Fuente: TN – El artista dijo que lo hizo para generar un debate sobre el avance de la tecnología en el arte.
Un fotógrafo alemán ganó un importante premio con una imagen creada por inteligencia artificial y se denunció a sí mismo para generar un debate sobre el avance de este nuevo fenómeno global.
El artista alemán Boris Eldagsen obtuvo el Sony World Photography Awards, dotado con 5000 dólares de premio, con su obra Pseudomnesia/La Electricidad.
Es una imagen que parece extraída de la estética de los años ‘40, en blanco y negro, de dos mujeres. Una, la más joven, se encuentra en primer plano, mientras la mayor, se ubica detrás con la mirada perdida. El montaje ganó el primer premio en la categoría de fotografía creativa.
Por qué el fotógrafo alemán presentó una foto creada con inteligencia artificial en un importante concurso fotográfico
Eldagsen dijo que quería comprobar si era posible engañar a un jurado de un prestigioso premio fotográfico con una imagen creada por inteligencia artificial. El objetivo, según dijo, era poner sobre la mesa un debate urgente en torno a las imágenes generadas mediante esta tecnología, escribió el diario español La Vanguardia.
“La inteligencia artificial no es fotografía. Me presenté para averiguar si los concursos están preparados para encontrarse con imágenes hechas por IA. No lo están”, dijo Eldagsen.
El artista reveló el engaño antes que la World Photography Organisation divulgara a los ganadores del premio.
Según contó, ofreció autodescalificarse para que le entregaran la distinción a otro colega o generar una discusión abierta sobre la compleja relación entre la fotografía y la inteligencia artificial. Pero no tuvo respuesta de los organizadores del premio, escribió el periódico.
Fuente: El Destape – Las galerías argentinas Barro, Isla Flotante y Piedras participarán de una nueva edición de Expo Chicago, la feria internacional de arte moderno y contemporáneo que se realizará desde el jueves y hasta el 16 de abril, junto a 170 galerías de 37 países de todo el mundo.
En el marco de la Semana del Arte de esa ciudad estadounidense, tendrá lugar Expo Chicago, que celebra su décima edición en el Navy Pier’s Festival Hall, con galerías provenientes de 90 ciudades y la obra de más de tres mil artistas, junto a una programación dinámica con obras de site-specific y eventos por toda la ciudad.
Además del sector principal, en el evento destaca «Exposure», curada por la argentina Aimé Iglesias Lukin (directora y curadora principal de Artes Visuales de la Americas Society de New York), un sector con galerías de menos de diez años de existencia, donde se incluyen los stands provenientes de Argentina, además de galerías de Bahamas, Brasil, Colombia, Alemania, Grecia, Irán, Italia, México, Países Bajos, Nigeria y Puerto Rico, entre otros.
Con una arrolladora potencia femenina, por las galerías argentinas se estarán presentando obras de artistas como Alejandra Seeber con un solo show (Barro), Carrie Bencardino y Liv Schulman (Piedras), así como Mariela Scafati y Rosario Zorraquín (Isla Flotante).
«Exposure» reúne un «cohorte global de voces creativas que presentan obras innovadoras de formas nuevas e interesantes. Los expositores seleccionados proceden de todo el mundo, con especial énfasis en las galerías emergentes del sur global. Confío en que la presentación de este año ofrecerá a los visitantes un sinfín de oportunidades para el debate y el descubrimiento», declaró Aimé Iglesias Lukin.
Como parte de la sección bautizada In/Situ, esculturas inmersivas a gran escala, videos, películas y obras site-specific rodearán el histórico Navy Pier, un programa a cargo de Claudia Segura, curadora del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, MACBA.
Otra argentina, Victoria Noorthoorn, directora del Museo Moderno de Buenos Aires, tendrá a su cargo el discurso de apertura del Foro Curatorial (Curatorial Forum), la novena edición de un destacado evento que se realiza en coincidencia con la feria de arte.
El evento, organizado en colaboración con Independent Curators International (ICI), y el Curatorial Exchange, recibirá a curadores de todo el mundo, quienes encontrarán un espacio para debatir sobre actualidad, comparar metodologías y compartir preocupaciones clave que afectan al campo de los museos en general, con colegas de una amplia gama de organizaciones e instituciones.
«El Curatorial Forum ofrece un entorno incomparable para el desarrollo profesional, el intercambio y la colaboración en los ecosistemas del arte y los museos», detallaron en un comunicado desde Expo Chicago, la feria que preside Tony Karman.
La décima edición de Expo Chicago se realizará del 13 al 16 de abril en esa ciudad estadounidense, un vibrante destino cultural reconocido por su escena artística, sus museos, arquitectura, galerías e instituciones culturales cuya programación estará en consonancia con esta cita del arte.
