años, a partir de 1513, y conservó la pintura hasta su muerte, como si fuera su laboratorio: a lo largo de los años experimentó nuevas formas de graduar las sombras, a veces con sus dedos, y así logró que su Gioconda sonriera de forma escurridiza. De alguna forma, la obra y su artífice envejecieron juntos. Hoy, al unísono, siguen intrigando al mundo.

Johannes Vermeer, el célebre pintor neerlandés homenajeado por Google

Google homenajeó con su doodle este viernes al pintor holandés Johannes Vermeer, considerado uno de los más importantes del arte barroco. Vivió entre 1632 y 1675, durante la llamada Edad de Oro neerlandesa, en la cual las Provincias Unidas de los Países Bajos experimentaron un extraordinario florecimiento político, económico y cultural.

Nació en Delft, Países Bajos. Los historiadores creen que primero aspiró a ser un pintor histórico. Al día de hoy, sólo se conocen 35 cuadros de su autoría pero se cree que hay muchas más obras por descubrir ya que pintaba para mecenas, por encargo, más que para el mercado de arte.

En la década de 1650, Vermeer comenzó a pintar interiores sutilmente iluminados con una simbología intrincada, un estilo que se distinguía por los motivos tradicionales holandeses que se convirtieron en su sello distintivo. Una de sus obras más reconocidas es «La niña del pendiente de perla» (1665), que actualmente se exhibe en el museo Mauritshuis en La Haya, Países Bajos.

Google eligió el 12 de noviembre para homenajearlo ya que en 1995 se inauguró una exposición homónima en la Galería Nacional de Arte de Washington DC, con 21 de sus 35 obras existentes.

El doodle hace referencia a «La alegoría de la pintura» (1666-1668) y en el medio, «Mujer escribiendo una carta, con su criada» (1670-1671). En 1979, una radiografía reveló un Cupido oculto en «Niña leyendo una carta en una ventana abierta» (1657-1659), a la que se hace referencia a la derecha del doodle.

Furor por Lionel Messi: una artista pintó un cuadro hiperrealista del astro y se lo llevó a la AFA

Fuente: La Capital ~ La artista Agostina Mauro inmortalizó la imagen del rosarino besando la Copa América en Brasil en una pintura que le llevó personalmente al predio de la AFA.

Una pintura. «Para mí esa imagen no es sólo Messi besando la Copa, sino el reflejo de un sentimiento colectivo de alegría y felicidad», graficó Agostina Mauro.

El capitán del seleccionado argentino, Lionel Messi, fue homenajeado por una artista con un cuadro hiperrealista realizado en óleo sobre lino, entregado por la autora en el predio de la AFA en Ezeiza, durante la previa del clásico rioplatense con Uruguay por las Eliminatorias Sudamericanas del Mundial Qatar 2022.

La obra, en la que se retrata casi como en una fotografía el momento en que la Pulga levantó la Copa América este año en Brasil, fue realizada por Agostina Mauro, de 26 años, la misma artista que le entregó en mano una de sus pinturas al papa Francisco en Roma y que llevó a cabo el mural más grande del país en San Vicente como homenaje a los héroes de la pandemia.

«Hacía mucho que soñaba con pintar a Messi y darle una obra, pero no sabía cómo llegar a él. Todo se fue dando en el último tiempo, cuando tuve la posibilidad de pintar para una persona allegada al mundo del fútbol, que me contactó con la AFA», contó la joven.

Horas antes de que la selección parta rumbo a Montevideo, donde este viernes jugará ante Uruguay, la mujer entregó su trabajo a las autoridades de la AFA.

«Como Messi está en una burbuja sanitaria estricta, el presidente de la AFA, Claudio Tapia, se lo entregó en mano a Lio», dijo Agostina. A la vez, reconoció que el rosarino es su ídolo «desde siempre» y apuntó que «más allá de lo que representa futbolísticamente, creo es un ejemplo de que se pueden lograr grandes sueños».

Agostina –icenciada y profesora en artes visuales con orientación en pintura (Facultad de Bellas Artes de la UNLP)– se especializa en la técnica hiperrealista y llevó a cabo el cuadro en menos de un mes.PUBLICIDAD

«Fue en tiempo récord, ya que suelo tardar más tiempo en pintar un cuadro hiperrealista. Hubo semanas en las que trabajé como 15 horas por día para llegar a tiempo a concluirlo», señaló a esta agencia.

