Fuente: Clarín ~ El evento inaugura el 23 de abril, tras haberse postergado un año. La artista que representará al país es Mónica Heller, con curaduría de Alejo Ponce de León. Los detalles de la apuesta argentina.
“El origen de la substancia importará la importancia del origen” ya es el título definitivo del envío argentino a la Bienal de Arte de Venecia que será inaugurada, contra viento y marea, el 23 de abril próximo, luego de verse postergada un año por el covid. La artista que representará al país es Mónica Heller, con curaduría de Alejo Ponce de León. El envío argentino será oficialmente inaugurado el mismo día de apertura del evento al público.
La expectativa del mundo artístico es elevada, dada la audacia de la comisaria general de esta edición 59 de la Biennale, la mundialmente reconocida Cecilia Alemani, quien decidió poner a dialogar al surrealismo moderno con el arte contemporáneo. Pero, sobre todo, el ojo está puesto en lo que los artistas seleccionados presentarán en la mayor vidriera de arte mundial, teniendo en cuenta los dos años de distopía pandémica.
En el pabellón argentino, ubicado en los antiguos Arsenales construidos en 1570, que la Argentina tiene en comodato hasta 2033, la artista elegida creó una videoinstalación de animación 3D.
Tendrá quince módulos audiovisuales formados por pantallas de proyección y displays LED de distintos tamaños y formatos. Así consta en la información de prensa distribuida por la Dirección de Asuntos Culturales (DiCul), que intervino en la selección de los jurados que eligieron el proyecto de Heller.
La Bienal de Arte de Venecia, en su edición 2019. Imagend e uno de los pabellones nacionales: / Foto: Prensa
La obra tendrá un sistema de sonido envolvente, iluminación ambiental y música. A tono con el lema de la convocatoria de esta edición de la Bienal, “la leche de los sueños”, tomado de un libro de la surrealista mexicana Leonora Carrington, que fue decidido por la curadora Alemani, la artista argentina “aspira a construir un entorno distinto capaz de hechizar y sumergir al espectador, inspirado tanto por el diseño arquitectónico multisensorial de los bingos suburbanos, como por los universos surrealistas de entreguerras, pintura y poesía”, se lee en el kit de prensa.
Parte de esta información fue enviada a Venecia para integrarse al catálogo general de esta edición 59 de la Bienal.
La artista argentina “aspira a construir un entorno distinto capaz de hechizar y sumergir al espectador, inspirado tanto por el diseño arquitectónico multisensorial de los bingos suburbanos, como por los universos surrealistas de entreguerras, pintura y poesía”.
Las pantallas y proyecciones de Heller estarán distribuidas a lo largo de los 500 metros del pabellón. Las pantallas proyectarán “personajes que se construyen y se deconstruyen en breves e infinitos bucles, refiriéndose a la naturaleza cíclica de la literatura y otros recursos narrativos.
Cada pantalla contiene un retrato animado de estos personajes y en cada uno, a través del humor absurdo, el lirismo duro y el estado de ánimo metafísico de los paisajes 3D, se desarrolla una serie de eventos, en los que estos metabolismos transponibles e inquietos se reorganizan constantemente en una amplia gama de extraordinarias posibilidades”.
La galeriaPiedras, situada en el barrio porteño de Once, representa actualmente a la artista y presenta una muestra de su obra pictórica y digital.
Participan este año 213 artistas de todo el mundo, que llegan con sus puestas más destacadas. Este año hay mayoría de mujeres / Foto: Clarín
Esta edición despierta mucha curiosidad. En diálogo con Clarín la curadora y gestora artística, Gabriela Jurevicius, dijo que “va a ser sorprendente ver el modo en que Cecilia Alemani pone a dialogar la modernidad con lo contemporáneo. Pensemos que de los 213 artistas que estarán en la Bienal, hay 80 fallecidos; para una Bienal como la de Venecia, es un número muy elevado. Me interesa ver cómo relee la curadora general a todas estas mujeres que estarán presentes con sus obras. Hay muchas surrealistas en el listado ya seleccionado”.
Mónica Heller. Una imagen de la artista que creó una videoinstalación de animación 3D y reprsentará al país / Foto: Prensa.
Dado el carácter de este reconocido evento internacional, la apuesta de Alemani es muy interesante.
Por fuera de Heller, elegido por el país, y el artista tucumano Gabriel Chaile, elegido por Alemani, hay otras dos surrealistas reconocidas en el circuito internacional, cuyas raíces conectan con Argentina, y cuyas obras lucirán en la Bienal. Son Eileen Agar y Leonor Fini, quienes -según cuenta Jurevicius- son dos casos especiales, porque “aunque nacieron en nuestro país, el circulo artístico donde se formaron no pasaba por Buenos Aires, sino que era europeo”.
Fini, nacida en 1908 y fallecida en 1996, era hija de madre argentina. De niña fue a vivir a Trieste, Italia. En gran parte autodidacta, fue además de artista, escritora, diseñadora e ilustradora. Una mujer libre imposible de poner en un determinado estereotipo. “A partir de allí mantiene una relación con la Argentina por su madre, pero desarrolla su carrera en Europa. Tan comprometida estaba con el surrealismo que el libro , de Elena Pooniatowska, la incluye como un personaje cercano a Carrington en París”.