Fuente: La Nació – La figura de uno de los maestros del renacimiento se mantuvo firme contra las acusaciones de indecencia, pero esta no fue la única que generó revuelo
Eso en sí es sorprendente. Casi desde el momento en que la estatua desnuda de mármol de 5 metros de alto fue cincelada en una forma escandalosa, alrededor del año 1504, la obra maestra de uno de los maestros del renacimiento se mantuvo firme contra las perennes acusaciones de indecencia.
La escultura ni siquiera había desfilado a lo largo del siglo XVI antes de que se le equipara con un ridículo taparrabos de hojas de higuera metálicas para mitigar su falta de modestia.
Fue solo a mediados del siglo XX que finalmente se arrancaron unas hojas similares de la ingle de una réplica fundida de la famosa estatua que se exhibe en el Museo Victoria & Albert, de Londres, que había sido entregada a la reina Victoria en 1857.
La controvertida decisión tomada por la junta de la Escuela Clásica de Tallahassee de presionar a la directora, Hope Carrasquilla, a renunciar, nos brinda la oportunidad perfecta para reflexionar sobre qué obras de la historia moderna -aunque consideradas por algunos observadores inaceptablemente impactantes- cambiaron la forma en que pensamos sobre el arte.
Lo que sigue son siete obras creadas en los años que transcurrieron desde que, en el Museo Victoria & Albert, le quitaron las hojas a “El David”. Son piezas que impactaron la sensibilidad contemporánea y ayudaron a redefinira la esencia misma del arte.
1. Marc Quinn, Self (yo mismo), 1991
Cada cinco años, en el transcurso de cinco meses, el artista británico Marc Quinn extrae cinco litros de su propia sangre y los derrama en un molde translúcido y refrigerado de su rostro.
El resultado es una serie siempre emergente de autorretratos en los que el artista puede afirmar legítimamente que ha volcado más de sí mismo en su obra que cualquier otro artista que lo precedió.
Para algunos observadores, la serie “Self” de Quinn no es más que una artimaña espantosa propia de un vampiro. Para otros, la obra encarna una contribución conmovedora y osada a la tradición de la autor representación, a la que han contribuido grandes artistas como Rembrandt, Van Gogh y Cindy Sherman. Se trata de una tradición que destaca profundamente la fragilidad del ser.
2. Allen Jones, Chair (Silla), 1969
La obra fue develada en medio de las acusaciones de que su creador, el artista pop británico Allen Jones, trataba los objetos como si fueran mujeres y viceversa.
Con “Chair” -junto con las piezas complementarias “Hatstand” (perchero) y “Table” (mesa)-, Jones contorsionó a maniquíes femeninos con poca ropa para hacer un conjunto de muebles procazmente lascivos, diseñados sin ergonomía.
En el Día Internacional de la Mujer de 1986, un par de activistas rociaron la obra con un decapante de pintura horrorizadas por lo que consideraban era la sensibilidad chovinista de la escultura. El ácido devoró la cara y el cuello de la maniquí.
3. Judy Chicago, Dinner Party (Cena), 1979
Con 39 platos, cada uno con sus respectivos cubiertos y una copa, la obra conmemora la contribución de las mujeres a la historia cultural (desde Safo hasta Virginia Woolf).
La mesa de banquete hecha en forma de triangulo de la artista estadounidense Judy Chicago fue aclamada por su perspectiva pionera, pero también fue ridiculizada por lo que algunos consideran es su impactante vulgaridad.
La obra está dominada por casi dos veintenas de platos de porcelana pintados a mano, muchos de los cuales están decorados con el símbolo de una mariposa floreciente parecida a una vulva.
La artista británica contemporánea Cornelia Parker le quitó mérito a la obra en un artículo del diario The Guardian. Señaló que la instalación tiene “demasiadas vaginas” y que “se trata más del ego de Judy Chicago que de las pobres mujeres que se supone está elevando”. “Todas estamos reducidas a vaginas, lo cual es un poco deprimente”, concluyó Parker.
4. Richard Serra, Tilted Arc (Arco inclinado), 1981
Más de un muro icónico cayó en 1989. En la oscuridad de la noche del 15 de marzo, ocho meses antes de que los mazos comenzaran a golpear el Muro de Berlín, un equipo de trabajadores de la construcción bajó a la Plaza Federal en Nueva York para cortar en pedazos un muro de 36 m de largo y 3,6 m de alto.
Se trataba de una controvertida barrera de acero que había sido levantado ocho años antes. Era la escultura innovadora del artista estadounidense Richard Serra.
Sin embargo, un jurado encontró que la obra le proporcionó refugio a terroristas, alimañas y vándalos por igual y, por lo tanto, concluyó que la escultura minimalista debería retirarse y llevarse a un almacén.