La obra representa el momento de la premiación tras el triunfo de la Copa América, lo que la artista describió como «un momento de suma felicidad para todos en medio de la oscura pandemia».

«Para mí esa imagen no es sólo Messi besando la Copa, sino el reflejo de un sentimiento colectivo de alegría y felicidad», graficó Mauro e indicó que ama «ver los partidos de la selección y sentir esa emoción de que estamos todos unidos jugando juntos».

Sostuvo, en ese sentido, que le emociona ver al jugador de PSG en la cancha porque «es un ídolo mundial» y añadió que la llena de felicidad «que hoy tenga en sus manos una de mis obras».

En ese marco, la arista plástica aseguró que cuando la pintura estaba casi concluida, publicó en sus redes sociales que estaba terminando una obra para Messi e invitó a los vecinos de San Vicente a despedir el cuadro en la plaza central de ese municipio del Gran Buenos Aires.

«A pesar del frío fueron un montón de personas con banderas argentinas que aman a Messi como yo», explicó la joven y destacó que «una multitud despidió la obra con banderas argentinas al grito de Messi Messi Messi».

Son las mismas personas que se ilusionan con que el ídolo sume en Qatar 2022 el único título que le falta a su vitrina.

El lado emergente, diverso y autogestivo de arteba

Fuente: La Nación ~ El sector de la feria, que abrió ayer al público, destinado a las nuevas propuestas se caracteriza por la indistinción entre artistas y galeristas y por una vuelta a la pintura.

No hubo largas colas desde el primer minuto, como ocurría en La Rural. La pandemia impuso su protocolo para celebrar los 30 años de arteba: el primer día de apertura al público de la feria alojada en Arenas Studios, en La Boca, tuvo una asistencia gradual ordenada por turnos, estipulados al comprar las entradas online, y varias visitas guiadas grupales.

La Porkería Mala, performer representada por la galería NN en Factor Studio
La Porkería Mala, performer representada por la galería NN en Factor Studio

Todo muy prolijo, excepto el cuarto de la Porkería Mala en Factor Studio, el sector de los espacios emergentes que hay que encontrar subiendo una rampa, atrás de la Isla de Ediciones. El espacio de la artista es el único cerrado y participa del programa de performance diseñado por Diego Bianchi. Es parte de la propuesta de la galería NN, reconocida anteayer con 400.000 pesos delPremio En Obra. Hay un aire perfumado y denso, y es preciso esquivar en el piso los restos de la fiesta de la noche anterior: copas usadas, latas de cerveza vacías e incluso un balde destinado a quienes se hayan pasado de alcohol. Del picaporte cuelga un corpiño. La artista es una aparición imponente que pasea por la feria con máscara, y aquel es el ámbito de su fantasía. Su obra comprende pinturas, esculturas, dibujos, collage y un emprendimiento de zapatos. Su videoperformance Perdidas en Recoleta se ve dentro de esa habitación, entre percheros de ropa y un sofá siempre ocupado, y también está en YouTube. Más performance y estética drag, en la galería mendocina Valerie, de Mendoza.

Interior del cuarto de la Porkería Mala
Interior del cuarto de la Porkería MalaAlejandro Guyot

El sector Factor Studio en arteba hace tiempo que dejó de ser sólo un barrio de gente joven. Nuclea espacios innovadores y alternativos. El clima es emergente, plural, diverso, autogestivo, territorialmente expandido y con una madurez en las obras que no responde a categorías etarias. Se observa frescura, pero a la vez una vuelta amorosa a la pintura. Los galeristas son artistas y viceversa. Sobrevuela una idea comunitaria. “Hay mucho deseo de trabajar colectivamente, de reunir energías. Se vuelve a ver con fuerza el poder de autogestión que tienen los artistas”, observa Alejandra Aguado, integrante del comité de selección.

Elisa O´Farrell, una de las artistas premiadas, con sus obras en Atocha
Elisa O´Farrell, una de las artistas premiadas, con sus obras en AtochaAlejandro Guyot

Es raro ver al artista internacionalGabriel Chaile con una tablet con precios de obra bajo el brazo. El artista, que fue furor de ventas en la sede suiza de Art Basel como artista de la galería Barro, estrena su rol de galerista en NVS, una agrupación de amigos con sede en Lisboa que busca mostrar el trabajo de los que no llegaron aún a descollar. “Estoy un poco nervioso porque es otro papel. Pero me gusta representar a los amigos”, cuenta. Laura Ojeda Bär también oficia ahí de galerista, y del otro lado del panel es artista premiada de la galería Moria.

