Fuente: Clarín – Sin miedo al más allá, tal como la tradición mexicana del Día de los Muertos o la idiosincrasia de nuestro NOA que no teme a la parca. Cierta oda a la vida y reflexión del final con tintes locales, en este caso refiere a personalidades míticas tanto nacionales como populares del país. Desde alucinantes obras materializadas como estandartes anticoloniales posados sobre las paredes de un espacio despojado, surgen figuras en casos etéreas como volátiles: una galería con heroínas, próceres o héroes y mártires protagonizan Ama la rosa, muestra de la artista Xil Buffone en el espacio porteño Vitriol.
El “portal” donde nace su serie es “La vida y la muerte, Alegoría de la Muerte o Vanitas” (óleo, 1836) de Juan Visier: representa a una dama rioplatense vestida a la usanza colonial, con peinetón pero según el principio de bipartición –mitad esqueleto, mitad viva y vestida– sosteniendo una guadaña y una rosa respectivamente. Tras ver ese cuadro en la Santa Casa de Ejercicios Espirituales porteña, fundada en 1795 por la primera santa argentina, canonizada recientemente por el Papa; María Antonia de Paz y Figueroa o Mama Antula (1730-1799). Así inicia su “cosmología o constelación”, armada tras ver ese cuadro. “Una aventura, desde la plástica, desde una meditación profunda acerca de nuestra fundación: del surgimiento del alma-pueblo argentino”, describe Buffone a Ñ.Camila O’Gorman y Ladislao Gutiérrez, antes de ser ejecutados por su relación.
De gran relevancia es la manifestación de María Antonia de Paz y Figueroa, conocida como La santiagueña, quien continuó practicando los Ejercicios Espirituales jesuitas incluso después de la expulsión de la orden en 1767. Culta y políglota, educadora de niños, con su labor se ocupó de mantener la llama espiritual en ciudades argentinas y uruguayas. Su independencia y dedicación son resaltadas en su estandarte.
Xil reversiona lo arcaico en sus personajes, se adueñan del lugar: se ve la entrada a la mortalidad de Belgrano, Moreno y San Martín; la restauración en la memoria de Mariquita Sánchez, Guadalupe Cuenca de Moreno y Manuelita. También hay otros elementos complementarios desde una gran vitrina, como dos abanicos intervenidos por Xil y la réplica del bando con el pedido de captura para Camila O’Gorman y Ladislao Gutiérrez. Todo tiene su fundamentación histórica –basada en revisionismos de historiadores, documentos, daguerrotipos, camafeos, retratos en cuadros de antaño, grabados e incluso filmografía–, después está la parte de fantasía y licencias artísticas.María Antonia de Paz y Figueroa o Mama Antula.
Estos referentes parecieran emerger cual presencia, capturando elementos como la rosa que da nombre a la expo (flor con múltiples connotaciones) que acá alude a la de siete pétalos cuya simbología proviene de la alquimia, del grabado Summun Bonumm (Robert Fludd, 1629) con la inscripción Dat rosa mel apibus (la rosa provee de miel a las abejas). E incluye otra referencia: a Juan Manuel de Rosas, quien ordenó fusilar a Camila O’Gorman y al sacerdote jesuita Ladislao Gutiérrez al saberlos fugados para formar una familia.
Cruza historia y misticismo: sus representados tienen guadañas en su mitad esquelética y ese pie sobre una “tumba” pero algunos tienen otros elementos aparte de la rosa, en su parte carnal. El uso de veladuras dan el efecto de fundirse entre sí, buscó que se vean los tapices, logrando así dotarlos de una presencia vibrante y evocadora. Se materializan pintados sobre telas de tapicería, con acrílicos, pinturas para tela; y los santos tienen brillantina y dorado y plateado a la hoja.El estandarte para Manuelita Rosas, por Xil Buffone.