5. Tracey Emin, My Bed (Mi cama), 1998
Aunque la cama, como objeto arquetípico, sirvió de accesorio indispensable en algunas de las obras más emblemáticas del arte occidental, desde la “Venus de Urbino” del pintor italiano Tiziano al “Dormitorio en Arles” de Van Gogh, desde las “Majas”, alternativamente desnudas y vestidas, de Goya, hasta la diabólica “La pesadilla” de Henry Fuseli, la indignación pública por la instalación de la artista británica Tracey Emin de su cama desarreglada, “My Bed”, para la Exposición del Premio Turner de 1998, fue intensa y sostenida.
El sitio, que refleja un episodio depresivo en la vida del artista, muestra los escombros materiales de una psique enmarañada.
La cama deshecha se convirtió rápidamente en la muestra perfecta para quienes afirmaban que el arte contemporáneo se había perdido.
Los defensores de la obra se sorprendieron de que, más de 80 años después del urinario de Marcel Duchamp, una cama desordenada pudiera provocar tanta indignación y se preguntaron si la verdadera objeción era que una mujer estableciera tan descaradamente una residencia en el museo de un hombre.
6. David Černý, Shark (Tiburón), 2005
Imitando la audaz instalación del artista británico Damien Hirst The Physical Impossibility of Death in the Mind of Someone Living (La imposibilidad física de la muerte en la mente de algo vivo), de 1991, que presentaba un tiburón con la boca abierta suspendido en una solución de formaldehído, la deslumbrante vitrina del artista checo David Černý se atrevió a hacer flotar, ante la mirada de los visitantes, una escultura atada del depuesto dictador iraquí Saddam Hussein.
Para algunos, el trabajo estuvo demasiado cerca de poner a Hussein en el papel de víctima. Para otros, la pieza era gratuitamente gráfica.
La exhibición programada de la controvertida obra en un museo en Middelkerke, Bélgica, a principios de 2006, fue finalmente cancelada por decreto del alcalde de la ciudad, Michel Landuyt, por temor a “que ciertos grupos de población encontraran la obra demasiado provocativa”.
7. Paul McCarthy, Tree (Árbol), 2014
Ocasionalmente, el impulso por censurar una obra controvertida ha venido de observadores ofendidos y no de curadores de arte cautelosos.
Eso sucedió en octubre de 2014, cuando la enorme escultura inflable “Tree” del artista estadounidense Paul McCarthy, erigida como parte de una exhibición navideña en la Place Vendôme de París, fue fatalmente derribada por vándalos y posteriormente desinflada.
Después de que comentaristas hablaran del gran parecido de la escultura con la forma de un accesorio sexual, no hubo forma de proteger la colosal obra.
El propio artista tampoco salió ileso. Un observador de la escultura se enfrentó a McCarthy y lo abofeteó tres veces antes de salir disparado, como un globo reventado, hacia la multitud.
Fuente: La Nación ~ Cada vez más artistas apelan a escenarios naturales para realizar sus creaciones y generar conciencia ecológica.
El viento, el agua y la luz solar como materia prima del arte, para crear efectos ópticos a través de una docena de instalaciones realizadas al aire libre cerca del bosque de manglares de Al-Thakhira, en el norte de Qatar. En eso consiste parte de la primera muestra en el Golfo Pérsico de Olafur Eliasson, artista islandés-danés radicado en Berlín, que suele inspirarse en la naturaleza para crear sus obras. Curioso desierto se titula esta exposición, inaugurada días atrás, que incluye también la exhibición de obras producidas durante más de un cuarto de siglo en el Museo Nacional de ese país árabe, con sede en Doha.
Conocido a nivel global sobre todo por su famosa instalación titulada Proyecto Clima, que recreó un atardecer en la Turbine Hall de la Tate Modern en 2003 –poco después de haber representado a Dinamarca en la Bienal de Venecia–, Eliasson es uno de los principales exponentes de una tendencia creciente: la que procura “hacer visibles y palpables los fenómenos invisibles” a través del arte, para sensibilizar y generar conciencia sobre la necesidad de preservar el medioambiente y todas las formas de vida en el planeta.
“El Curioso desierto de Olafur Eliasson ilustra el poder y la capacidad de resolución de problemas del arte –observó la Jequesa Al Mayassa bint Hamad bin Khalifa Al Thani, presidenta de los Museos de Qatar–. Abre un diálogo importante sobre el medioambiente, uno de los temas más apremiantes de nuestro tiempo, en el contexto de los paisajes naturales de nuestra nación. Para demostrar que el arte no se limita a las galerías sino que está a nuestro alrededor, en todas partes, para inspirar y educar”.
A escenarios similares recurrieron a su vez los artistas argentinos Charly Nijensohn y Tomás Saraceno, también radicados en Berlín, que viajaron hasta los salares de Bolivia y Jujuy para realizar conmovedoras videoinstalaciones o batir récords mundiales con el vuelo más sustentable de la historia de la humanidad. “El agua y la vida valen más que el litio”, decía la frase cosida en el gran globo de tela negra se elevó hace tres años tripulado por la pilota Leticia Márquez en el norte de nuestro país. Fue posible gracias al esfuerzo de la comunidad Aerocene impulsada por Saraceno, que aspira a crear una era libre de combustibles fósiles.