La galería NN, una de las reconocidas con el Premio En Obra
La galería NN, una de las reconocidas con el Premio En ObraAlejandro Guyot

Los roles están mezclados. En Selvanegra, Silvia Sicoli es pintora y galerista. En La Arte, de Salta, donde fue distinguida la obra de Soledad Sánchez Goldar con un Premio en Obra, la galerista Soledad Dahbar también expone como artista. “Yo creo que no hay una intención de ser galerista sino re artista, son las múltiples aristas de ser artista. Nos manejarnos con modos amables, nos apoyamos entre todos para que los proyectos salgan”, señala.

Lucia Evangelista, directora de la galería Moria, con obra de Laura Ojeda Bär, una de las artistas premiadas
Lucia Evangelista, directora de la galería Moria, con obra de Laura Ojeda Bär, una de las artistas premiadasAlejandro Guyot

Los galeristas de Grasa, Carolina Martínez Pedemonte y Torcuato González Agote, están repetidos en la pared, en un retrato hecho por ella. Los dos son artistas y su stand de quince metros repite las dimensiones de la galería que abrieron en pandemia en el garage de su casa (Santos Dumont 3703). No se achicaron, y trajeron obras grandes como Los Mareados, muñecos de Dana Ferrari que también están ahora en el museo Moderno y unos tótems de piedra pómez de Valeria Maggi. “La curadora fue Violeta Mollo. Estamos nosotros porque este es un proyecto gestionado por artistas”, cuenta González Agote.

Elisa O´Farrell, otra de las artistas reconocidas con el Premio En Obra, exhibe en Atocha
Elisa O´Farrell, otra de las artistas reconocidas con el Premio En Obra, exhibe en AtochaAlejandro Guyot

La pintura figurativa tiene un protagonismo inusual en esta nave, que se corresponde con buenas ventas. Hay una oda al pincel en muchas artistas mujeres: se destacan las pinturas en páginas abiertas de libros de Elisa O’Farrell, una de las artistas premiadas, exhibida en la galería Atocha. También, las heroínas de gran tamaño de Ornella Pocetti en El Mirador, las pinturas de escenas de pueblo de la artista Sonia Ruiz, tucumana, en NVS, y la individual de Vico Bueno, Fuera de servicio, en la rosarina Estudio G. En Moria sólo hay pintura: “Buscamos repensar las tradiciones, del retrato, el paisaje y el mundo interior. El autorretrato es uno de los grandes géneros. Acá no creemos en eso de separar la obra del artista”, dice Ojeda Bär.

Los galeristas de la mendocina galería Valerie
Los galeristas de la mendocina galería ValerieAlejandro Guyot

En El Mirador, galería que mereció el gran premio 30 años de arteba, hay también experimentación: es impactante la obra de Trinidad Metz Brea, joven artista que ya vendió todas sus piezas modeladas de forma digital y realizadas con impresión 3D. Una especie de Jardín de las Delicias en alto y bajo relieve, con un nivel de preciosismo que da ganas de estirar la mano y tocar. Salen de repertorio también la pieza de Evi Tártari en Fulana, un telón tejido de chala de maíz, y un mural de cerámicas con engobes de Eugenia Bracony que la galería Sputnik vendió en las primeras horas de feria, el miércoles. Isla Flotante apostó por un artista brasileño, Luiz Roque, con video llamado Zero. “Estamos anunciando así su representación. Hemos vendido piezas también en trastienda. Hay una sensación general de buenas ventas y propuestas nuevas. El premio en obra dio un impulso muy grande a todo el pabellón”, dice el galerista Leopol Mones Cazón.