En tanto, Eileen Agar nació en nuestro país, pues su padre estaba radicado aquí en una época en que venía maquinaria agrícola. Nacida en 1899 murió en 1991, pero su vida transcurrió en el Reino Unido, pese a haber vivido sus primeros años en Buenos Aires. “Su padre construyó un palacio a principios del siglo XX, bien inglés, que con el tiempo se convirtió en una escuela. Agar también vivió su carrera en Europa”, contó Jurevicius.
Heller y las múltiples lecturas de su obra
La videoinstalación de Heller, que trabajó con planos del Pabellón argentino, nace de su formación autodidacta como le contó el año pasado a Clarín. “En animación soy autodidacta, pero puedo mencionar que luego de pasar por Paik, Cage o Kubota, comencé a mirar mucho cine experimental. Era la época del Festival de Cine Independiente de Buenos Aires, y de muchos ciclos nuevos en el Rojas, la Alianza Francesa y el Instituto Goethe”.
Cecilia Alemani, curadora de la Bienal. Decidió poner a dialogar al surrealismo moderno con el arte contemporáneo. / Foto: Clarín
La artista trabaja con distintos tipos de animación, a los que suma otros medios tradicionales, como el dibujo y la pintura. Explora diferentes medios y técnicas de animación: videos en 2D, en 3D y a veces combinando ambos estilos. Y además usa todo tipo de softwares para modelar y animar, “algunos decididamente profesionales y otros de carácter más amateur, que ofrecen otras texturas, otras formas y otras restricciones también”, subrayó la artista.
La elegida. Heller trabaja con distintos tipos de animación, a los que suma otros medios tradicionales, como el dibujo y la pintura.
Para la directora a cargo de la DiCul, Paula Vázquez, quien integró el jurado que se decantó por Heller entre los 30 proyectos finalistas para el envío argentino, «en su obra hay un reconocimiento del trasfondo colectivo, mestizo, de múltiples y vitales posibilidades de transformación, alejado de cualquier cristalización de pureza, que no se limita a una alabanza o posición declamativa del pasado, sino que se proyecta en el horizonte y con las pinzas del futuro».
Otro de los factores que -seguramente- influyó en la elección final es que, por tratarse de una obra digital, puede trasladarse de manera más o menos sencilla, se deduce que sin gastos de flete y seguros.
La funcionaria no podrá estar en la apertura del pabellón argentino, dado su avanzado embarazado para el 23 de abril, y aún se desconoce si en canciller Santiago Cafiero podrá asistir.
Según otras fuentes consultadas por Clarín, en marzo próximo el presidente Alberto Fernández y su canciller planifican una misión comercial a Emiratos Arabes, por lo que aún está pendiente de conocerse cómo será la inauguración del envío nacional. Lo probable es que el embajador argentino en Roma se haga presente.
La Bienal de las Mujeres
Hace apenas unos días, Cecilia Alemani redoblaba la apuesta en una entrevista concedida al diario La República, de Italia, diciendo: “¿Cuál es el mayor riesgo de esta edición? Que pase a llamarse Bienal de la Mujer. Pero, ¿qué significaría eso? ¡En 125 años, nunca la han llamado Bienal de Hombres.”
Bienal de Venecia, pabellon nacional. El evento inaugura su 59 el próximo 23 de abril. Foto: Clarín
La reflexión de la comisaria general de esta edición se vincula con el hecho de que, por primera vez, el 80% de los artistas seleccionados son mujeres.
“¿Cuál es el mayor riesgo de esta edición? Que pase a llamarse Bienal de la Mujer. Pero, ¿qué significaría eso? ¡En 125 años, nunca la han llamado Bienal de Hombres», comentaba la curadora de la Bienal a la prensa. Este año, el 80% de los artistas seleccionados son mujeres.
Y esta 59 Biennale de Arte de Venecia promete ser monumental. Habrá 213 artistas de 58 países, 1433 obras y objetos, 80 pabellones nacionales (este año debutarán Camerún, Namibia, Nepal, Omán y Uganda) y tendrá su edición más larga pues durará siete meses.
El 27 de noviembre cerrará sus puertas. Y, según Alemani, “habrá instalaciones dentro de las instalaciones reescribirán la otra mitad de la historia del arte”.
Monumental. Participarán de esta 59 edición 213 artistas de 58 países, con 1433 obras y objetos, en 80 pabellones nacionales. La bienal tendrá su edición más larga pues durará siete meses.
Este diálogo del presente y el pasado, que ya se denomina “transhistórico”, será a través de lo que Alemani llama “cápsulas del tiempo». Son cinco áreas temáticas de carácter histórico, distribuidos a lo largo del recorrido y encargados de presentar obras de artistas del pasado para abordar algunos de los temas fundamentales de la exposición.
Las cápsulas abarcan cinco microexposiciones y los hilos temáticos principales que se entrelazarán con la próxima Bienal de Arte son tres.
El visitante se encontrará tanto en Arsenale como en Giardini (los Jardines) con la representación de los cuerpos y sus metamorfosis; con la relación entre el hombre y la tecnología en un momento en que el entusiasmo tecnológico pre-Covid fue sustituido por la conciencia de la vulnerabilidad humana, y finalmente también estará presente la interrelación de los cuerpos y el planeta; no solo entre seres humanos, sino también con todas las especies. Todo esto es, según Alemani, el corazón de esta edición de la Bienal.