El tucumano regresó con su equipo al mismo lugar este verano, para participar de un debate sobre justicia ecosocial con expertos y las comunidades locales. La filmación de ese encuentro ampliará Pacha, una “película sin fin” y pieza central de su muestra Webs of Life, que se exhibirá desde principios de junio en las prestigiosas Serpentine Galleries de Londres.
Una ballena en el bosque
Los contextos naturales también aportaron varias veces dramatismo a las instalaciones apocalípticas deAdrián Villar Rojas, otro de los artistas argentinos contemporáneos más consagrados. Desde Mi familia muerta, la ballena varada que creó con arcilla en el Bosque Yatana de Ushuaia, hasta la más reciente, que inauguró el parque de esculturas de gran escala de la Bodega Xumek en el Valle de Zonda en San Juan, el rosarino que representó al país en la Bienal de Venecia en 2011 sorprendió con monumentales intervenciones bajo cielo. Por ejemplo, en el Jardín de las Tullerías en París (2011), en la Documenta de Kassel (2012) y en el Observatorio Nacional de Atenas (2017), donde transformó ese lugar árido al plantar 46.000 plantas de 26 especies, como parte de su proyecto internacional titulado El teatro de la desaparición.
“Los artistas son como profetas: tiran mensajes al océano en una botella”, dijo la semana pasada a LA NACION Lucía Pietroiusti, fundadora del proyecto Ecología general en las Serpentine Galleries, mientras observaba el ensayo general de Sun & Seaen Colón Fábrica. El galpón de La Boca fue convertido en una playa, con 80 toneladas de arena. “El arte puede convertir un dato científico algo complejo y abstracto, en una sensación física”, agregó la curadora de esta instalación-ópera-performance, que alude al colapso medioambiental y ganó del León de Oro cuando representó a Lituania en la Bienal de Venecia en 2019.
Allí mismo, hace más de medio siglo, Nicolás García Uriburu tiñó de verde el Gran Canal, sin haber sido invitado a la bienal italiana. Entonces fue perseguido por la policía, que temió un atentado terrorista tras las protestas del Mayo Francés.
Nada de eso ocurrirá durante la próxima edición de Bienalsur, que presentará desde julio en distintos puntos de la Patagonia obras ambientadas en la naturaleza realizadas por los argentinos Sebastián Díaz Morales, Joaquín Fargas y José Luis Miralles; Laura Siles (España), el colectivo Electrobiota (México), Vincent Ceraudo (Francia), Anna Friz (Estados Unidos/Canadá) y Pedro Torres (Brasil/España). Una buena oportunidad para transmitir al mundo un mensaje tan universal como urgente.
Fuente: Ámbito – Se trata de una destacada exhibición titulada «Chosen Memories: Contemporary Latin American Art from the Patricia Phelps de Cisneros Gift and Beyond»,
El Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York presenta una destacada exhibición titulada «Chosen Memories: Contemporary Latin American Art from the Patricia Phelps de Cisneros Gift and Beyond», una extenso recorrido por 65 obras de artistas latinoamericanos -incluidos argentinos- que han recurrido a la historia como fuente material para crear nuevas obras durante las últimas cuatro décadas y que inaugura el próximo 30 de abril en esa ciudad estadounidense.
Se trata de uno de los platos fuertes de la temporada 2023 del museo neoyorquino que desde su reinauguración en 2019 decidió trastocar el eje curatorial de sus narrativas, incluyendo a países históricamente dejado de lados en sus cánones: se verán así obras donadas al museo por la Colección Patricia Phelps de Cisneros, de artistas que abordan la historia, el patrimonio y la memoria. Informate más
Organizada por la argentina Inés Katzenstein junto con Julia Detchon, la muestra presenta obras de 39 artistas latinoamericanos de distintas generaciones, como Alejandro Cesarco (Uruguay), Regina José Galindo (Guatemala), Mario García Torres (México), Leandro Katz (Argentina), Suwon Lee (Venezuela), Gilda Mantilla (Perú) y Raimond Chaves y José Alejandro Restrepo (Colombia) y Cildo Meireles, Rosângela Rennó y Mauro Restiffe (Brasil), entre otros.
Hasta el 9 de septiembre se verá la exposición enfocada en obras de fin del siglo XX a principios del XXI que fueron parte de la donación, se informó.
«La muestra presenta videos, fotografías, pinturas y esculturas en diálogo con la extensa colección de arte latinoamericano del MoMA, adquisiciones recientes, una nueva comisión y préstamos seleccionados», indicaron desde esa institución en un comunicado.
Estas producciones fueron seleccionadas por su capacidad de contar la historia de la región desde nuevos modos y puntos de vista, que tuvieron un rol transformador.