Obras de Ornella Pocetti y Trinidad Metz Brea en la galería El Mirador, espacio premiado con el gran premio arteba del Premio En Obra
Obras de Ornella Pocetti y Trinidad Metz Brea en la galería El Mirador, espacio premiado con el gran premio arteba del Premio En ObraAlejandro Guyot

El stand más vistoso es PM, un domo de papel metalizado. Está piloteado por el artista Nicolás Nacif, pero todo es colaborativo. La galería tiene dos años y ya hizo 20 muestras en tiempos pandémicos. “Nos une la reivindicación de la espiritualidad en el arte, por eso hicimos este templo. Somos 25 artistas y pagamos todo entre todos”, cuenta. La galería es joven, pero muestra artistas de trayectoria como Lorena Ventimiglia, Miguel Harte, Felipe Pino, Gustavo Marrone yNushi Muntaabski, autora de una escultura que ocupa el centro del espacio, con la que ganó el primer premio del Salón Nacional de Escultura: “El Plurente es un guerrero que está decapitado y llora el dolor universal, pero ganó la batalla. Un guerrero triunfal y bello, y un poco me identifico. ¿Tengo que estar en barrio joven? No sé, pero me encanta estar adentro de ese stand que es como un casco intergaláctico. Estoy agradecida con la invitación”, dice.

Sonia Ruiz con sus obras y Gabriel Chaile; ambos se cuentan entre los galeristas de NVS
Sonia Ruiz con sus obras y Gabriel Chaile; ambos se cuentan entre los galeristas de NVSAlejandro Guyot

Hay espacios líquidos, se podría decir, sin sede fija. Por ejemplo, La Copia, organizado por Alejandro Montaldo y Nicolás Pontón, es itinerante, y se materializa por proyectos especiales. Ohno es itinerante e intermitente, y siempre está buscando nuevos formatos para mostrar artistas de distintas provincias, con la dirección del artista tucumano Benjamín Felice. Intemperie tampoco es física, sino que se expande a cielo abierto con instalaciones en espacios públicos. “Nos ha ido muy bien con la obra de Alejandra Mizrahi, que fue nominada en la feria para el premio ArtNexus. Mucha gente circulando, muchas consultas y ventas”, dice Coty Chiappini, artista y galerista junto con Gonzalo Maggi.

Obra de Miguel Harte en el stand de PM
Obra de Miguel Harte en el stand de PMAlejandro Guyot

“Nos interesó la representación territorial y que sus propuestas fueran frescas”, dice Diego Obligado, galerista radicado en Rosario e integrante del comité de selección. De 18 espacios, once son de Buenos Aires, dos internacionales y cinco de provincias. Por ejemplo, resulta una hazaña que exista una galería como Fulana, con una propuesta tan contemporánea, en Tafí Viejo, Tucumán, primera y única en su tipo en ese destino, y que logre además estar en arteba. “Es difícil sostener el espacio. Para nosotros no sólo es el costo del stand, sino los pasajes, la estadía, las comidas –cuenta Pamela González, la galerista–. Estamos felices y con mucha ilusión”. Ese parece ser el clima de Factor Studio: alegría y esperanza.

Obra de Carla Florencia Juárez comprada por Sofía Weil de Speroni en la galería Fulana
Obra de Carla Florencia Juárez comprada por Sofía Weil de Speroni en la galería FulanaAlejandro Guyot

Para agendar:

arteba, hasta el 7 de noviembre en Arenas Studios (Av. Don Pedro de Mendoza 965, La Boca). Compra de entradas únicamente online, en www.arteba.org. General: $600, estudiantes y jubilados: $300

Vuelve arteBA, la feria de arte contemporáneo más importante de la región

Fuente: Clarín ~ Son cinco jornadas con formato híbrido. Participan 300 artistas y 59 galerías de todo el país, y tendrá nueva sede La Boca y autoridades. Las actividades virtuales apuntan a un público diverso.

Desde este miércoles, con más de 59 galerías participantes y exponiendo las obras de más de 300 artistas, arteBA festeja ahora su 30° aniversario con una vuelta a la presencialidad, luego de un año 2020 histórico, pandémico, en el que se vio obligada a suspender la feria presencial y tomar lugar y desarrollo en internet y en las redes: la presencia de arteBA el año pasado fue digital. Cuenta con el auspicio de Clarín y Revista Ñ.

Esta vez, la feria de galerías se realizará en La Boca, en Arenas Studios, entre miércoles y domingo. Las primeras dos jornadas será para coleccionistas, curadores, artistas y sponsors; mientras que desde el viernes podrá asistir el público en general con reserva de entrada ($600, horario fijo y aforo limitado).