De héroes, heroínas y (casi) santos
Entre sus heroínas patriotas están Manuelita Rosas y Mariquita Sánchez de Thompson. “Los próceres siempre aparecen como infalibles, inmortales: acá tienen su parte mortal; también es un reconocimiento a estas mujeres que conformaron esa gesta patriótica”. Mariquita, con venas en lugar de huesos “fue una mujer tan intensa en muchas cosas, la sentía muy sanguínea y los huesos me parecieron demasiado secos para ella, apareció la sangre y el tema del leitmotiv de su corazón. A los próceres les ‘quedó’ corazón en sus esqueletos”.
Manuela vuelve junto a la “tremenda, shakespeariana, una vida extrema” con “Rosas ha excedido a Rosas”: aborda el incomprensible fusilamiento de Camila O’Gorman, ladislao Gutiérrez y su bebé en gestación. Ambas eran muy amigas, Manuela intercede vía carta ante su padre: le ruega que no la mate, acaso la encarcele. El nombre de la pieza se debe a un titular de Montevideo contando la historia sobre los unitarios escapados hacia allá, que Buffone retoma.La entrada a la inmortalidad de Manuel Belgrano.
Juntos en su estandarte, ambos con la divisa punzó obligatoria, hasta el final: Camila (23 años), el feto –apenas se asoma por sus caderas– y Ladislao (24); todos fusilados por orden de Rosas en el campamento de Santos Lugares. Sin un juicio, hasta el padre de Camila había azuzado a Rosas para que los ejecutara, pues por 1848 era una deshonra pública. Aunque hasta Sarmiento criticó el salvajismo de Juan Manuel.
Llamativo es “Mi Moreno” cuelga por los pies, cabeza abajo, como envuelto sobre una bandera inglesa: es Mariano M. con 31 años, enviado para comprar armas a Londres en un barco inglés donde muere envenenado. Xil advierte sobre su disputa con Saavedra y el impacto emocional de las cartas nunca recibidas por su esposa, Guadalupe Cuenca, quien antes de que él parta recibió un “kit de viuda”. Tras ver el filme Moreno –de Ernesto Ardito y Virna Molina–, Xil señala que lo asesinan en 1811, al año siguiente de la Revolución de Mayo: pleno contexto de complots, conflictos internos, por eso Guadalupe lleva epístolas y atributos –viste un velo negro– recibidos en un “mensaje medio mafioso, le agregué el cuervo e hice la cara de Pizarnik porque también era escritora”, detalla su autora.
El único que es todo humano es el “Negro” Manuel Costa de los Ríos, afroargentino, devoto guardián de la imagen de la Virgen de Luján “elegido” por esa figura de terracota para serlo, símbolo de fe, devoción religiosa y resistencia afrodescendiente.
El abanico de Camila O’Gorman.
Belgrano ameritó dos lienzos: “Manuel Belgrano” (visto desde 1812) y otro, “Manuel Belgrano militar”, ya por 1814; misma fecha elegida para caracterizar a su “San Martín”.
“Xil es una de las pocas artistas que se interesa e investiga nuestra historia. Como muchos, ella cita la historia del arte argentino, como la pintura de Juan Visier, de 1836, y la ‘La Urpila’ (1946) de Ramón Gómez Cornet, a la vez que plantea una revisión de la historia política del país hecha por pocos”, destaca Julio Sánchez Baroni, curador de la exposición. “Pero además Xil plantea la vanitas o memento mori, un tema poco simpático para el presente pero absolutamente necesario para entender la vida”. Y agrega: “El retrato de Mama Antula y del Negro Manuel con la Virgen de Luján no son caprichosos: Xil es una mujer de fe, otro tema casi tabú en nuestro medio. La serie que presenta engancha fabulosamente con el vecino y patrocinador de Vitriol, el Café de Marco, interesado en recuperar los valores de los próceres de la Revolución de Mayo que aparecen en los estandartes de nuestra artista invitada”. Una puesta convergente a la culminación de un proyecto gestado durante casi tres años.
- Ama la rosa – Xil Buffone
- Lugar: Vitriol. Arte en Expansión, Gral. Perón 1253
- Horario: lun a vie 12 a 20, sáb 12 a 18
- Fecha: hasta el 2 de agosto
- Entrada: libre y gratuita