«Importantes artistas latinoamericanos que han trabajado durante las últimas décadas y que han establecido un diálogo con el pasado como un medio para reparar historias de violencia, reconectar con legados culturales poco valorados y fortalecer relaciones de parentesco y pertenencia», había dicho la argentina Inés Katzenstein, curadora de Arte Latinoamericano y directora del Instituto de Investigación Patricia Phelps de Cisneros para el estudio del arte de América Latina del MoMA.
Desde su fundación en 1929, el MoMA ha coleccionado, exhibido y estudiado el arte de América Latina: hoy, la colección incluye más de 5.000 obras de arte moderno y contemporáneo de artistas de América Latina, así como artistas de ascendencia latinoamericana, distribuidas en sus seis departamentos curatoriales, que representan figuras importantes del modernismo temprano, el expresionismo, el surrealismo, la abstracción, la arquitectura y el arte conceptual y contemporáneo.
Durante los últimos 25 años, la Colección Patricia Phelps de Cisneros ha donado más de 200 obras de artistas latinoamericanos al Museo. Además, en 2016 se estableció el Instituto de Investigación Patricia Phelps de Cisneros para el estudio del arte de América Latina en MoMA.
Fuente: Memo – Jeff Koons es quien vendió la obra más cara en 91 millones de dólares, desbancando a David Hockney, cuyo histórico cuadro fue vendido en 90 millones.
Un norteamericano se convirtió en el artista plástico vivo más caro del mundo, tras vender una obra por 91 millones de dólares.
Se trata de Jeff Koons quien con una escultura de un conejo logró posicionarse en el top del ranking de los artistas más valorados en la actualidad.
De esta manera, le quitó el primer puesto a David Hockney, quien había vendido su histórico cuadro «Retrato de un artista» en 90 millones.
Rabbit (1986), un conejo de acero inoxidable, fue subastada en Christie’s batiendo un nuevo récord de ventas. En 2013 el polémico Koons había superado el techo de los cincuenta millones de dólares con otra de sus icónicas esculturas, Dog Balloon Orange (1994-2000).
Koons fue corredor de bolsa en Wall Street, estuvo condenado dos veces por plagio y se casó con la estrella porno Cicciolina.
«Creo absolutamente en la publicidad y en los medios de comunicación. Tanto mi arte como mi vida personal están basados en ello«, se ha jactado en alguna oportunidad.
Otro de sus momentos de fama fue cuando presentó su serie Banalidad, cuyo exponente más célebre fue un Michael Jacksonde porcelana blanca y lustre dorado, acompañado de su chimpancé Burbujas.
Fuente: Copyright Clarín ~ Dos retratos realizados por el pintor español Pablo Picasso y el británico Lucian Freud de sus hijas se vendieron el miércoles por la noche en una subasta sobre arte moderno y contemporáneo por 18,1 y 17 millones de libras (20,2 y 19 millones de euros), respectivamente, informó la casa de pujas Sotheby’s.
La tierna representación por Picasso de su hija Maya en «Fillette au bateau, Maya» (1938), que resurge en el mercado por primera vez tras haber pertenecido al diseñador italiano Gianni Versace, había salido con un precio estimado de entre 12 y 18 millones de libras (13,4 a 20,1 millones de euros), según Sotheby’s.
En el caso de «Ib Reading», un retrato hecho en 1997 por Freud de su hija Isobel mientras leía la novela de Marcel Proust «En busca del tiempo perdido», tenía un precio estimado de entre 15 y 20 millones de libras (16,8 a 22,4 millones de euros).
Este óleo fue visto públicamente por última vez hace más de 20 años en una exposición en Nueva York y su puesta a la venta, por primera vez desde que fue adquirido poco después de su creación, ha coincidido con la llegada de la muestra «Lucian Freud: Nuevas perspectivas» al Museo Thyssen de Madrid, tras pasar por la National Gallery de Londres. La obra «Ib Reading», del pintor británico Lucian Freud, fue vendida en una subasta por 19 millones de euros. Foto Sotheby’s.
«Ib Reading» es uno de los cinco retratos que el artista hizo de Isobel durante su vida. El primero, titulado «Large Interior, Paddington» (1968-9), que ejecutó cuando la niña tenía 7 años, se encuentra en la colección del mismo Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.
Una obra de Kandinsky que perteneció a una víctima del Holocausto superó los 40 millones
Por otra parte, la obra «Murnau Mit Kirche II» de Wassily Kandinsky, que perteneció a una alemana judía asesinada por los nazis, alcanzó un precio récord en una subasta en Londres, al venderse por 37,2 millones de libras (41,8 millones de euros), según ha informado la casa de pujas Sotheby’s.
Se trata de un récord para una obra del pintor ruso, ya que no es habitual que sus obras salgan al mercado, según precisa un comunicado de la casa sobre la subasta del miércoles en Londres.