Dos son los ejes principales a través de los cuales arteBA se articulará en los espacios físicos, presenciales, este año: por un lado, los stands de las galerías (en los espacios Arenas) y las exposiciones con proyectos emergentes (estos últimos en la sección Factor Studio y Audiovisuales Zurich, también dentro de los Arenas Studios). La programación artística, en cambio, se extenderá hacia el Paseo de las Artes Pedro de Mendoza.

En la actualidad, proponiendo que además de los stands que ocupa cada galería con las obras de sus artistas, ocurran también eventos gratis al aire libre (como por ejemplo, recitales de música en vivo), más una selección online de galerías de otras ciudades argentinas o de galerías internacionales (ya que esta vez la mayoría de las galerías extranjeras no viajarán de forma presencial con sus piezas), la feria retorna estrenando directorio: Larisa Andreani, como presidenta; Eduardo Mallea, su vice-presidente; y Lucrecia Palacios, directora artística, dirigirán diversas acciones. 

Lanzamiento de arteBA 2021, en el Malba. / Fotos Prensa arteBA / Gentileza
Lanzamiento de arteBA 2021, en el Malba. / Fotos Prensa arteBA / Gentileza

Como parte de las actividades complementarias de la feria habrá charlas con artistas, curadores y especialistas (Charlas Santander, organizadas por la artista Marcela Sinclair); se desarrollará el Programa para coleccionistas y profesionales (con visitas presenciales a galerías y museos y charlas virtuales.

Se realizará Isla de Ediciones-Proa –el espacio con las novedades editoriales dedicadas al arte contemporáneo, auspiciado por Fundación Proa– y habrá una Tienda de objetos de autor. También tendrán lugar el ciclo DJ-IRSA y un ciclo de música en vivo, más una serie de performances, entre otros eventos.

También habrá programaciones complementarias con los artistas de las galerías participantes en el Arenas Studios que tendrán presencia online y que se extenderán hasta el 20 de noviembre (a diferencia del resto de las actividades de la feria, que terminarán el 7).

La plataforma virtual busca garantizar el acceso a un público más amplio y extender el territorio de circulación de la producción artística, donde cada galería tendrá un perfil con una serie de artistas y obras, e incluirá una serie de actividades virtuales pensadas para un público diverso.

Larisa Andreani, Presidenta de ArteBA. Será una feria para todo el arco Contemporaneo. / Foto: Clarín
Larisa Andreani, Presidenta de ArteBA. Será una feria para todo el arco Contemporaneo. / Foto: Clarín

Premio estímulo

Vale la pena señalar que se festejará el 15° aniversario del Premio en Obra, un premio estímulo para los espacios emergentes y los artistas: los candidatos al premio se elegirán entre los participantes del Factor Studio (la nueva sección de la feria que reunirá espacios alternativos, desconocidos).

Y además arteBA llevará a cabo el Programa de Adquisición de Museos, que busca apoyar a diversas instituciones para que compren arte argentino.

La Fundación Klemm, MALBA, el Museo de Arte Moderno de Medellín, el LACMA de Los Angeles, el Museo de Bellas Artes de Houston y el Museo de Arte Moderno de Chicago son algunas de las entidades que participarán este año del Programa.

Armado arteBA 2021.
Armado arteBA 2021.

Acéfala, ATOCHA, Calvaresi, Cosmocosa, Del Infinito, Rubbers, Hache, Jorge Mara-La Ruche, OHNO, Palatina, Ruth Benzacar, Rolf, Vasari, Walden, Mite, Miranda Bosch, Moria, son algunas de las galerías de la ciudad de Buenos Aires cuyos artistas podrán verse en arteBA en breve, al igual que los artistas de las galerías Valerie (Mendoza), The White Lodge (Córdoba), Fulana (Tafí viejo), Crudo (Rosario), NN (La Plata) y La arte (Salta), entre otras muchas más.

Como se hacía en épocas pre-pandémicas, hay que calzarse zapatillas e ir entrando en calor: la feria promete ser grande y con muchas actividades a lo largo de los días, así que un pequeño entrenamiento (luego de épocas quietas de cuarentena) no vendría nada mal. Puede consultarse la programación 2021 de la feria acá.