Pintada en 1910, durante un momento de transformación para el artista, «Murnau mit Kirche II» resume el comienzo del lenguaje abstracto revolucionario que sustentaría el resto de la carrera de Kandinsky y pondría a la próxima generación de artistas en un nuevo camino, añade la nota de Sotheby’s.
La obra esconde una trágica historia familiar ya que durante mucho tiempo estuvo en el comedor de Johanna Margarete y Siegbert Stern, fundadores de una próspera empresa textil y que solían frecuentar a figuras como Albert Einstein y Franz Kafka.
Stern murió en 1935 por causas naturales, pero en 1944 su esposa, Margarete, fue asesinada en el campo de concentración de Auschwitz. La obra «Murnau mit Kirche II» resume el comienzo del lenguaje abstracto revolucionario de Kandinsky. Foto Justin Tallis / AFP
Desde 1951, el cuadro había permanecido en un museo de Eindhoven, Países Bajos, que lo pudo identificar, lo que permitió que fuera devuelto a los herederos de Stern.
A su vez, la obra fue incluida en un libro aún no publicado de memorias de una niña judía de siete años a quien su cuidadora escondió en una habitación secreta en su propia casa para protegerla de los nazis.
En ese cuarto oculto vivió la pequeña Dolly durante dos años y medio sin hacer ni un solo ruido con la única compañía de un elefante de juguete. Los acontecimientos en torno a la niña, según Sotheby’s, se desarrollaron en 1943 en el Ámsterdam ocupado.
El relato de cómo la pequeña logró sobrevivir a la guerra se incluye en ese libro aunque su historia se asocia al cuadro de Kandinsky.
Al parecer, el cuadro adornó la vivienda de los abuelos de Dolly, Siegbert y Margarete Stern, en Potsdam, a las afueras de Berlín, un domicilio que, según atestiguan viejas fotografías, Kandisnky solía visitar.
Tras la muerte de Dolly en 2014, sus diarios, en los que la niña relata pormenores muy emotivos de los acontecimientos vividos y el impacto de los años de la guerra, serán pronto publicados por su familia, según la casa de subastas.
Fuente: La Nación ~ El espacio consagrado a la región, con fuerte presencia de galerías argentinas, sobresalió en esa 42a edición que convocó en Madrid a más de 95.000 personas.
Una más y van 42 ediciones de Arco, que cerró ayer con récord de visitantes: más de 95.000 en esta primera edición post pandemia, bajo la dirección de Maribel López. La feria de Madrid ha mirado al Sur. “El Mediterráneo: un mar redondo” fue tema de reflexión y exhibición, recorriendo obras y mundos menos frecuentados con un montaje excepcional y la puesta en valor de galerías y piezas capitales como las de Jannis Kounellis.
Pero ha sido, sin duda, “Nunca lo mismo”, el espacio consagrado a América Latina, con curaduría de Mariano Mayer y Manuela Moscoso, el más promocionado a la hora de las declaraciones de las voces que cuentan.
En primer lugar, Maribel López le ha dado la mano al envío y a la fuerte presencia de galerías argentinas en un sector de alta visibilidad de los pabellones feriales. Opiniones de peso, como la de Patrizia Sandretto, una de las más notables coleccionistas de arte contemporáneo con base en Torino, consideran este giro al Sur como una gran oportunidad para el alto coleccionismo. Dicho con todas las letras, este potente giro toca el ala de Art Basel Miami Beach, que lleva veinte años fortaleciendo su lugar de punto de encuentro de los coleccionistas latinoamericanos, con la marca suiza en el Miami Convention Center.
Arco Madrid, como dice Sandretto, está más cerca de los coleccionistas europeos y, especialmente, de los latinos radicados en España, que cada día son más. Basta ver lo que sucede con los argentinos, un público potencial de más de 100.000 personas.
Cerró la feria con buenas ventas en las galerías argentinas con marcas anotadas por Rolf (fotos de Facundo de Zuviría), Herlitzka & Co (Anita Payró, Mirtha Dermisache y Herbert Rodríguez), Ruth Benzacar (Florencia Rodriguez Giles, Ana Gallardo, Sofía Durrieu), Hache (pinturas Florencia Böhtlingk), la debutante rosarina Diego Obligado (Andrea Ostera), Pasto, Constitución y, por fuera del circuito latino, la adquisición de una lindísima obra del geométrico Waldo Balart, concretada por la Fundación Aldo Rubino para Macba, en la galería de Guillermo de Osma.
Un histórico de ARCO, De Osma nunca se apartó de su gusto por la pintura, elegida con un cuidado por el ojo del refinado conocedor, de Torres García a Léger. Cree que el mercado de arte en España “es más chico que su economía”, que hay un relumbrón mediático por ciertos nombres de moda y menos conocimiento en el nuevo coleccionismo.
A propósito de coleccionismo, fue celebrado con una cena de gala en la que Patricia y Juan Vergez recibieron el Premio ARCO, por una colección “museable”, que comenzaron siendo muy jóvenes guiados nada menos que por Ruth Benzacar.
Con la recaudación de la gala (800 euros el cubierto) ARCO compró, entre otras obras, una escultura de Diego Bianchi, que ha sido “el elegido” de los últimos años en circuitos expositivos como Matadero y el museo Centro de Arte Dos de Mayo, de Móstoles.
Una performance notable registró en ARCO42 el uruguayo Piero Atchugarry, que tiene galerías en Garzón y en Miami. Vendió una caja lindísima y mágica de Adam Jeppesen, y una sensual escultura Anne Cecile Surga, entre otras piezas.
Ha vuelto con fuerza la pintura y es el turno de los españoles Tàpies, Uslé, Canogar, Juan Genovés, Fernando Zóbel, Saura y Ricardo Macarrón, retratista real; pintor de la corte de los borbones, desde que en 1967 pintara en Lausanne (Suiza) a la reina Victoria Eugenia, más los retratos de Emilio Botín y de los barones Thyssen-Bornemisza, que están en el hall del museo madrileño.
Mención aparte para Juan Muñoz, un artista para recordar. Murió demasiado joven, a los 48 años, cuando había encontrado en esas multitudes y en esos dúos sonrientes un lenguaje para explorar. Es el elegido de los creadores y tiene su muestra en Alcalá 31, curada por Manuel Segade.
Imperdible en este Madrid, que pasó del clima primaveral al bajo cero invernal, es el premio adicional de ver la obra de Lucian Freuden el Thyssen. El pintor de la carne, del sexo, de la intimidad, del poder, de las figuras fuera del canon, el artista británico que rinde culto a la pintura, como materia única, “el ingrediente sin el cual la pintura no puede existir” (Freud dixit), esa sustancia que va del trazo gestual al empaste matérico. Freud es un pintor sin miedo y con riesgo.
En ARCO están las galerías históricas que asumen lo nuevo como propio y ellas son Helga de Alvear, Elba Benítez y Juana de Aizpuru, fundadora de Arco en el ‘82, en plena transición, cuando entendió que España necesitaba abrirse al mundo y conectar con la contemporaneidad. Esa llama, como su pelo rojo, sigue viva. Alli se detuvieron los reyes Felipe y Letiziaen un cálido y prolongado saludo.
Por los pasillos de ARCO caminaron muchos argentinos. Entre otros, la primera dama,Fabiola Yáñez, Alec Oxenford, Hugo Sigman, Teresa Bulgheroni, Claudia Akian, Larisa Andreani, Eduardo Mallea, Cecilia Perazzo, Lucrecia Palacios, Maia Güemes, Joaquín Rodríguez, Marlise y Anibal Jozami, Diana Wechsler, Aldo Rubino, José Lorenzo, Frances Reynolds, Dominica Munro, Beltrán Gambier, Sheila Cremaschi, Juan y Patricia Vergez, Santiago Gasquet, Diego Bianchi, César Abelenda, Pela Herrero, Tomás Saraceno, Miguel Rothschild y los hermanos Levinas: Gabriel, Salo y Daniel.
Una fiesta madrileña que nuestros compatriotas celebran y nuestros galeristas conquistan.
Fuente: Página12 ~ Se trata del balloon dog, obra de arte de Jeff Koons.
Una coleccionista que visitaba una feria de arte contemporáneo en Estados Unidos hizo caer accidentalmente una pequeña escultura de vidrio del renombrado artista Jeff Koons, haciéndola trizas. La escultura de color azul, que hacía parte de la famosa serie «balloondog«, estaba valorada en 42.000 dólares.
El accidente ocurrió el jueves en la noche durante un recorrido exclusivo de la feria Art Wynwood en Miami, haciendo pensar a algunos coleccionistas que se trataba de alguna actuación. «Vi a la mujer que estaba ahí, y ella estaba tocando (la escultura), y entonces la cosa se cayó y se hizo mil pedazos», relató a Fox News el artista Stephen Gamson.
Otro visitante tomó un video mientras los empleados de la muestra barrían los fragmentos de vidrio. «No puedo creer que alguien pudiera hacerlo caer», se escucha en la voz del video.
Benedicte Caluch, un asesor artístico de Bel-Air Fine Art, que patrocinó la pieza de Koons, dijo al Miami Herald que la mujer no tenía intención de romper la pieza y que la aseguradora cubriría el daño.
Koons, que no estaba presente, es un escultor y pintor estadounidense que toma su inspiración de objetos de la vida diaria, incluidos animales hechos con globos.
Fuente: La Nación ~ Dos obras al carbón del pintor catalán que pertenecían a una familia de Barcelona fueron recuperadas cuando los sospechosos intentaron venderlas.