Ficha​

  • La feria arteBA 2021 mostrará lo mejor del arte contemporáneo y moderno argentino, del 3 al 7 de noviembre de 12 a 20, en Arenas Studio, en La Boca (avenida Don Pedro de Mendoza 965).
  • El miércoles y el jueves abre para invitados especiales: coleccionistas, curadores, artistas y sponsors.
  • Entre el viernes y el domingo, podrá asistir el público en general con compra de entradas online acá. Con horario dijo y aforo limitado. Precio: $600. 

Descubren tesoros de Quinquela: más que un pintor, una institución de la república de La Boca

Fuente: La Nación ~ Cerca de mil manuscritos, fotos y documentos en papeles amarillentos resistieron el paso del tiempo; hallados en la casa museo que lleva su nombre, tras una investigación se reúnen en el libro “Poetas de Quinquela” que se presenta en La Noche de los Museos

Benito Quinquela Martín, el más emblemático pintor de La Boca, era en su tiempo una institución. Por su casa pasaban artistas, poetas, dramaturgos, músicos, periodistas, políticos, diplomáticos, presidentes y vecinos, y encontraban la puerta siempre abierta. A este ciudadano ilustre, afable y generoso, le dejaban como ofrendas poesías, dibujos y canciones. Él los guardaba como tesoros.

El poeta y periodista Rodolfo Edwards revisó aquellos papeles, ya frágiles y amarillentos, guardados en biblioratos prolijamente indizados por el pintor, y les dio forma de libro: Archivos Quinquelianos. Los poetas de Quinquela. Este sábado, a las 20, en La Noche de los Museos, se presenta en la terraza del museo de La Boca, donde el artista vivió y pintó.

Quinquela en su taller de La Boca
Quinquela en su taller de La Boca

Marta Sacco, poeta y comunicadora, descubrió estos tesoros hace casi diez años, cuando trabajaba en el museo. “Investigué lo que pude en el archivo y supe que ese material merecía una lectura profunda y ser publicado”, cuenta. Llevó un tiempo, pero finalmente esta semana el libro salió de imprenta. “Supo llenar de sentido la palabra comunidad”, dice Víctor Fernández, director del museo y pintor boquense, que destaca lo convocante de la figura de Quinquela y lo variopinto de quienes lo rodeaban. “Los poemas parecen inspirados en un símbolo más que en una persona. Era el espejo de los mejores sueños compartidos”, agrega.

Edwards cuenta en sus páginas que Quinquela fundó una peña en el Café Tortoni, Agrupación de Gente de Artes y Letras, que funcionó en la bodega del bar de Avenida Mayo entre 1926 y 1943. “Después llegaría el tiempo de los banquetes en el taller de La Boca, donde se otorgaba la Orden del Tornillo, galardón que distinguía a los que se salían de la norma, a los que le faltaba un tornillo”, escribe Edwards. Seguía a la ceremonia un convite de fideos de colores.

Quinquela y su navío de colores / cruza el agua febril, dice en "Apunte en gris" la poeta chilena Stella Corvalán, 1948
Quinquela y su navío de colores / cruza el agua febril, dice en «Apunte en gris» la poeta chilena Stella Corvalán, 1948Archivo

Sonetos, cuartetas, coplas, letras de tango. Cerca de mil manuscritos en pedazos de papel, en servilletas, mecanografiados o recortados de diarios, resistieron el paso del tiempo, y hoy están digitalizados. De ese montón, se rescataron unos sesenta para el libro. En todos se lee la adoración que provocaba esta figura que fue legendaria en su tiempo.

“Hay libros enteros dedicados a él”, dice Edwards. Su casa devenida museo, la escuela que funciona en planta baja, el Teatro de la Ribera que está al lado, una escuela industrial y un consultorio de dentista de la misma cuadra fueron donaciones suyas a su comunidad. “El vivía modestamente, como se puede ver todavía en el museo –conserva intactos la cocina, cuarto, baño, comedor–. Su cuarto se parece al de Van Gogh. Todo lo que ganó en la pintura lo invirtió en su barrio”, dice. En La Boca, que aún hoy se dice república y tiene su propio presidente, Quinquela es un santo. Todos los años se reparte la estampita de San Benito, que tiene en el frente al pintor empuñando pinceles y en el reverso, una oración en su honor, iniciativa del grupo Arrojas Poesía al Sur, que integran Sacco y Zulma Ducca.

Una página del libro: "Paisaje ribereño", partitura con letra y música de Alberto Cosentino
Una página del libro: «Paisaje ribereño», partitura con letra y música de Alberto CosentinoArchivo

“Los poemas incluidos en Los Poetas de Quinquela son piezas de un rompecabezas, nos permiten reponer fragmentos de la rica historia del barrio de La Boca; en todos ellos hay un permanente diálogo con las herramientas de Quinquela, como si el pintor fuese un testigo permanente, un ángel custodio, un comodín que subsana las carencias, siempre presto a oficiar el milagro”, se lee en el prólogo. “Incluye poemas de Celedonio Flores, Julia Prilutzky Farny o Héctor Pedro Blomberg, pero también hay versos de poetas no conocidos, personajes del barrio que le dejaban su homenaje a esa especie de santo benefactor que fue Quinquela”, continúa. Quinquela atesoraba meticulosamente esas demostraciones de cariño. En sus tertulias dejaba siempre el micrófono abierto para quien quisiera tomar la palabra.

Edwards, que es poeta y periodista, sabe de qué habla. Nació en el barrio, a cien metros del Riachuelo. Hijo de un marino mercante, cursó toda la primaria en la escuela de Quinquela, Escuela Museo don Pedro de Mendoza. En cada aula hay un mural del maestro, donde Edwards creía ver los barcos en los que viajaba su papá. Por eso, de la antología el poema que más lo conmueve es el de Roberto Cerrudo, La muerte del marino. “De chico era amigo del hijo del portero, así que los fines de semana jugaba en la escuela y subíamos al piso de arriba a espiar a Quinquela. Él aparecía en todos los actos”, recuerda. En uno de esos, Edwards se sentó al lado del pintor y quedaron retratados en el diario La Gaceta de Barracas.

Florencio Sturla, Benito Quinquela Martín y un amigo, en Mar del Plata, 1927
Florencio Sturla, Benito Quinquela Martín y un amigo, en Mar del Plata, 1927Archivo

Hay versos que cuentan hechos concretos como el derrumbe de la cúpula de la iglesia San Juan Evangelista, en 1951. Hubo 9 muertos y 30 heridos y Roberto Cerrudo escribió́ Triste desgracia en la iglesia.

El incendio del San Blas, de Raquel M. Gansier, se ocupa de la explosión de un tanque de combustible en el buque petrolero San Blas, en 1944, que dejó 17 muertos. Quinquela lo pintó.

También hay partituras, que ya han sido puestas en valor por la Orquesta Sciammarella Tango. La agrupación femenina se dedica a la arqueología tanguera, y rescata piezas inéditas u olvidadas. En marzo de 2020, llegaron a dar un concierto en la terraza del museo antes del cierre por cuarentena.

De Archivos Quinquelanos, el libro "Los Poetas de Quinquela" se consigue a partir de este sábado en el museo, a $ 800
De Archivos Quinquelanos, el libro «Los Poetas de Quinquela» se consigue a partir de este sábado en el museo, a $ 800Maqueta

Entre las curiosidades hay un poema escrito en “crefundeo” (crear + fundar), un idioma creado por el poeta y pintor Adolfo Ollavaca que distorsiona las palabras. Edwards tradujo otro, escrito en francés por el embajador de Haití́ en Argentina, Jean-Fernand Brierre, en 1954. El diplomático era poeta, dramaturgo y periodista, y es considerado una de las voces más relevantes de la literatura haitiana.

Quinquela y su navío de colores / cruza el agua febril, escribe a mano la poeta chilena Stella Corvalán en 1948. Es difícil encontrar otro pintor que haya sido tan querido en su lugar y su tiempo, al punto de desencadenar toda una lírica en torno de su trabajo. En sus versos, Bartolomé Botto, poeta emblemático de La Boca, lo llama “poeta de la espátula”. En vez de pluma, haces con pinceles / versos en colores, cual si fueras Poeta, escribe Roque Sumiza. Una oda al pintor, firmada por Pedro Herreros, dice: Quinquela, has domado, / con garra y espíritu, tormentas y vientos, / por gracia del Arte, vas a ser nombrado / Señor de los Barcos y los Elementos. Pedro Juan Vignale lo despide así ante un viaje a Europa: ¡Adiós señor de los brochazos / que dan su fiebre sin piedad! / Iremos solos, con tu espíritu / surcando aguas por tu mar.