BARCELONA.- Tres hermanos robaron dos dalís en Barcelona casi sin saberlo el 23 de enero del año pasado. En contra de lo que los Mossos, la Policía Autonómica de Cataluña, sospecharon desde el inicio, esos cuadros que llevaban años colgados en las paredes de los descendientes del abogado y político Pere Coromines no se los llevaron previo encargo. Unos ladrones oportunistas e inteligentes, que actuaban solo en pisos de zonas bien de Barcelona y de Sant Cugat, se toparon con las dos obras colgadas en la vivienda de la calle de Muntaner que acababan de asaltar. Miraron los dibujos al carbón, Els pagesos y Les sardanes, reconocieron la firma de un jovencísimo Dalí, y se los llevaron sin pensarlo. Los Mossos han celebrado hoy en rueda de prensa la recuperación de las obras de arte.
Pero como suele ocurrir en estos casos, la situación se complicó cuando intentaron venderlos. En el mercado del arte, casi todo el mundo se conoce, y es difícil intentar colocar una pieza robada como los dos cuadros de Dalí, valorados en 300.000 euros, sin que salten las alarmas. Una de las personas a la que le llegó que dos dalís buscaban un nuevo dueño avisó a los Mossos. Eso les permitió redirigir su investigación: no se trataba de ladrones de cuadros por encargo, sino de ladrones de pisos con mucha vista, según han explicado.
Pero casi nadie da nada de manera gratuita. La persona que alertó a los agentes también buscaba su parte. “Sus exigencias distaban mucho de lo que considera la policía que es colaborar”, ha contado en rueda de prensa el subinspector Jonatan Herrera, responsable del área central de patrimonio de la policía catalana. Entre la colaboración y la extorsión, el informador pretendía sacar tajada de la familia, y que le pagasen una parte a cambio de la información. El hombre, también con numerosos antecedentes, acabó detenido e investigado, lo que permitió a la policía llegar a tres hermanos, de origen venezolano, de 55, 53 y 50 años, como los autores del robo.
La policía catalana empezó entonces una carrera a contrarreloj: el objetivo principal era recuperar las obras, que no desapareciesen para siempre en el mercado negro, vendidas y escondidas a manos de un coleccionista que debería guardarlas con celo. Descubrieron a un posible comprador en Portugal, con un intermediario que se desplazó a Zaragoza para tantear qué había de real en la oferta. Y también unos ciudadanos chinos afincados en Cataluña que se interesaron en los dalís. Tres meses después, todavía sin pistas claras de donde estaban los dibujos, los Mossos se vieron obligados a detener a los sospechosos. “Seguían con los robos y eso no se podía permitir”, ha contado el sargento José González, jefe de la unidad de patrimonio histórico.
En los pisos no dieron con los cuadros, que era el principal objetivo de la policía. Y los detenidos no facilitaron ningún tipo de datos a los agentes. Pero un golpe de suerte, escondido en la multitud de mensajes en los teléfonos de los sospechosos, ofreció la pista definitiva a la policía. En un mensaje encontraron los códigos de apertura y cierre de una puerta, que resultó ser un trastero vinculado a la familia del único de los tres sospechosos sin antecedentes. Un sábado de agosto, cubiertos con unas mantas, encontraron los dos dibujos intactos, que ni siquiera habían sacado del marco. “Fue el día más feliz de toda la investigación”, ha asegurado el sargento.
Los cuadros tienen una historia vinculada a la juventud de Dalí y a su padre. Pere Coromines, político, abogado, escritor y amigo de Dalí padre encargó al jovencísimo pintor, que entonces tenía 19 años, unas ilustraciones para el libro Les gràcies de l’Empordà, que nunca llegó a publicarse. Pero los dibujos se conservaron. Siete peritos de la fundación Dalí corroboraron que se trataba de las obras auténticas de un “Dalí más naif, que plasma fiestas populares”, ha explicado la directora de los museos Dalí, Montse Aguer. Las obras jamás abandonaron a la familia, y pasaron a las hijas de Coromines. La propietaria actual de las dos obras, Montserrat Herrera, de 84 años y nieta de Coromines, expresó a este diario su convencimiento de que le robo había sido premeditado.
Los dalís están de nuevo con sus dueños legítimos. Y los Mossos celebran el éxito de una investigación en la que su principal preocupación fue recuperar los cuadros. En los registros en los domicilios de los sospechosos encontraron relojes de lujo y otras piezas, como cinco obras gráficas de Miró que aún no han pasado un análisis para comprobar su autenticidad. También dieron con plumas, objetos de oro y plata y cuatro armas de fuegos largas que habían sido robadas. Todo ello está en la web de los Mossos de objetos robados, por si sus dueños pueden identificarlas.
A los ladrones, que se encuentran en libertad con cargos, los relacionan con otros siete robos en domicilios de Sarrià-Sant Gervasi, de Sant Cugat del Vallès, Rubí y Premià de Mar. Los Mossos no dudan que llevaban tiempo dedicándose a lo mismo, pero su propia destreza a la hora de actuar les había permitido ir sorteando a los investigadores y robando sin ser detectados.
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